US Open: el Grand Slam que busca el millón de espectadores tras facturar más de 427 millones

El torneo estadounidense, que atrae a patrocinadores como Tiffany, JP Morgan, Emirates o American Expreess, es el que genera más ingresos por su negocio audiovisual. Este año destinará un ‘prize money’ récord de más de 57 millones.

us open court central pista tenis

El US Open cierra la temporada de Grand Slam en la ATP y en la WTA. En Flushing Meadows sueñan con repetir la final de Wimbledon, otro duelo entre Carlos Alcaraz y Novak Djokovic que eleve aún más el seguimiento del torneo estadounidense. El gran estado de forma del murciano junto al retorno del número 2, que no participó en 2022 al no poder entrar en Estados Unidos (EEUU) por no vacunarse contra la Covid-19. El número uno contra el número dos del mundo, una rivalidad que hace aumentar el atractivo del torneo de tenis que genera un mayor negocio a nivel mundial y que apunta a batir un nuevo récord de ingresos y de reparto de premios en 2023. 

En 2022, el Grand Slam estadounidense facturó 472 millones de dólares (427 millones de euros), superando así su propio récord, el de la edición de 2021, cuando se convirtió en el primero en superar los 400 millones de dólares en ingresos. El torneo está gestionado por la federación estadounidense (Usta, en inglés), que el año pasado obtuvo un 89,3% de su negocio total con este evento, según su última memoria, que no desglosa los ingresos del torneo y de otras actividades. 

El año pasado, la cita también logró su récord de aficionados en las gradas, más de 888.000, registro con el que mejoró en un 20% el dato obtenido en 2019. Ello, a pesar de las ausencias de jugadores ilustres como Djokovic, Federer o Zverev. Sólo en taquilla, Usta facturó 167,4 millones de dólares (151,4 millones de euros) en 2022, un 21,7% más que en 2023. El torneo norteamericano es, de lejos, el que más ingresos genera por venta de entradas. Su principal competidor en afluencia, el Abierto de Australia, ha superado este año los 900.000 espectadores en las tres semanas que dura el torneo. Roland Garros se quedó en 630.000 seguidores, mientras que por Wimbledon transcurrieron 532.000 personas el pasado julio. 

Influye que el Billie Jean King National Tennis Center donde se disputa (Nueva York) tiene la mayor capacidad de asistentes de todos los Grand Slam. En total, cuenta con tres estadios y 18 canchas exteriores, liderados por el Arthur Ashe, donde también se celebran otros grandes eventos. Su pista central fue remodelada en 2015 para alcanzar un aforo de 22.500 espectadores tras una inversión de 150 millones de dólares. Supera los aforos del resto de pistas centrales: 15.059 espectadores puede albergar la pista Philippe-Chatrier; 14.979 seguidores puede acoger la pista central del All England Lawn Tennis & Croquet Club, y 14.820 personas pueden sentarse en la Rod Laver Arena. 

El torneo empezará el 22 de agosto, con las rondas clasificatorias previas, y finalizará el 10 de septiembre, con las finales. El torneo quiere impulsar su asistencia y para ello ha creado una fan week, entre el 22 y el 27 de agosto, para la que abrirá sus pistas al público de forma gratuita. ¿El motivo? Fomentar la afluencia, especialmente de público familiar, para el que organizará diferentes actividades y eventos enfocados en el tenis, para elevar el interés de un torneo que aspira a ser el primero en alcanzar el millón de espectadores presenciales. 

 

El torneo que más genera en derechos audiovisuales y en patrocinio

El ticketing ha superado los ingresos audiovisuales, que aportan unos 143 millones de dólares (129 millones de euros). El contrato con Espn, firmado por once años y 825 millones de dólares (746 millones de euros), deja en sus arcas 75 millones anuales (67,8 millones de euros). A estos se suman otros acuerdos internacionales, como el de Eurosport, que en febrero renovó sus derechos audiovisuales durante cinco años más, aunque este acuerdo no incluye las emisiones en grandes mercados como Reino Unido, Italia, Alemania, Francia y Austria. En España, el US Open se podrá ver por Movistar+. BeIN Sports, Sky y Sony Sports son otros de los destacados operadores que tienen los derechos para emitir el US Open en diferentes territorios.

Un 20,2% del negocio que factura la federación estadounidense corresponde al patrocinio, que aporta 106,6 millones de dólares (96,4 millones de euros) entre US Open, Masters, US Open Series, Copa Davis, Copa Billie Jean King y USTA National Campus. Entre los acuerdos comerciales del Grand Slam estadounidense se encuentran firmas como American Express, Emirates, JP Morgan, Cadillac, Deloitte, Evian, IBM, Polo Ralph Lauren, Chubb, IHG Hotels, Rolex Heineken, Wilson, Tiffany & Co o Ticketmaster, entre otros. 

En cuanto al reparto de premios, el US Open también lidera la tabla. En 2022 destinó 60,1 millones de dólares (54,3 millones de euros), la cifra más elevada de su historia. Este año lo aumentará un 8%, hasta 65 millones de dólares (60 millones de euros). Son cifras que superan ampliamente los repartos del resto de torneos: Wimbledon repartió este año 44,7 millones de libras (55,1 millones de euros); Roland Garros distribuyó 49,6 millones de euros y, finalmente, el Abierto de Australia destinó 76,5 millones de dólares australianos (46,7 millones de euros) a los jugadores. 

Los cuatro torneos que conforman el Grand Slam reparten equitativamente las mismas cantidades a hombres y mujeres. Eso sí, US Open fue el primero de ellos en igualar los premios en metálico, ya que lo hizo en 1973, cuando la tenista Billie Jean, que hoy da nombre a las instalaciones donde se disputa, amenazó con boicotear el torneo hasta que no cambiara la situación. Hubo que esperar prácticamente tres décadas, hasta 2001, para que llegase el siguiente, Australia. Roland Garros y Wimbledon no lo hicieron hasta 2006 y 2007, respectivamente. 

Así pues, tanto Alcaraz, Djokovic y Medvedev, en categoría masculina, como Swiatek, Sabalenka y Rybakina, en la femenina, optarán por un premio que podría superar los 2,6 millones (2,3 millones de euros) que el murciano y la polaca se embolsaron el año pasado. Para el finalista también hay consuelo, un premio de 1,3 millones de dólares (1,2 millones de euros).

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