Cara y cruz para ser LaLiga: el Sabadell sume a los ascendidos a pérdidas conjuntas de 1,5 millones

Cartagena y Castellón salvaron 2019-2020 con beneficios de en torno a 200.000 euros traspasando las primas a 2020-2021, y la UD Logroñés cerró con leves pérdidas, pero el conjunto catalán se dejó 1,8 millones al reconocer ya estos bonus por el ascenso.

sabadell cartagena 20 21

¿Cuánto cuesta ascender a LaLiga? Esta es una pregunta recurrente en los despachos de los clubes de la Segunda División B del fútbol español. En las juntas se debate sobre presupuestos, fichajes, masa salarial… Y también primas. Este bonus para plantilla y cuerpo técnico no es tan mediático, pero puede cambiar del negro al rojo los números financieros de los equipos que alcanzan el éxito. Todo depende de cuándo se registre. El CE Sabadell lo reconoció en sus cuentas de 2019-2020 y eso le arrastró a unos números rojos de 1,87 millones en el último curso. En su conjunto, los cuatro ascendidos a LaLiga SmartBank sumaron unas pérdidas de 1,5 millones, aproximadamente. La Covid-19 obligó a cerrar el ejercicio días antes de la resolución del play-off que les llevó al fútbol profesional.

Otro club que ascendió, pero que ha mantenido las primas para 2020-2021 es la UD LogroñésEl club riojano, que vuelve a situar a su región en LaLiga veinte años después, también cerró con ligeras pérdidas (97.745 euros) el último ejercicio. En ambos clubes, también destacan que ese desfase también venía de un esfuerzo previo en hacer plantillas competitivas.

El FC Cartagena sí que obtuvo beneficios en el año de la pandemia. Hizo doblete, en lo deportivo y económico, con el ascenso en el campo y en sus finanzas. El equipo murciano dobló facturación, hasta los 1,4 millones de euros, y disparó su resultado neto hasta los 195.000 euros, aunque las primas se trasladaron a 2020-2021. Contablemente, ese truco también lo hacía posible que el hito se consiguiera pasado el 30 de junio.

Mientras, el CD Castellón no ha hecho públicas sus cuentas, por lo que se desconoce si la prima recibida por los jugadores orelluts ya fue registrada o se computará en la presente temporada. Lo que sí anunció su presidente y propietario, Vicente Montesinos, es que la entidad cerró el último ejercicio con unos beneficios de 213.000 euros.

El ascenso a LaLiga supone para los clubes unos ingresos mínimos garantizados por TV de unos cinco millones, cien veces más que en Segunda B

Este aspecto es importante ya que, de registrarse en el curso del ascenso, se evidencia en el gasto en personal de un equipo de Segunda B. Esto podría desequilibrar unas cuentas que, de aplazarse el pago al siguiente ejercicio, absorberían sin problema este gasto extra con el incremento del presupuesto por la televisión, que mínimo supone unos cinco millones de euros netos; es decir, cien veces más que lo que reciben por este concepto fuera del fútbol profesional.

En la categoría de bronce del fútbol español el negocio se condensa en el ticketing y los patrocinios, un aspecto que explica también por qué Castellón y Cartagena contaban con un mayor presupuesto que sus otros dos compañeros de ascenso. La televisión apenas aporta en torno a 40.000 euros anuales a los clubes con televisiones regionales sólidas, y plataformas como Footters ofrecen entre 15.000 y 30.000 euros a los equipos por la retransmisión de sus partidos vía streaming.

Con la llegada de la Covid-19, los recién llegados a la LaLiga SmartBank sufrieron su impacto en la facturación. Sabadell y Logroñés registraron una caída de los ingresos ordinarios de entre 100.000 y 150.000 euros, facturando a cierre de ejercicio 444.000 y 1,42 millones de euros, respectivamente. Por tanto, el único de los cuatro equipos que mejoró notablemente su negocio en 2019-2020 fue el Cartagena, con la incógnita del Castellón. Este último destinará el superávit en compensar las pérdidas acumuladas en temporadas anteriores, según adelantó su presidente.

En el equilibrio que buscan todos los equipos de Segunda B para ser sostenibles, el gasto de personal copa gran parte de sus tareas. Entre los recién ascendidos, el que más gastó fue el Sabadell, con 2 millones de euros, incluyendo ahí las primas del ascenso. Logroñés y Cartagena destinaron 1,4 y 1,6 millones, respectivamente.

 

El punto extra de las subvenciones

Fuera del fútbol profesional, uno de los principales sustentos de los clubes son las subvenciones públicas. Las Administraciones corren, en ocasiones, un papel clave en el devenir de los equipos y su fortaleza en categorías como Segunda B y Tercera División. Subvenciones que, en conjunto, pueden oscilar entre los 50.000 euros a los 250.000 euros. El Sabadell es de los pocos que no recibió apoyo de las administraciones locales, mientras que el Logroñés percibió 250.000 euros y el Cartagena obtuvo 150.000 euros.

Si echamos la vista atrás, cerrar con números rojos el ejercicio del ascenso es algo habitual. El CF Fuenlabrada registró pérdidas de 1,45 millones de euros en la 2018-2019; el Racing de Santander algo más, superando los 2 millones de números rojos; mientras que el CD Mirandés se quedó en 1,8 millones de déficit el año del ascenso.

Un año antes, el RCD Mallorca firmó unos números rojos de 4,3 millones de euros, con un déficit al año siguiente de más de 6 millones, mientras que el Elche registró casi 1,9 millones de euros de beneficios que se tradujeron en 0,9 millones de déficit en 2018-2019.

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