El voto de censura a la junta de Barça, más cerca tras rebasar las 20.000 firmas

Los promotores han logrado 5.000 firmas más de las necesarias, por lo que difícilmente pueda frenarse una votación que exigirá el 66% de votos a favor para poner fin al mandato de Josep Maria Bartomeu.

fc barcelona mocio

El voto de censura promovido desde varias partes del barcelonismo está un paso más cerca de ser una realidad tras rebasar todas las previsiones en cuanto a recogidas de firmas. Los impulsores de la iniciativa han acudido esta tarde a las oficinas del Camp Nou para entregar todas las cajas que contienen los avales de socios partidarios de poner fin al mandato de Josep Maria Bartomeu en la presidencia del FC Barcelona.

En total, los promotores de la moción habían acudido con 20.731 firmas, de las que el club ha dado por buenas 20.687 firmas. Aun así, son 4.000 apoyos más del mínimo necesario que debían cumplir. Así, difícilmente no prosperará el primer paso necesario para que se realice la votación.

La iniciativa está promovida por el candidato Jordi Farré, que se adelantó al resto de plataformas promotoras de la moción, y a ella se adhirieron poco después los candidatos presidenciales Víctor Font y Lluís Fernández Alá, además de otros grupos de influencia entre los socios barcelonistas.

A partir de ahora, el club tiene diez días hábiles para comprobar que la validez de las firmas presentadas, que una vez revisadas, deberían superar ese objetivo necesario del 15% de la masa social con derecho a voto.

Si se alcanza el número mínimo de papeletas hábiles para el voto de censura –en cuyo recuento habrá siempre presente un responsable del club blaugrana, otro de la Federación Catalana de Fútbol y un tercero de los promotores de la moción– la junta que preside Bartomeu deberá de convocar una votación.

Ese día, que sería probablemente en la segunda mitad de octubre, deberían votar a favor del cese de la junta al menos un 66% de los socios participantes. Ahora bien, según consta en los estatutos, tan solo se daría por buena la votación en caso de que el número de personas que voten en ese sentido equivalgan al 10% de la masa social con derecho a voto. A partir de ahí, el presidente deberá convocar unas nuevas elecciones.

El calendario no es baladí, puesto que de eso dependerá quién presenta las cuentas anuales a la asamblea de compromisarios, que está prevista para el 25 de octubre. Bartomeu quería poder afrontar esa reunión y dejar encarada la reestructuración de 2020-2021 antes de convocar a las urnas el próximo marzo. Sin embargo, esa decisión corresponderá ahora.

Se desconoce cuál será el cierre económico definitivo, si bien diversas fuentes apuntan a unas pérdidas de cerca de 100 millones de euros en 2019-2020 a causa del Covid-19. Aun así, la junta cerrraría su mandato en beneficios.

 

Los precedentes de la moción de censura

La primera moción de censura de la historia del Barcelona la presentó la plataforma Elefant Blau en 1998 contra Josep Lluís Núñez, en lo que sería el trampolín años después para Joan Laporta. Se recogieron las firmas necesarias, pero los promotores se quedaron en sólo un 35,5% de los votos favorables a expulsar al entonces presidente, frente al 66,6% que entonces ya se pedía.

Las dos siguientes, una impulsada por Iván Carrillo y la otra por Ramón Fusté y Lluís de Val, fueron contra Joan Gaspart y tuvieron lugar entre finales de 2002 y principios de 2003. Ninguna de ellas consiguió llegar al referéndum, pero acabaron forzando la dimisión del presidente azulgrana, recuerda Efe.

Oriol Giralt en 2008 fue el impulsor de la cuarta, precisamente contra Laporta. La iniciativa reunió 9.473 firmas de las 5.882 necesarias (entonces todavía solo era necesario el 5% del censo electoral) y en la votación un 60,6% de los socios se decantó a favor de la moción. El presidente siguió en el poder, pero le dimitieron ocho directivos.

La quinta se presentó contra Sandro Rosell y los impulsores fueron Jordi Cases y Joan Arnés, que acabaron tirando la toalla ante la imposibilidad de reunir las 18.000 firmas necesarias que los nuevos estatutos pedirían al incrementarse del 5 al 15% el porcentaje necesario del censo de socios que debían apoyar la moción para llevarla a referéndum. La última moción de censura fue la que impulsaron el dos veces candidato a la presidencia del club, Agustí Benedito, y su mano derecha, Lluís Geli, durante el verano del 2017.

Esta acabó en los juzgados a causa de que los impulsores y el club tuvieron discrepancias respecto si los sábados entonces eran días hábiles o no para recoger firmas. Finalmente, el Juzgado de Primera Instancia Número 34 de Barcelona falló en setiembre de 2019 a favor de Benedito, quien había pedido la nulidad de los plazos del voto de censura. La sentencia concluyó que los sábados no eran días hábiles.

El intento de destituir a la junta directiva de Josep Maria Bartomeu no llegó a buen puerto porque Benedito y Geli tan solo consiguieron 12.504 de las 16.570 firmas necesarias. Aunque estas fueron destruidas por los impulsores antes de ser entregadas al club y no pudieron ser oficializadas.

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