Radiografía del sedentarismo en España: mujeres y la tercera edad, deporte como reto pendiente

La Encuesta europea de salud en España referente a 2020 revela que las personas con una mayor formación y que ocupan cargos de responsabilidad son menos sedentarios. Además, Ceuta es la comunidad autónoma con más gente sedentaria con un 61,4%.

Sedentarismo

Arranca 2022 y, con él, la tradicional lista de propósitos de año nuevo mantiene el hacer más deporte entre los objetivos más repetidos. Y no es para menos: la pandemia ha demostrado que la práctica de ejercicio es un aliado contra el virus y a favor de la salud mental. Ello, en un momento en que el sedentarismo le cuesta al sistema sanitario 7.400 millones de euros al año, no es una cuestión menor. Sin embargo, la brecha de género y generación también existe cuando uno mide la actividad física de la sociedad española.

¿Cuál es el perfil del sedentario en España? Los datos son claros: las mujeres, en todas las franjas de edad analizadas, realizan menos actividad física que los hombres, con una media de sedentarismo de un 44,48%, frente al 35,4% que presentan los hombres. Esta diferencia es especialmente apreciable entre los más jóvenes y los mayores de 85 años, donde la grieta porcentual entre ambos sexos supera los 14 puntos porcentuales en ambos casos.

Estas son algunas de las principales conclusiones que pueden extraerse de la Encuesta europea de salud en España correspondiente a 2020. Sin embargo, esta separación por sexos se reduce notablemente entre las personas de 35 y 65 años, donde las cifras se acercan hasta casi igualarse. Estos datos revelan que el grupo donde se observa un mayor nivel de sedentarismo es a partir de los 74 años, especialmente entre el colectivo femenino. Son cifras que demuestran un problema, pero a su vez una oportunidad: la silver economy puede convertirse en un generador de altas de clientes en los centros deportivos, y medidas como la implantación de la receta deportiva en Madrid pueden ayudar a ello.

A pesar de que las cifras de sedentarismo en España continúan siendo elevadas, los datos han mejorado ligeramente frente a la Encuesta europea de Salud en España realizada en 2014. Así, los datos muestran que el nivel de inactividad física ha remitido, especialmente entre las mujeres, con un descenso de cuatro puntos porcentuales en el caso del público femenino de entre 15 y 24 años. En el caso de los hombres, el nivel de sedentarismo también ha descendido ligeramente, pero en conjunto se mantiene más estable.

Alfonso Jiménez, catedrático de Ejercicio Físico y Salud en el Centro de Estudios del Deporte de la Universidad Rey Juan Carlos y director de THiNK Active, asegura a 2Playbook que esta situación se produce porque “las mujeres tienen menos tiempo libre para realizar actividad física por la falta de equiparación que todavía existe a nivel de organización familiar; continúan siendo en la mayoría de los casos las responsables de las tareas de casa y de los niños, lo que les deja menos tiempo para hacer ejercicio”.

Ello va muy ligado a la incorporación de la mujer al mercado laboral. “Si se tiene en cuenta la definición de sedentarismo como inactividad en el trabajo, hay que tener en cuenta que las mujeres siguen siendo minoría en el mercado laboral ya que muchas son amas de casa y no tienen que desplazarse”, añade Jiménez.

Aunque la Encuesta europea de salud en España reconoce como sedentarios a la población que no hace deporte en su tiempo libre, el experto aclara que sedentarismo e inactividad física son conceptos distintos. Por un lado, el sedentarismo se emplea para referirse a la falta de ejercicio en el desarrollo de la tarea principal del día a día, esto es el trabajo. Por el contrario, la inactividad física hace referencia a la falta de práctica deportiva en el tiempo libre, es decir fuera de la jornada laboral.

Otro de los aspectos que la encuesta pone de manifiesto es el hecho de que la falta de actividad es más habitual entre las personas que tienen una menor formación o que ocupan puestos de menos responsabilidad laboral. De hecho, la diferencia porcentual entre la categoría más alta, los directores y gestores de empresas con más de 10 trabajadores, y la más baja, los trabajadores no cualificados, es de 28 puntos porcentuales. De nuevo, en esta categoría la diferencia es todavía más acrecentada cuando se trata de las mujeres, que en el caso de las trabajadoras no cualificadas llega a alcanzar el 52,42% de sedentarias.

“Existe una polarización clara entre las personas que ocupan puestos más altos y se ven atraídos por actividades más sanas y activas y, al contrario. En este caso el deporte se convierte en un factor de segregación social. Por otro lado, cuanta más responsabilidad se tenga a nivel laboral, mayores serán los ingresos económicos y esto a su vez tiene un impacto en los recursos de los que el individuo dispone a la hora de apuntarse a un club deportivo o de organizar su tiempo libre”, explica el catedrático.

 

Por comunidades autónomas y procedencia

En cuanto a las comunidades autónomas donde el porcentaje de sedentarismo en mayor, se encuentra en cabeza Ceuta, con un 61,48%, seguida de cerca por Cantabria (60,42%) y Baleares (con un 49,73%). En el extremo opuesto están Asturias, con sólo un 20,87%, junto a Extremadura (22,11%) y Navarra (23,22%). Cataluña y Madrid se sitúan en los puestos intermedios con un porcentaje de sedentarismo de un 38,14% y un 39,17%, respectivamente.

Así, no existe un condicionante gráfico que influya sobre el grado de sedentarismo de los encuestados. Esto se explica, tal y como nos ha explicado Jiménez, “porque el comportamiento en toda Europa se ha universalizado, por lo que cualquier municipio con al menos 15.000 personas tiene un centro deportivo o gimnasio donde los usuarios pueden realizar actividad física”.

Otra de las circunstancias que afecta al nivel de sedentarismo es el país de procedencia. Así, los encuestados nacidos en España presentan un mayor de nivel de actividad física, con un sedentarismo de un 35,17%, frente al 43,38% que presentan los extranjeros residentes en el país. Esta situación obedece, al igual que en el caso de los usuarios que ostentan cargos de más responsabilidad en el ámbito laboral, al nivel de ingresos y de oportunidades de las que disponen los usuarios, algo muy influido por el trabajo y el tipo de contrato que tienen.

“A nivel europeo nos encontramos en una posición intermedia, teniendo en cuenta que Europa es en términos generales muy inactiva. Lo que falla en España es que necesitamos un sistema deportivo más proactivo, que sea capaz de interactuar y atraer a los usuarios. Algo similar a lo que sucede en Reino Unido. Esta es una labor que tienen que potenciar tanto las federaciones como los clubes, puedes tienen que conseguir ser más dinámicos”, concluye Jiménez. ¿Conseguirán estas entidades cumplir con su particular lista de propósitos de año nuevo?

La redacción propone