El deporte femenino estadounidense no deja de atraer la mirada de inversores, aficionados, patrocinadores y medios de comunicación, y los analistas advierten que se encuentra en un momento clave para invertir y rentabilizar al máximo esta apuesta. Se trata de un ecosistema que generó un valor de 1.000 millones de dólares (849,6 millones de euros) en 2024 de manera agregada para los espónsors y broadcasters que apoyaron las principales competiciones femeninas de EEUU. Un importe que más que se doblará en los próximos cinco años. Se espera que para 2030 las competiciones femeninas profesionales sumen un valor agregado de 2.500 millones de dólares (2.124 millones de euros), según un informe de McKinsey.
La consultora reconoce que las oportunidades de monetización proyectada para los socios audiovisuales de los torneos como la WNBA y la NWSL y los patrocinadores, entre otros grupos de interés, se multiplicará por 2,5 en el próximo lustro, y apunta a una serie de claves que limitan y elevan esta proyección. “Es una oportunidad de 2.500 millones de dólares, una estimación que podría quedarse corta si los stakeholders logran superar los desafíos de la monetización del deporte femenino a gran escala”, sostiene la consultora.
El informe apunta a que existe una amplia brecha de monetización hasta alcanzar el valor proyectado y ello pasa por sortear una serie de obstáculos como la fragmentación de la atención del fan, la falta de aficionados ávidos y de acceso a los contenidos, así como la falta de madurez del mercado del deporte femenino estadounidense.
Las ligas, franquicias y atletas tienen en sus manos la llave para desbloquear el valor de las disciplinas donde compiten mujeres. Ello no pasa únicamente por llenar estadios o garantizar vender los derechos de las retransmisiones, algo que tanto la WNBA y la NWSL ya han conseguido. La clave está en comunicar el valor de las franquicias a los medios, patrocinadores e inversores.
Para conseguirlo, es fundamental priorizar y hacer accesible la experiencia del deporte femenino. Apostar por ofrecer entradas y abonos a precios razonables; desarrollar experiencias premium que refuercen el vínculo con el fan y apostar por modelos de distribución que equilibren alcance al público con la generación de ingresos audiovisuales. En un mercado donde los derechos audiovisuales son cada vez más estratégicos y diferenciales en la cuenta de resultados, explorar vías directas al consumidor se convierte en un activo diferencial, según McKinsey.
Un boom de asistencia y ticketing
El público ha respondido, pues la asistencia anual a las principales competiciones ha crecido de media un 55% al año entre 2021 y 2024. Este movimiento refleja una tendencia que se consolida en toda la liga. Con aproximadamente el 15% de la temporada 2025 completada el 1 de agosto, la WNBA iba camino de aumentar la asistencia total en un 25% respecto a 2024. Un crecimiento que no solo responde al interés mediático de estrellas emergentes como Caitlin Clark, sino a la decisión estratégica de franquicias como Las Vegas Aces, que ha trasladado algunos de sus partidos a pabellones más grandes donde ofrecer experiencias premium.
El efecto ya se ve en los ingresos. La WNBA y la NWSL han aumentado conjuntamente la facturación por ticketing en un 60% desde 2023, alcanzando los 225 millones de dólares (191 millones de euros) en 2024. La tendencia es clara: el negocio ya no depende solo de la visibilidad, también de la capacidad de monetizar.
El segundo eje es impulsar la identidad digital de las atletas. En un entorno en el que los fans consumen deporte a través de redes sociales tanto como en directo, comercializar a las estrellas, invertir en datos de audiencia y fomentar comunidades digitales auténticas será determinante. Ello cobra especial importancia en un momento en que parte de la afición sigue directamente a deportistas, y no a franquicias o competiciones.
Más allá de la visibilidad, se trata de generar conexiones emocionales que fortalezcan la afinidad de marca en un público especialmente comprometido. El informe revela que el deporte femenino ofrece lo que en el masculino resulta más difícil de encontrar: autenticidad y cercanía.
De hecho, en la encuesta realizada por McKinsey a más de 3.000 fans estadounidenses del deporte, se revela que la mitad de estos seguidores son leales en primer lugar a las atletas, más que a las propias franquicias, lo que convierte a las jugadoras en verdaderos polos de atracción. Esa identificación se traduce en negocio: estos aficionados tienen un 27% más de probabilidades de comprar productos de una marca que promociona a una atleta popular, lo que refuerza el papel de las deportistas como embajadoras clave para sponsors y anunciantes.
Generar confianza para atraer capital
Por último, para desbloquear el crecimiento a futuro es clave generar confianza. Alianzas sólidas con medios y marcas, acompañadas de métricas tangibles, son la vía para atraer capital y dar certidumbre a un sector que todavía despierta dudas entre los grandes inversores. “En los próximos cinco años, esperamos que más equipos femeninos demuestren su capacidad para mantener y aumentar la participación de los aficionados y el rendimiento para sus socios comerciales. Mientras tanto, los stakeholders pueden centrarse en demostrar resultados medibles para generar confianza a los accionistas”, afirma la consultora, que recuerda que el precio de adquirir una franquicia, un activo de patrocinio o un lote audiovisual de una competición femenina es muy inferior que en un torneo masculino.
Nunca ha existido tanta oferta de competiciones deportivas femeninas en Estados Unidos. En 2024, la consultora contabilizó 163 competiciones de élite en un país en que los campeonatos más relevantes están en fase de expansión. Sin ir más lejos, la WNBA alcanzará los 18 equipos en 2030. La NWSL contaba con diez equipos en 2021 y espera alcanzar los 16 en 2026, una vez debuten las franquicias de Boston y Denver.
Sobre Intelligence 2P
Intelligence 2P es la unidad de estrategia e inteligencia de mercado de 2Playbook, cuya plataforma de datos monitoriza más de 34.000 contratos de patrocinio, de los que 25.000 corresponden al mercado español y más de 8.000 a propiedades deportivas y competiciones internacionales, segmentados por competición, tipología de activos, marcas, categorías de producto y valor económico aproximado de cada acuerdo. Si quieres más información, contacta con nosotros en intelligence@2playbook.com.