Lluís Rabaneda (RocRoi): “Si el outdoor tiende a precios bajos no podrá reinvertir y dar calidad”

El director general y fundador de RocRoi y vicepresidente de la Federación Internacional de Piragüismo advierte de la necesidad de adaptar la formación de los instructores de los deportes de aventura “con un proceso más acreditativo”.

lluis rabaneda

Lluís Rabaneda lleva toda su vida sobre un kayak descendiendo en aguas bravas. Una pasión que le ha permitido ser uno de los mayores conocedores de los deportes outdoor, tanto competitivo como recreacional, algo que hoy ha convertido en un negocio. El director general de RocRoi, empresa de deportes de aventura, es optimista respecto al futuro de un sector que se ha reforzado tras la pandemia. Eso sí, avisa de las dificultades que hay en la contratación de técnicos e instructores por el enfoque que hoy tienen los planes de estudio de formación profesional en España. Rabaneda, también miembro de la junta de la Federación Internacional de Piragüismo, asegura a 2Playbook que una de las principales deficiencias que deben afrontar es “la competencia a unos precios muy bajos”, que lleva al sector a una pérdida de calidad.

 

La pandemia ha afectado a la mayoría de negocios en la industria del deporte, pero, en su caso, ¿ha sido un impulso para el outdoor al presentarse como una alternativa a las disciplinas en centros deportivos?

Sí, pero lo que queda por saber es si esto se mantendrá de forma sostenible en los próximos años. Pese al encierro de tres o cuatro meses y todas las incógnitas que había, fue una grata sorpresa que la gente se interesase tanto. Antes de la pandemia ya había una tendencia al alza y una gran demanda.

 

¿Qué actividades o disciplinas están experimentando un mayor crecimiento? ¿Cuáles ve con más potencial?

Lo dividiría en dos grandes bloques. Por un lado, están las actividades que la gente realiza para hacer deporte personal como el running, ir a la montaña y el ciclismo. Por el otro, están las actividades que se salen de la norma, porque la gente ha ido a buscar experiencias que sería difícil tener en cualquier otra situación. Es importante diferenciarlo, porque no son lo mismo aquellos deportes donde sin profesionalizarse se intenta crecer de este perfil más experiencial. Las actividades más grupales, como el rafting y los barrancos, tienen popularidad por el concepto de disfrutar de una experiencia y compartirla con amigos. Pero luego están los cursos de formación, que van desde vela a aguas bravas, y es ahí donde hay una clara perspectiva de crecimiento.

 

¿En qué situación se encuentra el piragüismo en España? ¿Qué debe hacer para aprovechar el potencial que ofrecen los ríos?

Cuando hablamos de deporte federado tenemos la gran duda de si incluir o no este tipo de actividades más recreativas, y es algo que deberíamos tener muy en cuenta. Dentro de la federación internacional nos hemos puesto la meta de integrar la parte de recreo y turismo, porque al final son usuarios de nuestro deporte. El que sólo baja un día en su vida por un río ya puede decir que ha hecho piragüismo. Las federaciones estamos en la línea de captar este usuario puntual y transformarlo en un usuario recurrente.

 

Algunos sectores deportivos, como el fitness, apuntan a que hay un problema para la contratación y fidelización de técnicos. ¿En el mundo del deporte outdoor también existe esta preocupación?

Este es uno de los grandes dolores de cabeza que tenemos todas las empresas de deportes de aventura. Aquí hay varios problemas: en primer lugar, el sistema educativo español no es acreditativo, es formativo. Una persona que quiera trabajar como guía de kayak en el mar tiene que hacer un curso de 250 horas y, si quieres crecer más, tienes que hacer 500 horas, lo que supone un año lectivo. Esto acaba dificultando que haya suficientes técnicos. Por otro lado, no olvidemos de que se trata de un sector temporal. Para tres meses de trabajo necesitas una gran formación. El proceso formativo ha de estar, pero en paralelo debe estar el acreditativo en el que puedas mostrar el nivel en unos días y así agilizar el proceso. Eso no quiere decir que no haya una formación, pero el que lo acredite debe evitar quedarse estancado en un filtro tan duro que nos penaliza mucho.

Muchas empresas dependen de concesiones administrativas precarias y así es muy difícil que se invierta y se ofrezca un producto de calidad

¿Qué posibilidades hay en el sector del deporte outdoor en cuanto a la fabricación?

Ponerse a fabricar es una de las oportunidades que hay. Es algo que nunca hemos desechado, y por ello hemos creado una marca propia para producir en Asia. En nuestro sector es difícil porque no hay marcas lideres del mercado, y, por tanto, si hay una marca referente sin distribuidor se va a perder notoriedad. Las marcas que lo intentan están encontrando muchos problemas logísticos.

 

¿Cuáles son las principales deficiencias o elementos de mejora del sector del turismo deportivo en España?

Una de las grandes deficiencias es la de los estándares de calidad. En algunas zonas son muy altos, en otras está contando poner un nivel mínimo y, a la vez, estamos dando mucha calidad a precios medios y bajos. Hemos de dar un salto para que haya una rentabilidad que te permita reinvertir y mantener una calidad alta. En ciertos sitios, el hecho de que exista un precio bajo hace que no se pueda reinvertir y la calidad del producto baja. No podemos permitirlo, porque todo esto funciona si tú puedes continuar mejorando el servicio. Si no, al final pierdes calidad. El tema de la competencia en los precios es uno de los principales déficits que tenemos en España, pero hay otro aspecto que hay que tener en cuenta y es que muchas de las empresas dependen de concesiones administrativas precarias y así es muy difícil que se invierta y se ofrezca un producto de calidad. Aun así, estamos en el top 10 en el mundo, pero la rueda en la que estamos metidos no es positiva.

 

¿Cómo es la relación con las instituciones a la hora de gestionar las actividades? ¿Se echa en falta algo de ayuda o colaboración con ellos?

No es un tema de ayudas. Por ejemplo, si hablamos de lo que son experiencias en la playa, todos los operadores son concesionarios de puertos o playas, y las concesiones que reciben son muy precarias de un par o tres años. En el libro blanco de turismo catalán se dice que va a tender a desaparecer el turismo de sol y playa y va a ganar el experiencial. Pero si te dan una concesión de tres años, en lo que piensas es en ganar el máximo dinero y no en implantarte.

 

RocRoi ha patrocinado y organizado varios campeonatos o eventos internacionales. ¿Es la organización de competiciones un trampolín para impulsar el crecimiento de la compañía?

En el pasado ha sido una posibilidad de posicionamiento y visibilidad. Nos sirvió para posicionarnos como marca, con dos campeonatos del mundo de kayak, freestyle y otros dos campeonatos de Europa. RocRoi ya es una marca reconocida a nivel mundial, pero ya no vamos a estar en este tipo de eventos solo para posicionar marca.

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