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De Metropolitan a DiR: ventas, pérdidas y deuda de los gigantes del fitness español tras la pandemia

Entre los treinta principales players por volumen de centros sumaron 963 clubes a cierre de 2020. Metropolitan siguió liderando en términos de negocio, mientras que Brooklyn Fitboxing lo hizo en número de locales.

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El sector del fitness ha vivido dos momentos de cambio que han coincidido con el paso de década: la irrupción del low cost, que obligó a los players tradicionales a reposicionarse, y la crisis de la Covid-19, que ha sacudido los cimientos de una propuesta de valor hoy más omnicanal, amplia y cercana a la salud. Por el camino, un agujero de más de 150 millones de euros en pérdidas entre las 15 principales cadenas de gimnasios. Tomando como referencia las 24 gestoras que más facturan, estas movieron un negocio agregado de 516 millones de euros en 2020, un 35,8% menos que durante el año anterior. Pero, ¿cuánto facturó cada una de ellas? ¿En qué niveles de rentabilidad estuvieron tras verse obligadas a cerrar gimnasios durante un mínimo de tres meses en 2020?

Del Informe Económico del Fitness 2021, elaborado por 2Playbook con la colaboración de Matrix, se desprenden dos conclusiones. La primera es que, si bien la pandemia afectó con dureza a las gestoras de instalaciones deportivas, el golpe en los principales players ha sido menos duro que si se tienen en cuenta los operadores de menor tamaño. La patronal española de los gimnasios Fneid apuntó a una caída del 64% en el negocio, mientras que un informe de EuropeActive y Deloitte apuntaba a un descenso del 43,4%.

La evolución fue muy desigual incluso entre quienes cayeron en ventas por debajo de esa media. BeOne, que se mueve en el segmento concesional y no sumó nuevos centros ese año, experimentó una caída del 38,1% interanual, mientras que Synergym redujo su negocio sólo un 8,6% gracias al impacto de las diez aperturas que realizó.

Sí que es cierto que operadores como Supera dejaron de facturar un 45%, O2 Centro Wellness un 41% o Paidesport Center un 48,7%, pero otros grandes players como Metropolitan redujeron su negocio un 25%, por el 33% de VivaGym o el 38,4% de GO fit, la primera cadena de gimnasios que cerró antes de que se declarara el estado de alarma.

La segunda conclusión es que la pandemia no ha alterado ni el mapa ni la hegemonía de los operadores que ya lideraban el sector antes de la crisis sanitaria. Metropolitan continúa siendo el principal operador por cifra de negocio, mientras que el segmento boutique, encabezado por cadenas de franquicias como Brooklyn Fitboxing, están en lo más alto del ranking por red de centros.

Que la Covid-19 haya afectado a todos los operadores ha provocado que no haya habido sorpaso, aunque sí que es cierto que cadenas como Holmes Place se han replegado. La venta de diez centros a JP Morgan, dueño de Forus, provocarán una caída en el negocio de la cadena británica en España en 2021, un año en que la gestora liderada por Ignacio Triana dará un salto en volumen de ventas como los que ha ido dando estos últimos años a golpe de adquisiciones.

También se espera que reduzca sus números rojos por dos motivos. El primero es que la cadena aprovechó 2020 para deteriorar el valor de los activos más problemáticos que ha comprado estos años -muchas veces, empresas en concurso-, lo que supuso que las pérdidas se elevaran hasta 60 millones de euros. De no ser por ello, el roto hubiera sido de 32,6 millones de euros. En el caso de GO fit, sus números rojos fueron de 19,2 millones de euros, tras años de sostenibilidad económica.

¿El motivo? Al freno comercial de 2020 por el cierre de instalaciones y la pérdida de clientes que afectó a todos los operadores, se sumaron las amortizaciones que están asumiendo cada año las cadenas que venían ejecutando un fuerte plan de expansión. Es el caso de Viva Gym Group, que sufrió unos números rojos de 36,1 millones de euros, según la norma contable Ifrs, o Altafit, que no aún no ha desvelado sus estados financieros, pero que venía de pérdidas en 2018 y 2019.

A ello se suman las compañías que optaron por complementar salarialmente a sus trabajadores para que no perdieran poder adquisitivo durante el periodo en que estuvieron en Erte. Es el caso de GO fit y de Metropolitan, que se anotó unas pérdidas de 2,1 millones de euros. La única compañía que finalizó 2020 con resultado neto positivo fue la canaria Lude-Macrofit, según los datos recopilados en el informe, que ha contado con la colaboración de la mayoría de las empresas para contextualizar sus datos y extraer ratios económico-comerciales adicionales. El club premium Bonasport, ubicado en Barcelona, se quedó a sólo 20.000 euros de alcanzar el break even.

Otra de las consecuencias de la pandemia es que las gestoras de instalaciones cerraron el año más endeudadas. Algunas estaban poco apalancadas tras años apoyándose en las aportaciones de sus socios, como por ejemplo McFit o DreamFit, o reinvirtiendo los beneficios acumulados de ejercicios anteriores, como Metropolitan.

La deuda financiera neta, calculada a partir de los pasivos con entidades de crédito, arrendamientos financieros y otros pasivos financieros, a los que se le resta el efectivo y otras inversiones financieras a corto plazo, se disparó en 2020. BeOne, que acaba de recibir un préstamo de 24,5 millones de Cofides, tenía una deuda financiera neta de 34 millones a cierre de 2020, un 45,7% más. DreamFit antes de la pandemia no estaba endeudada porque reinvertía lo que ganaba en crecer, pero recibió un préstamo con el aval del ICO por 9 millones de euros en 2020.

En el caso de Enjoy Wellness, que tiene en proceso de obra u obtención de licencia diez centros deportivos, elevó su deuda un 43%, por el 16% de GO fit, que ya en 2019 captó 200 millones en una operación bullet con la firma de inversión ICG. Además, los accionistas apoyaron su actividad en 2020. En cambio, McFIT, que recibe recursos de la matriz en Alemania, tenía deuda financiera neta negativa por 23,3 millones. Otra de las compañías que estaba poco apalancada es Metropolitan, con un pasivo financiero neto de sólo 10,5 millones de euros, un 46% más que en 2019.

Por volumen de instalaciones, los líderes en implantación son las cadenas de franquicias que crecen con centros de pequeño tamaño. Es el caso de Brooklyn Fitboxing, cuyos estudios no suelen superar los 300 metros cuadrados y en el año de la pandemia tenía 133 locales, o Sano Center, que cerró 2020 con más de 50 clubes.

Viva Gym Group es el principal operador de la Península Ibérica por volumen de negocio y centros (obviando las cadenas de franquicias), pero excluyendo Portugal el líder en España es AltaFit, que tenía 81 clubes a cierre de 2020. En el ranking le siguen DiR, que también opera con las franquicias YogaOne, y Sano Center. Entre los treinta principales players por volumen de centros sumaron 963 clubes a cierre de 2020.

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