La Superliga europea celebra un nuevo triunfo en los juzgados. FC Barcelona, Juventus y Real Madrid han emitido un comunicado en el que aseguran que un juzgado -no dicen cuál- ha ordenado a la Uefa que revoque inmediatamente todas las actuaciones abiertas contra los clubes que avalan o han avalado anteriormente la idea de una competición internacional al margen del regulador.
El fallo judicial también supone el “archivo definitivo del expediente disciplinario abierto a los citados tres clubes y que deje sin efecto las multas y demás restricciones que fueron impuestas sobre los restantes nueve clubes fundadores, como condición para que éstos no fueran objeto de expediente disciplinario por parte de Uefa”, según explican en un comunicado.
Los tres equipos -los únicos que hoy siguen defendiendo el proyecto- sostienen que “los tribunales respaldan nuevamente la posición de los promotores de la Superliga Europea y desestiman el recurso planteado por Uefa, confirmando la advertencia a ésta de que el incumplimiento de esta resolución podría acarrear sanciones económicas y responsabilidades penales”.
Todos estos autos no han resuelto aún el fondo de la cuestión, que no es otro que si los equipos de fútbol pueden promover sus propios torneos oficiales al margen de las federaciones nacionales e internacionales. “El caso será analizado por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en Luxemburgo, que revisará la posición de monopolio que Uefa ostenta sobre el fútbol europeo”, recuerdan.
Barça, Madrid y Juventus critican nuevamente que el organizador de la Champions League “se ha atribuido la posición, en exclusiva, de regulador, operador y único propietario y gestor de las competiciones del futbol europeo”. Y, en su opinión, “esta posición de monopolio, en conflicto de interés, perjudica gravemente al fútbol y su equilibrio competitivo”.
Los tres gigantes del fútbol continental ya no sólo achacan una mala explotación comercial de las competiciones o un reparto injusto de los recursos, sino que hablan abiertamente de que “los controles financieros son inadecuados y no han sido aplicados de forma objetiva”, en alusión velada a cómo Manchester City y Paris Saint-Germain (PSG) han sorteado las normas de fair play financiero.
De cara a futuras negociaciones sobre el próximo ecosistema de competiciones de clubes, los promotores de la Superliga celebran “que, en adelante, no estaremos sometidos a las constantes amenazas de Uefa” para desarrollar una competición ampliamente criticada por todo el sistema. Sobre ello, admiten que son “conscientes de que hay elementos de nuestra propuesta que deben ser revisados y, por supuesto, mejorados mediante el diálogo y el consenso”.