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La SD Eibar eleva a 40 millones su inversión patrimonial y mete 25 millones en fondos de inversión

El club armero ha completado la remodelación de su icónico estadio, Ipurua, y ultima el inicio de las obras de su ciudad deportiva, que aumenta su inversión hasta los 20 millones. “Es el proyecto más ambicioso del club”, reconoce su CEO, Jon Ander Ulazia.

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Jabier Izquierdo / Marc Menchén

En Eibar han sabido siempre sacar partido a la industria. Empezaron con la armamentística, allá por finales del siglo XIX, con una idea clara: trabajar en sinergia entre las empresas locales y una gran flexibilidad para la transformación. Ahora, no son las armas ni las máquinas de coser Alfa ni las motos Lambretta las que ubican al municipio en el mapa. Ahora es la SD Eibar la que genera alegrías y, en muchos casos negocio, a las gentes de esta localidad con algo más de 27.500 habitantes. De entrada, con una inversión patrimonial de más de 40 millones de euros que blinda su futuro a largo plazo

Para estar preparados ante un posible descenso de categoría, ¿en qué ha pensado el club armero? En generar legado. “Necesitamos instalaciones a la altura de Primera que nos permitan crecer y nos aporten patrimonio”, apuntaba ya en 2018 su presidenta, Amaia Gorostiza, quien tampoco esconde que siete años en Primera son un “premio”.

En esa hoja de ruta, el objetivo en términos de instalaciones es claro: remodelar Ipurua y construir una ciudad deportiva del club. Ambas obras, cuyo presupuesto es de 20 millones de euros para cada una, supondrán un paso adelante en el desarrollo de la entidad.

“Hemos tenido una política muy clara de que los recursos que se generaran eran para crear una estructura. La estructura ya está aquí y se culminará con el proyecto más ambicioso del club, que es la ciudad deportiva”, explicó recientemente Jon Ander Ulazia, consejero delegado del club. Esta inversión, que se cifró inicialmente en unos 16 millones de euros, se ha ido demorando por trámites administrativos, y ha crecido hasta situarse en cerca de 20 millones de euros. Las obras comenzarán, si la pandemia lo permite, a lo largo de 2020-2021.

 

Cinco campos de fútbol para juntar a todos los equipos

Actualmente, el primer equipo del Eibar entrena diariamente en el campo de Atxabalpe (Arrasate-Mondragón), bajo contrato de arrendamiento, una situación anómala para un equipo de LaLiga. Por ello, los accionistas del club aprobaron en 2018 la construcción de una ciudad deportiva en unos terrenos situados en Mallabia (Bizkaia).

Las futuras instalaciones contarán con cinco campos de fútbol -dos de hierba natural y tres de hierba artificial-, así como instalaciones anexas. “Este proyecto busca centralizar y optimizar el trabajo de todos los equipos del club, que actualmente se realiza en seis instalaciones distintas. De esta manera, el primer equipo contará con unas instalaciones modernas y funcionales donde puedan tener todos los servicios esenciales para su preparación, lo que contribuirá a la mejora de su rendimiento”, destaca la entidad en las cuentas anuales de 2019-2020.

La ciudad deportiva, que estará ubicada en Mallabia (Bizkaia), comenzará a construirse a lo largo de esta temporada

Al otro lado de la frontera se sitúa Ipurua, el icónico estadio del club. A la vista de los conductores que transitan por la autopista A-8, el campo mejorará notablemente sus entrañas. Desde el ascenso a Primera, el club ha ido realizando obras y mejoras de la instalación, en muchos casos, por exigencia de LaLiga, como les sucede a todos los clubes que forman parte de la competición.

Ahora, con la pandemia de la Covid-19, el cierre al público de los estadios ha servido al Eibar para acelerar los trabajos que tenía en marcha. La última ronda se centró en la Tribuna Oeste y la instalación de nuevos servicios, como palcos VIP, zona de prensa, nuevos vestuarios y un campo anexo de hierba artificial que cuenta con una pequeña tribuna bajo la cual hay vestuarios y oficinas. Además, se ha construido un parking en el interior del estadio.

 

Más de 61 millones de beneficio desde el ascenso a Primera

Además del éxito deportivo que supone para el club mantenerse por siete temporadas consecutivas en LaLiga Santander, el ascenso a Primera le ha permitido al Eibar acumular unos beneficios de 61,67 millones de euros desde la temporada 2014-2015. El último curso, con una cifra récord de 15,1 millones de euros pese a los estragos de la Covid-19, que rebajó en 5,6 millones de euros sus previsiones.

Uno de sus retos ha sido qué hacer con estos excedentes de caja, más allá de las mencionadas inversiones en infraestructuras. Hace tres años se apostó por dar un giro a la política deportiva y empezar a invertir en futbolistas con potencial, en busca de una futura plusvalía por trabajo ante la escasa rentabilidad que empezaban a ofrecer los depósitos bancarios. Esta estrategia de diversificación ha ido a más en la última temporada, en la que la dirección ha decidido buscar algo más de rentabilidad en sus inversiones financieras, cambiando los depósitos que apenas le daban un 0,1% de rentabilidad por su entrada en fondos de inversión con 25,4 millones de euros, según se reflejan en sus cuentas de 2019-2020.

En estos seis años en la élite, la entidad ha facturado 252,2 millones de euros, multiplicando por tres la cifra de negocio en los últimos años: de los 18,86 millones en su estreno en Primera a los 56,12 millones de euros de 2018-2019. El pasado curso, con las circunstancias excepcionales que derivó la pandemia, el Eibar ingresó 51,33 millones de euros.

En la partida de ingresos, los derechos audiovisuales suponen el 90% del presupuesto. Por detrás, los patrocinios y acuerdos comerciales le otorgan en torno a cuatro millones de euros, un 7%. Los abonos y el ticketing, el área de negocio que más impacto ha generado en la industria -por el cierre de los estadios-, sólo suponen un 1,5% de los ingresos, con algo más de 800.000 euros. Sin embargo, esta partida también ha notado la llegada del mejor fútbol a Eibar: la facturación por abonados se ha duplicado, desde los 390.000 euros que ingresó el club en su último año en Segunda.

Las plusvalías por traspasos también han sido un punto fuerte en el crecimiento del Eibar. Así, desde 2016, se han obtenido 39,5 millones de euros por este concepto. Destacan los ingresos por plusvalías de la última temporada, que ascendió a 18,18 millones de euros.

Junto a los ingresos, también han crecido los gastos. Principalmente, en relación a las inversiones en personal. La profesionalización del club se ha visto traducida en la contratación de personal, tanto para el área deportiva como institucional y de administración. En el césped, el club invierte anualmente más de un millón de euros en personal e infraestructuras para la cantera, uno de los pilares del Eibar de futuro, que aspira a dejar de contratar futbolistas para generarlos en su ciudad deportiva.

El gasto total en personal ascendió en la última temporada a 33,8 millones de euros, una cifra récord para la entidad, y tres veces más de lo que invirtió en su estreno en Primera (10,9 millones de euros). En las últimas tres temporadas, esta partida ha ido incrementándose a ritmos de doble dígito. Por último, las amortizaciones también han crecido notablemente en las cuentas del Eibar, que han pasado de apenas 750.000 euros en 2015-2016 a 8,21 millones de euros en el último curso, un 50% más interanual.

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