Entreno de fuerza y la socialización, el ‘mix’ del gimnasio para seducir al público joven

El entrenamiento de fuerza ha ganado enteros en el ranking de tendencias del fitness. Tanto, que los gimnasios están dedicando más espacio a un área cada vez más utilizada por los clientes más jóvenes.

LES MILLS Strength Development entrenamiento fuerza

Los gimnasios regresan a sus orígenes para adaptarse a la era pospandemia. La fuerte irrupción de público adolescente que han vivido los centros de fitness en los últimos meses ha propiciado una transformación en los espacios de los centros deportivos. El gran beneficiado del nuevo escenario protagonizado por la Generación Z y los millenials, conocidos en su conjunto como Generación Activa, ha sido el entrenamiento de fuerza, que ha ganado enteros y se ha consolidado como la actividad favorita de un nuevo usuario teen que no sólo busca cuidar su apariencia física, sino también socializar a través de una actividad que les permite fortalecer su salud.

Son numerosos los estudios que corroboran que se trata de una tendencia global. Un informe de la aplicación de fitness Mindbody situó el entrenamiento de fuerza como la actividad más popular en 2022, por delante del yoga y del pilates, tras analizar miles de reservas realizadas por usuarios en los centros de fitness y wellness. Una encuesta de la plataforma CivicScience, por su parte, constató que el entrenamiento de fuerza y el levantamiento de peso libre era la actividad más elegida entre el 35% de los usuarios de entre 18 y 24 años que declararon practicar algún tipo de ejercicio. Y, en su informe anual de tendencias del fitness, la ACSM situaba en segunda posición el entrenamiento con peso libre, sólo por detrás del uso de wearables.

Como respuesta a la creciente demanda de este tipo de modalidades como resultado del cambio en el perfil del usuario tipo en los gimnasios, los operadores llevan varios meses rediseñando, ampliando y renovando sus zonas de entrenamiento de fuerza, así como todo su equipamiento de peso libre. Es una necesidad que AEFA Les Mills quiere ayudar a cubrir con el lanzamiento de Strength Development (SD), un nuevo programa de entrenamiento especialmente diseñado para satisfacer las necesidades de la Generación Z.

Estas clases ya se han lanzado en Nueva Zelanda, donde se encuentra la sede de Les Mills, y los resultados de la prueba piloto de doce semanas no se han hecho esperar. El 95% de los participantes afirma que continuaría asistiendo a estas clases, el 96% indica que las recomendaría a un conocido y el 98% se mostró satisfecho con el nuevo programa. Desde la compañía admiten que el ofrecer un entrenamiento de fuerza en una clase dirigida ayuda a derribar los mitos que existen sobre el entrenamiento de musculación y el público femenino.

“Hemos notado que buena parte de los socios que entrenan con el nuevo programa no solían participar en el resto de actividades dirigidas grupales; en horas punta, se consigue a atraer a hasta 60 participantes a la sala, mientras que en horas valle a una treintena”, afirma Tash Vincent, Group Fitness Manager de clubes Les Mills Auckland City. Son cifras que certifican que la actividad está calando en la base de abonados, lo que favorece la fidelización de los clientes.

 

No es una cuestión menor, ya que los datos confirman que los menores de 30 años representan en la actualidad un mayor porcentaje respecto al total de usuarios que había en los gimnasios españoles en el año previo al estallido de la pandemia: pasaron de representar el 25% en octubre de 2019 al 36% en el mismo mes de 2022, según constata la consultoría deportiva FitnessKPI. Una tendencia que ha seguido en aumento en los meses posteriores, tal y como confirman las principales cadenas de gimnasios del país. Pero, ¿qué tiene el entrenamiento de fuerza que resulte tan atractivo para este perfil de usuarios?

“El factor principal que ha contribuido a la viralización del entrenamiento de fuerza y sus beneficios ha sido la gran campaña que ha habido en los últimos años por parte de profesionales del sector y sobre todo de creadores de contenido. El reto de la industria ante la generación Active está en adaptar sus viajes de clientes, conseguir conectar con ellos y saber dirigirlos hacia áreas del gimnasio que generen mayor retención que el peso libre”, explica Cesar Navarro Jr, director de operaciones de Aefa. El lanzamiento de una nueva generación de programas llamados GenFit, por parte de Aefa, va en esa dirección. “Esta nueva generación de entrenamientos tendrán un innovador formato pensado para satisfacer las necesidades de la generación Active y las tendencias de mercado, pero sobre todo están pensados para introducir a este público al entrenamiento en grupo y actividades dirigidas”, añade Navarro. 

“Los adolescentes y jóvenes de entre 14 y 25 años han comenzado a reconocer la importancia del entrenamiento de fuerza para mejorar su salud y bienestar general. Existe una creciente conciencia sobre la salud y la forma física, lo que ha provocado que este tipo de entrenamiento sea cada vez más popular entre jóvenes que buscan desarrollar su estética, la hipertrofia y resistencia”, apunta Toni Brocal, fundador del European Sports & Health Institute (Eshi).

Las redes sociales y el peso creciente de influencers vinculados al fitness están actuando como motores que propician la llegada de cada vez más jóvenes a los gimnasios. “Las zonas de entrenamiento se están convirtiendo en un espacio de socialización y seguramente exista un efecto de atracción promovido por la cantidad de contenido que se está colgado en redes sociales e Internet”, añade Brocal. El nuevo diseño de muchos gimnasios, con un look and field cada vez más moderno, busca promover la generación de contenidos digitales entre los usuarios.

La estrecha relación que guarda este perfil de cliente con las nuevas tecnologías también se ve reflejado en un mayor conocimiento acerca de qué respuestas físicas genera en su cuerpo. La cercanía de los millennials y los centennials hacia las nuevas tecnologías les ha abierto las puertas a un amplio abanico de información acerca de los beneficios del entrenamiento de fuerza. Esto ha permitido romper muchos prejuicios que históricamente existían en las zonas de peso libre, especialmente entre determinados públicos como el femenino. La posibilidad de mejorar la densidad ósea, de aumentar la masa muscular, la salud de las articulaciones, de mejorar la postura corporal, de reducir la grasa corporal o de prevenir patologías como la sarcopenia son sólo algunas de las razones que, con el aval de numerosos estudios científicos, justifican volver a poner el foco en el entrenamiento de fuerza.

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