Pere Miró: “El COI ha pasado de ser un simple receptor de servicios a coorganizador de los Juegos”

El que fuera director general adjunto del organismo, que seguirá vinculado al olimpismo como asesor principal del presidente Thomas Bach, explica que el Comité se encuentra ante los mismos “desafíos globales” a los que se enfrenta el mundo.

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Pere Miró es de los mayores conocedores del olimpismo en el mundo. El ex nadador y ex jugador de waterpolo llegó al Comité Olímpico Internacional (COI) de la mano de Juan Antonio Samaranch para los Juegos de Barcelona’92. Tras más de 30 años trabajando desde dentro del organismo, hace unos meses dejó su cargo como director general adjunto para tener un papel más secundario como asesor principal del presidente, Thomas Bach. Miró señala en conversación con 2Playbook que el COI de ahora no tiene nada que ver con el que conoció al llegar: “Tenemos unos desafíos globales” que entonces estaban muy poco presentes.

 

Lleva décadas vinculado al COI. ¿Cómo han cambiado los desafíos del organismo a lo largo de los años?

El COI es un organismo con una vocación universal. No puede ser ajeno a cómo el mundo evoluciona y el mundo ha tenido grandes cambios en los últimos 30 años. El COI debe tenerlos en cuenta para continuar teniendo un rol. Tenemos unos desafíos globales que hay que tener en cuenta y quedan reflejados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. Ahí están los desafíos a los que nos enfrentamos. El COI intenta comprender los desafíos globales y queremos que el deporte se alinee con esos objetivos. Lo podemos ver con ejemplos como el del cambio climático que hace 30 años estaba muy poco presente en el Comité Olímpico, al tiempo que organizamos juegos nuestro objetivo es que el deporte pueda ayudar a la sociedad.

 

¿En qué consistirá esta nueva labor como asesor del presidente del comité? ¿Hasta cuándo la desempeñarás?

He pasado de un lugar operacional como director general adjunto del Comité a asesor del presidente, Thomas Bach. Estaré ligado hasta que termine su ciclo, a mitad del 2025. Seguiré participando en la Comisión Ejecutiva, pero desde atrás, como apoyo al presidente. Antes sí que estaba en la mesa y tomaba la palabra.

 

¿Qué balance hace de la Agenda 2020+5?

Ha sido elaborada analizando los Objetivos de Desarrollo Sostenible y nuestra guía ha sido intentar ver en qué objetivos el deporte puede ser de gran utilidad para conseguirlos. Si bien es cierto que en algunos tiene poco terreno, en otros puede ser fundamental. Estamos hablando de integración o medio ambiente, por ejemplo. Cuando organizamos Juegos debemos ser cada vez más cuidadosos con este tipo de aspectos.

 

¿Han comprendido las ciudades candidatas los requisitos de sostenibilidad y legado exigidos por el COI?

Yo espero que sí. De hecho, este es uno de los actores esenciales. Es un punto que está en cabecera de todos los temas que se tratan y ha cambiado muchísimo en los últimos 30 años. Es necesario que haya un relato detrás de una candidatura. Si no, el interés es menor; por eso se debe ir hacia candidaturas que busquen generar algo positivo en la sociedad en que se realiza. Barcelona’92 supo anticiparse al pensamiento del COI y comprendió que organizar unos Juegos era un medio para cambiar una ciudad. Es el ejemplo del legado, se logró crear una ilusión colectiva.

“Si no hay unidad o apoyo suficiente no se pueden sacar adelante los Juegos”

¿Qué echa en falta para sacar adelante la candidatura de Pirineos para los Juegos 2030?

La situación tiene dos vertientes. Por un lado, si hablamos de relato lo que pretende la candidatura es muy positivo, y se intenta que no se abandone, que haya un futuro. Otra cosa son los distintos acuerdos entre administraciones. Evidentemente, una candidatura debe tener unidad detrás, en todas las instancias. Si no hay unidad o apoyo suficiente no se pueden sacar adelante los Juegos.

 

Una de las formas para medir el apoyo de una candidatura es lograr el apoyo popular por medio de algún referéndum o consulta. ¿Puede esto echar abajo buenas candidaturas que podrían haber sido sede?

El COI no exige ningún referéndum o consulta, pero quiere saber el apoyo popular que tienen las candidaturas. No se pueden organizar unos Juegos Olímpicos en un territorio donde la gente no los quiere. Por tanto, queremos saber el apoyo de todo tipo ya sea popular, económico...

 

¿Qué deben hacer las sedes para lograr la rentabilidad al organizar unos juegos?

En cuanto a la rentabilidad o control económico, el Comité ha pedido a los organizadores que dividan su presupuesto en dos partes: el operativo y las inversiones que hacen con la excusa de los Juegos. Si hablamos de gastos operativos, estos gastos deben estar cubiertos al 100% y es algo que hemos observado en las últimas citas olímpicas. Ahí estamos para controlar que se haga bien. No queremos que haya despilfarros que, al fin y al cabo, dañan a los propios Juegos. Respecto a las inversiones tenemos el ejemplo de Sochi, del que se ha hablado mucho. Rusia decidió construir un centro de invierno y hubo unas inversiones faraónicas para ello pensando en el turismo. Se trata de proyectos que van más allá de los 16 días de competición. En este caso, ha sido un boom para la zona con el que Rusia ha atraído a mucha gente a Sochi.

 

¿De qué forma puede garantizar el COI que las instalaciones utilizadas en unos Juegos seguirán utilizándose después del evento?

Lo cierto es que el COI es cada vez más coorganizador de los Juegos. Antes era un simple receptor de servicios y solo estábamos pendientes de lo que el organizador decidía. Ahora, en cambio, no queremos dejar elefantes blancos ni deudas. Nosotros asesoramos en cuanto a las instalaciones, intentamos hacer ver lo que hace falta o no hace falta en cada sede. El caso de las pistas de bobsleigh es el ejemplo más ilustrativo porque pedimos a las candidaturas que, a no ser que esté muy claro que se les va a dar un uso habitual después de los Juegos, no las construyan o que se marchen a otro sitio a realizar la prueba. Para el caso de Pirineos 2030, se ha hablado de una idea muy romántica que es la vinculación Barcelona- Sarajevo.

 

¿Cómo serán las sedes del futuro? ¿Tendemos hacia las sedes compartidas para ahorrar costes? ¿Se puede llegar a acuerdos entre diferentes países para organizar una cita olímpica conjunta?

Deseo que esto sea posible en un futuro. Ahora lo que tenemos es un organizador que luego puede usar sedes que están en el territorio. Si esto es una tendencia para garantizar que tenemos mejores sedes, adelante.  

“Los Juegos de Pekín 2022 han sido un ejemplo de inversión de futuro, han apostado por el desarrollo de una región donde no se practicaba deporte de invierno”

¿Qué balance hace de los JJOO Pekín 2022? ¿Ha cumplido con esos compromisos en términos de sostenibilidad y rentabilidad económica?

Yo diría que sí. De China se ha hablado por el tema de la Covid-19 pero, en cambio, se ha hablado poco de los Juegos y del trabajo increíble de los organizadores. Han sido un ejemplo de inversión de futuro, han apostado por el desarrollo de una región donde no se practicaba deporte de invierno, y ahora es idóneo para poderlo hacer; es una apuesta de futuro. Los estudios que ellos han hecho al respecto demuestran que sí es sostenible.

 

¿Por qué cree que algunos proyectos olímpicos no han logrado el apoyo de la ciudadanía? ¿Ha perdido atractivo el acoger una sede olímpica? Antes de la crisis económica de 2008 no se cuestionaba tanto esta posibilidad en la sociedad…

Yo creo que no. Pero es mucho más fácil hacer demagogia contra los Juegos, que intentar explicar de forma racional los beneficios. En los últimos años se han desarrollado movimientos contrarios a los Juegos y cada vez que hay una candidatura que va a salir adelante hay organizaciones que quieren acabar con ellos. Es mucho más fácil que alguien venga y te diga que ese dinero se puede invertir en hospitales, escuelas... en lugar de invertirlos en los 16 días de los Juegos. Sin embargo, si hay un relato para impulsar un desarrollo social en el territorio de cada candidatura se va hacer más por el territorio.

 

¿Cómo gestionará el COI la participación o no de los atletas rusos y bielorrusos en el futuro ante la continuación del conflicto?

Esperemos que esta situación especial acabe lo antes posible. Una estructura deportiva como las rusas y bielorrusas puedan volver e integrarse lo antes posible en las estructuras globales del mundo. El deporte debe servir para mejorar la sociedad para tender puentes de unión, los rusos no deben estar excluidos en el futuro si queremos tender estos puentes. Al fin y al cabo, se trata de una decisión que ha tomado un gobierno. Veremos cuándo, pero intentaremos que vuelvan lo más pronto posible. Cuando uno se sube al árbol, debe pensar como bajar de él y eso en lo que tenemos que centrarnos ahora.

 

¿Qué pasos adelante deben dar las federaciones internacionales de boxeo, halterofilia, pentatlón moderno o karate (katas) para que finalmente sean olímpicas?

El karate entra y sale en función de lo que los organizadores proponen. Para cualquier federación internacional que quiera estar vinculada y reconocida en el programa es esencial el buen gobierno y en algunas de esas federaciones este aspecto no es su punto fuerte. El COI debe intervenir más en temas que antes no intervenía, ahora no podemos dejar que el comité organizador haga lo que venga en gana. Lo que hace una federación internacional nos vincula y afecta a todos. Tenemos que tener claro cómo actúan las federaciones; la de halterofilia ha tenido muchos problemas relativos al doping y no podemos tolerar que una federación no esté al nivel. Por otro lado, es una lástima lo del boxeo en el que ha habido tantos problemas que incluso tenemos que protegerlo de su propia federación.

 

¿Qué estrategia está definiendo el COI para acercarse a nuevas modalidades electrónicas como los eSports?

Los eSports son muy importantes en el mundo, hoy en día, y el COI se debe adaptar a ello. Ahora bien, debe haber unos límites marcados. En el estudio de integración que hemos iniciado no tiene cabida ningún juego que no respete los principios básicos del movimiento olímpico. Es decir, toda violencia gratuita no tiene cabida.

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