Los gigantes del fitness: desafío de recuperar 2.985 millones de facturación perdida por la pandemia

Las pérdidas agregadas desde 2020 se elevan a 2.140 millones de euros. El 40% de este agujero es atribuible a la cadena estadounidense de clubes premium Life Time, que ha dejado de facturar 1.420 millones de euros desde que estalló la crisis sanitaria.

Life Time Fitness dirigidas

Los grandes players del fitness internacional ponen cifra al impacto económico de la pandemia, justo cuando la recuperación del sector empieza a ser una realidad. Y el resultado no puede ser más crudo. Las once cadenas de gimnasios que cotizan en Bolsa o en el mercado de renta fija acumulan pérdidas agregadas de 2.140 millones de euros desde el estallido de la pandemia. Las cuentas de las compañías reflejan que todas, excepto Planet Fitness, han cerrado el ciclo 2020-2021 con números rojos, y en varios casos la situación económica de 2021 fue aún peor que la de 2020.

El desgaste del primer año de pandemia, que provocó el cierre por fuerza mayor de instalaciones en muchos países, se endureció en 2021. Es el caso de Basic-Fit, que empeoró sus números rojos un 19,8%, o la estadounidense Life Time, que perdió un 60,8% más que en 2020 pese a que en EEUU las cadenas pudieron operar sin apenas restricciones en 2021. Esta cadena premium es la que ha visto reducidos sus ingresos con mayor dureza, pues entre los dos años marcados por la Covid ha dejado de facturar 1.533 millones de dólares (1.419,8 millones de euros).

Ese impacto en la pérdida de rentabilidad o en el empeoramiento de las pérdidas responde a una fuerte caída de los ingresos que ni siquiera las políticas de ajuste del gasto han permitido esquivar. Las once cadenas analizadas han dejado de facturar 2.985,8 millones de euros en 2020 y 2021, en comparación con los ingresos generados en 2019, según datos analizados por 2Playbook Intelligence, la unidad de inteligencia de mercado de 2Playbook. La más mermada fue Life Time, pero también sobresalen la británica PureGym, que se ha dejado 375,5 millones de euros en ventas desde entonces, y Planet Fitness, que acumula un agujero de 356 millones de euros en los dos años pospandemia.

Excluyendo a Xponential Fitness y F45, dos grupos de clubes boutique que han crecido incluso en tiempos de crisis porque están abriendo centenares de clubes franquiciados, los grandes players del fitness mundial cerraron 2021 un 27,8% por debajo de los niveles de negocio que tenían en 2019. El impacto sería aún mayor si no se tuvieran en cuenta las aperturas que se han ido realizando en los últimos 24 meses.

Por ejemplo, Planet Fitness, la única de las once cotizadas que cerró 2021 en beneficios, creció un 44,5% respecto a 2020, pero aún continúa un 14,6% por debajo de 2019. Y eso que ahora cuenta con 253 instalaciones y 800.000 abonados más que entonces. Las empresas no facilitan la evolución de su negocio like for like, pero el impacto de la pandemia hubiera sido mayor de no ser por las aperturas.

Otros ejemplos son las ya citadas Xponential Fitness y F45, que facturaron un 20% y un 44% más, respectivamente, con relación a 2019. La clave está en la fuerte expansión que han realizado, si bien continúan lejos del punto de equilibrio. Es más, en los dos últimos años acumulan pérdidas de 30 millones y 192,4 millones de euros, respectivamente.

La única gestora española analizada es Supera, cuyas pérdidas acumuladas en los dos últimos ejercicios se elevan a 16,1 millones de euros. La pandemia ha puesto punto y final a una tendencia positiva, puesto que hasta la Covid-19 venía ganando dinero año tras año, con récord de rentabilidad en 2019, cuando ganó 3 millones de euros. En España, y a falta de conocer el cierre de 2021, cabe mencionar dos compañías que no cotizan, pero que también han sufrido un duro golpe, como Forus o Viva Gym, que sólo en 2020 perdieron 64,8 millones y 36 millones de euros, respectivamente.

Basic-Fit, el operador europeo con mayor número de gimnasios, acumula unos números rojos de 275,2 millones de euros y en los dos últimos años ha dejado de facturar 313 millones de euros, 174,5 de ellos en 2021. Además, el ingreso medio por abonado el ingreso medio por miembro ha caído desde 19,6 euros al mes hasta 17,2 euros en dos años.

Al otro lado del Atlántico, el principal operador de gimnasios en implantación, Smart Fit, continúa sufriendo los estragos de la Covid-19, aunque el mayor golpe lo recibió en 2020. En dos años ha dejado de facturar 193,8 millones de euros y sus pérdidas acumuladas se elevan a 200 millones de euros.

Los operadores confían en mejorar su negocio en 2022, no sólo respecto a los últimos años, sino en comparación con lo que movía antes de la Covid-19. “La pandemia aceleró una tendencia de mayor interés por la salud y el bienestar que ya estaba en marcha”, explicó el consejero delegado de Planet Fitness, Chris Rondeau, durante la presentación de resultados. La cadena low cost espera crecer alrededor de un 55% en 2022.

Es una visión que también compartió Bahram Akrari, fundador y presidente de Life Time, al señalar que “las tendencias del sector y las demandas de los consumidores hacia estilos de vida más saludable impulsan nuestras perspectivas de crecimiento”. René Moos, consejero delegado de Basic-Fit, también apuntó en esa dirección meses atrás.

La oportunidad existe; de lo contrario la cadena holandesa no habría confirmado su entrada en Alemania, donde opera el gigante McFIT, con el que rivalizará en el segmento low cost. “Hay más gente que nunca que podrá acceder a nuestros clubes y tener una vida activa y saludable”, recalcó meses atrás.

 

La industria global del fitness aspiraba a rebasar los 100.000 millones de dólares en 2020

El sector del fitness facturó a escala internacional 96.700 millones de dólares (89.523 millones de euros) en 2019, según Ihrsa, y preveía rebasar los 100.000 millones de dólares (92.570 millones de euros) un año después, justo cuando estalló la pandemia. No hay cifras de cuánto movió esta industria en ese ejercicio, pero en la cuna del fitness, donde tienen sede la mayoría de cadenas que cotizan en Bolsa, el negocio cayó un 58%. “Al ser en gran medida negocios de costes fijos, una disminución de los ingresos en un grado tan grande tiene consecuencias devastadoras, tanto a corto como a largo plazo”, afirma Brian Smith, director de consumo del banco de inversión Piper Sandler.

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