El precio de ascender a Segunda: los recién llegados buscan 6 millones para cumplir con el CSD

UD Logroñés, CE Sabadell, FC Cartagena y CD Castellón deben realizar ampliaciones de capital para estar al día con las exigencias del Gobierno, que solicita que los clubes de LaLiga SmartBank cuenten con un capital social mínimo de 4,3 millones de euros.

El precio de ascender a Segunda para los recién llegados.

Son los recién llegados, y como en cualquier orden en la vida, tienen una gran tarea por delante. El FC Cartagena, el CD Castellón, la UD Logroñés y el CE Sabadell, los cuatro clubes que lograron este verano el ascenso a LaLiga SmartBank, dejaron atrás este lunes el siempre convulso mercado de fichajes, con lo que ya conocen los hombres con los que afrontarán la 2020-2021. Sin embargo, no todo en el fútbol profesional es meter la pelota en la red contraria, y otra red, la económica, también pide su atención.

Todas las sociedades anónimas deportivas (SAD) deben cumplir con unas exigencias económicas respecto a su capital social para competir en LaLiga. Esta obligación, que proviene del Consejo Superior de Deportes (CSD), insta a los clubes ascendidos a mover ficha para llegar a los 4,3 millones de euros de capital mínimo para competir en el fútbol profesional. Ninguno de los cuatro nuevos equipos de LaLiga SmartBank alcanza esta cifra, que se ha incrementado un 22,8% en 2020.

Consultados por 2Playbook, algunos de estos clubes reconocen que desconocen los timings en las exigencias del CSD. En conjunto, las cuatro SAD necesitan 5,92 millones de euros para estar al día con esta pauta del Gobierno, que ha duplicado el capital social que reclama a los clubes de LaLiga en los últimos quince años: de los 2,1 millones de euros de 2005 a los 4,3 millones de este curso.

La cifra mínima exigida a los clubes de LaLiga se calcula matemáticamente a través de una fórmula establecida en el Real Decreto 1251/1999 sobre SADs, por lo que dichos aumentos no responden a ningún tipo de barrera provista por la competición o por el CSD. En esencia es un requisito que se endurece a medida que crece el negocio del fútbol profesional español.

De los cuatro clubes recién ascendidos, el FC Cartagena es el que más próxima tiene la meta en esta tarea del área financiera de los clubes. La entidad murciana cuenta con un capital social de 3,85 millones de euros, con lo que le restan 450.000 euros para alcanzar el objetivo.

El mínimo de capital social exigido por el CSD para los clubes de LaLiga se ha duplicado en los últimos quince años, de los 2,1 millones de 2005 a los 4,3 millones de 2020

El club cartagenero es propiedad del empresario Francisco Belmonte, que adquirió la entidad en 2015 a la sociedad de inversión Sporto Gol Man, que abandonó el estadio Cartagonova tras un solo año al frente de la entidad. El fondo, con domicilio social en Valencia, llevó a cabo aquel curso una reducción del 50% del capital social, que pasó de 7,7 millones a los 3,85 millones actuales. No hay anuncio de una próxima ampliación de capital para cumplir con el CSD en el retorno de los albinegros a la categoría de plata.

A la UD Logroñés le faltan 700.000 euros para alcanzar los 4,3 millones de euros de capital social. Sin embargo, poco falta para que en la capital riojana estén al día con este requisito, ya que este martes la entidad puso en marcha una nueva ampliación de capital de 1,8 millones de euros con la que fijará un nuevo capital social de 5,4 millones de euros.

La entidad rojiblanca es propiedad de Félix Revuelta, fundador de Naturhouse y de este club de nueva creación. Tras adquirir la plaza del CD Varea en Segunda B en 2009, la UD Logroñés ha conseguido ascender al fútbol profesional en diez años bajo el paraguas económico del empresario.

Cuando el equipo logró en Málaga el ascenso a LaLiga SmartBank, el club contaba con un capital social de 1,6 millones de euros. Ahora, y tras una primera ampliación de capital de dos millones, el saldo es de 3,6 millones de euros, que crecerá próximamente para tranquilidad de la entidad. Curiosamente, y aunque Revuelta controla la mayoría accionarial, el propietario ha asegurado que, en esta nueva operación, cederá los derechos de suscripción que sean necesarios para que, por cada acción antigua, los socios-accionistas ya existentes puedan adquirir una nueva por el actual valor nominal de cien euros, “a fin de premiar la fidelidad” de los mismos.

Más alejados de la meta se sitúan el CE Sabadell y el CD Castellón. Dos históricos del fútbol español y dos clubes que han pasado por momentos muy complicados en los últimos años. Aun así, y con una masa social importante para la categoría de bronce, han logrado volver a LaLiga, lo que supone un impulso a sus arcas.

El Sabadell y el Castellón necesitan aumentar en más de dos millones su capital para alcanzar los 4,3 millones requeridos

Pero hasta que puedan percibir los millones por televisión y competición que proporciona LaLiga SmartBank, catalanes y valencianos ya trabajan para poder aumentar su capital social y eliminar esa tarea que tiene pendiente. El Sabadell formalizó hace menos de un mes una ampliación de 1,8 millones de euros, suscrita al 50% por el actual presidente, Esteve Calzada, mientras que el dinero restante fue inyectado a través de seis nuevos accionistas, entre los cuales se destacó Pau Morilla, nacido en Sabadell y establecido en Londres, donde ejerce como socio responsable de inversiones de London & Capital Asset Management. Ahora, su capital social es de 1,92 millones de euros, restándole 2,37 millones para estar al día con la exigencia del CSD.

“Estamos pendientes del informe, en el que se definirán exigencias y calendario”, admitieron tras la última ampliación fuentes próximas al conjunto catalán. En este sentido, la normativa del CSD y de LaLiga establece que la obligación de contar con este capital mínimo únicamente no será de aplicación para aquellos clubes que ya hubieran competido en Primera o Segunda División, que dispongan de “un saldo patrimonial neto positivo” y “no hayan permanecido más de dos temporadas en categoría no profesional”.

Es una definición que no aplica a ninguna de las entidades ascendidas en el último curso. No es el caso del club de Calzada, que perdió su plaza en el fútbol profesional hace cinco años y la ha recuperado tres años después de que pasara a manos de un grupo inversor liderado por el exdirector de marketing del Barça, ni tampoco del CD Castellón, que vuelve a Segunda una década después y tras superar graves problemas financieros.

Los orelluts está en proceso de estabilización económica y cuenta con un capital social de 1,89 millones de euros tras la compra del club por parte de Capital Albinegro, sociedad capitaneada por Vicente Montesinos. Los nuevos propietarios pagaron 2,3 millones de euros para la adquisición del paquete accionarial de la sociedad Orbit Access.

En los últimos dos años, la entidad ha realizado diversas ampliaciones y reducciones de capital. En marzo de 2019, el capital social era de 644.546 euros, cifra que se ha incrementado en más de un millón de euros con dos aumentos: el primero de 870.363 euros y el segundo, el pasado verano, con Montesinos al cargo del club, de otros 382.857 euros. Así las cosas, el CD Castellón ha vuelto a Segunda con un capital social al alza, pero con 2,4 millones de euros menos de los que le requiere el Gobierno. Hay trabajo por delante dentro y fuera del campo.

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