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Los futbolistas se atreven con el pulso a los clubes para sacar ‘tajada’ a los traspasos con bonus

Cada vez más grandes futbolistas buscan acabar contrato y marchar a otro club libres con el objetivo de firmar suculentos bonus para ellos y un notable ahorro por fichaje para su nuevo equipo. Rudiger, Alaba o Messi ya han cobrado este extra en su sueldo.

Mbappe PSG

En pandemia, los clubes se vieron impactados de lleno en sus ingresos. Los clubes de Primera y Segunda División de los cinco grandes mercados (Inglaterra, España, Alemania, Italia y Francia) perdieron más de 10.200 millones de euros entre 2019-2020 y 2021-2022, según datos de 2Playbook Intelligence. Eso sí, los equipos de LaLiga solo representaron una décima parte de ese agujero. En este contexto, el foco de muchos en los últimos ha sido aligerar equipaje, intentando bajar sueldos, congelando renovaciones y, cuando se ficha, fichar gratis. Especialmente en LaLiga, donde más de un 70% de los equipos tenía excedido el límite de gasto.

El Barça, que necesitaba un ajuste de más de 300 millones para encauzar su futuro en 2021, renunció a retener a Leo Messi. Precisamente, el astro argentino, pese a su alto valor de mercado, nunca ha generado plusvalías por traspaso. En cambio, se llevó 30 millones de euros por prima de fichaje cuando se fue a París para firmar por el PSG, según L'Équipe. Pero, ¿qué son las primas por fichaje y por qué están tan en boca de agentes y clubes en los últimos mercados de traspasos?

Las primas por fichaje en el fútbol son como el teletrabajo: un concepto que ya existía antes de la Covid-19, que se disparó durante la pandemia y que se ha consolidado tras el fin de la emergencia sanitaria. En resumen, se trata de un bonus que se llevan jugadores y entornos (agentes, familia…) por firmar libre -que no gratis- por un nuevo equipo, que gana siempre: no paga un euro al club de origen y ese premio a la libertad es muy inferior. Ya han apostado por esta fórmula grandes jugadores de LaLiga como el nuevo barcelonista Ilkay Gundogan este verano o los madridistas Antonio Rudiger y David Alaba en mercados anteriores.

Cada vez es más evidente que grandes futbolistas dejan expirar de forma interesada sus contratos para cambiar de aires y llevarse el bonus que compense la congelación o reducción de salarios que se dio en media Europa tras la pandemia. La ya mentada llegada de Messi a París, sin coste para el PSG, no fue excepcional en el mercado del Big-5, en el que el 25% de los fichajes de sus clubes fueron sin coste en el verano de 2022, según datos de la Uefa. Más porcentaje copan los jugadores libres de contrato entre los que marchan de clubes de las cinco grandes ligas, con un 33%, sólo superados por los futbolistas cedidos (39%).

En Inglaterra, sin un control económico tan firme y mucho más dinero que el resto de ligas, la Premier pronto regresó a los traspasos millonarios. Ahora bien, también utiliza las primas. Para garantizarse a Erling Haaland, acordó pagar en torno a 60 millones al Borussia Dortmund por los dos últimos años de contrato que le restaban en el club alemán y, según varios medios, otros 155 millones al futbolista y su entorno como bonus por fichar. Casi el triple para el jugador, su padre y sus agentes que para el club de origen.

En este sentido, la Premier League muestra también su capacidad de atraer con suculentos salarios a los grandes futbolistas. La liga inglesa lidera el ranking de gasto en sueldos de jugadores, con 3.940 millones de euros en 2021, según el informe de Uefa, una cuarta parte de los 15.865 millones de euros destinados en salarios por los clubes de las Primeras Divisiones europeas. En este sentido, la Premier ha elevado en más de 2.000 millones esta partida en apenas diez años. En LaLiga los sueldos crecieron a mitad de ritmo, con 1.054 millones de euros.

 

Tienen la sartén por el mango

Sea como fuere, si el Dortmund no le hubiera dejado salir, Haaland hubiera marchado gratis al verano siguiente, pues no iba a renovar. El club alemán no quería dejar irse sin recibir un euro por uno de los mayores talentos del fútbol europeo. Un guion muy similar al que se enfrenta ahora el Real Madrid con Mbappé. Con cifras mucho más altas, eso sí. El PSG no quiere que se vaya gratis y el futbolista fuerza su salida diciendo que se quiere quedar.

En ambos escenarios, sin embargo, todo hace indicar que el francés tiene la carta ganadora. Si se queda este año en París, cobra por prima de fidelidad (un concepto que no es más que una forma de aumentar el salario pactado con las grandes estrellas, aunque figure fuera de su sueldo fijo); si se va el que viene a Madrid, cobra por prima de fichaje.

Los clubes no ponen objeciones a las primas por el ahorro de firmar libre al futbolista y porque pueden repartir el pago durante todo su contrato

Los futbolistas hoy tienen la sartén por el mango, y sus agentes lo saben aprovechar. El club que le incorpora no pone objeciones ya que es consciente del ahorro de firmar libre y la ventaja de poder repartir ese pago durante todo el contrato por ser una prima y no un traspaso. Aquí las dudas sobrevuelan respecto a si todas las partes cumplen con la normativa de la Fifa, que prohíbe las negociaciones entre el club interesado y el futbolista –sin contar con el equipo que tiene su ficha– antes del 1 de enero de la temporada en la que expira el contrato.

Y una novedad: con el nuevo reglamento de los agentes que ha instaurado la Fifa, a partir del 1 de octubre, estos ya no cobrarán por llevar a un futbolista libre a un club. Ya no facturarán por estos conceptos, algo habitual hasta la fecha. “Imagino que este verano todo aquel que pueda hacer las operaciones y adelantarlas al verano que viene es más dinero para los agentes”, explican fuentes del sector. El que no deja de sumar primas, bonus e incentivos son los futbolistas. Ante un jugador que quiere forzar su salida, la opción de dejarlo en la grada.

Pero, ¿esto beneficia a alguien? Ya lo hizo el PSG con Adrien Rabiot, pero, ¿la presión mediática y los sindicatos permitirían a Nasser Al-Khelaifi dejar a Mbappé apartado del equipo mientras le paga, sólo en salarios, 72 millones de euros brutos? En España, al menos, esta práctica podría vulnerar el Estatuto de los Trabajadores, el Real Decreto 1006/1985, según recuerdan cada verano los sindicatos de futbolistas.

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