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Manresa ata una inversión de 7 millones en el Nou Congost para impulsar su negocio de ‘ticketing’

El Ayuntamiento ultima el proyecto de reforma del pabellón, que costará entre 5 millones y 7 millones. El club tendrá hasta 5.800 localidades, claves para dar un salto en un negocio que aportó 584.000 euros pre-pandemia. Además, ha renovado a su consejo.

Baxi Manresa 2021 2022 ACB Photo   J Alberch lpr
Baxi Manresa 2021 2022 ACB Photo J Alberch lpr

Baxi Manresa ha cerrado una de las mejores temporadas de su historia reciente. Finalista en la BCL de la Fiba, cabeza de serie en la Copa del Rey y play-offs asegurados antes de las últimas jornadas. A falta de cerrar los últimos detalles para saber cómo finalizará el ejercicio económico 2021-2022, el club ha renovado otros cuatro años a su consejo de administración y ahora busca ensanchar su negocio a medio plazo. Lo hará gracias a la ampliación del Nou Congost, en la que el Ayuntamiento invertirá entre 5 millones y 7 millones de euros para ganar hasta un 30% de aforo y que el club eleve su volumen de ingresos.

La capacidad actual del pabellón es de unos 5.000 espectadores. Tras la ampliación, cuyas obras no empezarían hasta finales de 2023, se ganarán hasta 800 asientos nuevos. “Si lo llenamos nos permitirá poner a la venta más abonos, crear mejores localidades que podamos vender a un precio superior y hacer más acciones con los patrocinadores”, explica a 2Playbook Carles Sixto, director general de Baxi Manresa.

El club ya había trasladado la iniciativa de ampliar y remodelar el Nou Congost antes de la pandemia. Sin embargo, la situación sociosanitaria paralizó cualquier inversión, como también ha sucedido con otros clubes de la ACB como Lenovo Tenerife, con un plan similar en el Santiago Martín. En Fuenlabrada, sin embargo, el Ayuntamiento sí ha desbloqueado una inversión de hasta 50 millones para el nuevo recinto del club.

Desde el consistorio manresano también se manejó la alternativa de construir un nuevo pabellón. Sin embargo, tras realizar el estudio de ampliación y el de una nueva obra, se optó por reacondicionar el actual. Entre los motivos, que el gasto habría ascendido hasta unos 12 millones de euros y, sobre todo, la mayor demora en el tiempo en levantar un nuevo complejo. 

Las reformas no solo incluyen aumentar el aforo. Se trata de una instalación construida en 1992, y tendrá una revisión integral. Se cambiarán los sistemas de refrigeración, marcadores, parqué, accesos, sistemas de evacuación y de eficiencia energética para ganar en sostenibilidad. El objetivo principal es recuperar los eventos más allá del baloncesto, como conciertos, que en los últimos años se habían perdido al no poder adaptarse a las nuevas normativas de seguridad.

La ciudad opta así por recuperar un pabellón multiusos, mientras que Manresa prepara el terreno para dar un impulso a sus ingresos. En 2019-2020 el ticketing aportó 584.000 euros, récord histórico para el club. Fue más del doble que en 2017-2018 y un 19% más que en 2018-2019. Es una línea de negocio que ya se acercaba al peso de los ingresos televisivos y ya suponía un 26,6% del negocio ordinario de Manresa antes de la pandemia.

El club ha cerrado la temporada con 2.700 abonados, en torno a 700 menos que antes de la pandemia. Las limitaciones de aforo obligaron a dejar esta partida a cero el año pasado, ocasionando unas pérdidas de 218.000 euros en 2020-2021. La merma de socios coincide de forma exacta con la caída en su asistencia media este año, que pasó de 4.515 personas, a 3.751, según los datos extraídos de 2Playbook Intelligence.

“Hemos hecho muy buenas taquillas en los últimos partidos”, indica Sixto. Desde mediados de marzo no se bajó del 90% de asistencia media, aunque el directivo señala que el impacto en las cuentas volverá a ser significativo. “Hemos tenido que hacer malabares, porque los aforos han ido variando. Logramos retener a 2.400 personas con el Covid-19 y hemos priorizado que pudieran disfrutar la temporada completa por fidelidad en lugar de sacar a la venta más abonos y tener una política rotativa”.

La merma en la venta de abonos y entradas ha dejado un golpe considerable estos dos últimos años. Tras cerrar 2019-2020 en equilibrio, Manresa asumió unas pérdidas de 218.000 euros el año pasado, derivadas principalmente de la ausencia del ticketing. En este ejercicio ya se contabilizó una estimación a la baja de la ayuda que se iba a recibir del Consejo Superior de Deportes (CSD), pero que no se desbloqueó hasta diciembre. En el caso de Manresa, esta aportación fue finalmente de 286.204 euros. El resto se incluirá en las cuentas de este año.

El directivo señala que el ejercicio aún no está cerrado, pero que “intentaremos acercarnos lo máximo posible al equilibrio presupuestario”. Su presupuesto, fijado inicialmente en unos 2,9 millones, finalmente ha superado los 3 millones. En primer lugar, por un mayor esfuerzo económico en la plantilla deportiva, pero, sobre todo, por los gastos derivados de la Basketball Champions League (BCL), de la que llegaron a la final.

“Al avanzar rondas el presupuesto se incrementa porque hay más gastos en los viajes, por ejemplo, pero es una competición que, en general, es sostenible por sí misma entre el reparto de la Fiba y los patrocinadores”, asegura. El club se llevará un extra por ser finalista, aunque una parte irá como primas a la plantilla y el resto a financiar su participación en competición europea.

“Tenemos la suerte de que Baxi nos ha apoyado siempre y está comprometido con el proyecto”, destaca Sixto. “También de haber tenido varias altas de más marcas y del apoyo de las instituciones, que nos han ayudado a poder ser lo más competitivos posible”, añade. El Ayuntamiento renovó su subvención por 370.000 euros a finales de marzo en forma de dos convenios, de los que 240.000 euros son para el primer equipo, y 130.000 para la fundación.

El club tiene asegurada la participación en la próxima edición de la BCL y el directivo asegura que “el objetivo es estar de forma regular en Europa”. Para ello será clave la ampliación del pabellón, pues es la principal puerta para generar más ingresos propios que no dependan del patrocinio ni del reparto por competiciones.

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