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Osasuna prevé dos millones de ganancias y recortará un 50% la deuda por El Sadar en un solo año

El club rojillo confía en repetir cuenta de resultados en 2019-2020 y 2020-2021, con un beneficio neto equivalente a un 4% de una facturación que se mantendrá en torno a 55 millones de euros. La deuda por el estadio caerá a 9 millones el próximo junio.

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Es lunes por la tarde y El Sadar no acoge partido oficial hasta el próximo 20 de noviembre. Trajín de grúas y operarios dominan la explanada exterior del estadio y es a través de uno de los accesos, la puerta 9B, desde donde se puede acceder a las oficinas de CA Osasuna. “A finales de año podremos inaugurar, luego ya veremos cuando puede acceder la gente”, admite a 2Playbook el director general del club, Fran Canal, quien en cinco años ha logrado lo impensable: hacer sostenible a la entidad y, poco a poco, recuperar su prestigio.

“Si cumplimos en lo económico y con los compromisos con nuestros socios y trabajadores, la mejora de nuestra imagen es el paso lógico”, señala. Desde la llegada de Luis Sabalza a la presidencia a finales de 2014 y él a la primera línea ejecutiva meses después (primero como externo), los beneficios acumulados rondan los 30 millones de euros. Y ni siquiera la Covid-19 ha podido romper esta tendencia.

“La temporada 2019-2020 la cerraremos finalmente con un beneficio neto próximo a los dos millones de euros, ya cerrado y auditado, y nuestro objetivo es repetir este superávit en 2020-2021”, adelanta. Al igual que el Sevilla FC, y aun asumiendo la salvedad del auditor, los ingresos y gastos generados en julio se han cargado al ejercicio cerrado el 30 de junio. “No tiene sentido hacerlo de otra manera y creemos que tenemos razón al hacerlo así”, defiende.

En ambos casos, la cifra de negocio se prevé que esté en torno a 55 millones de euros, pues la única partida en la que realmente se han resentido es en la de ticketing. La televisión, que se ha podido salvar, genera el 80% de los recursos y explica buena parte de esta estabilidad.

CA Osasuna pidió 16 millones para las obras de El Sadar y en junio de 2021 sólo quedarán nueve millones por pagar

Además, la entidad decidió devolver parte de las cuotas a sus socios, después de ver que el ejercicio se cerraría con un resultado neto de 3,5 millones de euros sin haber tenido que exigir rebajas salariales a los futbolistas. “Sólo les pedimos un recorte del 20% en caso de que no volviera la competición, y no fue necesario; por lo demás, no tendría sentido que siendo un club social generáramos un beneficio alto y no devolviéramos una parte a nuestros socios”, sostiene Canal sobre la decisión adoptada.

Otra de las máximas de Osasuna está siendo la rápida devolución del préstamo de 16 millones de euros que Caja Rural, Banco Sabadell y Banco Santander le han concedido para acometer la remodelación del estadio, que en total ha exigido 21 millones, de los que cinco millones han sido recursos propios. “Al final de esta temporada sólo quedarán por pagar 9 millones de euros”, adelante el directivo.

Y la amortización podría ser mucho más rápida si se produce algún traspaso, pues el 25% de cualquier venta de jugadores irá a pagar deuda. “Cada año pagamos un millón, pero si estamos en Primera son tres millones más”, indica sobre el sistema de amortización, que inicialmente les daba de margen hasta 2036 para cancelar todo el crédito.

Canal prefiere no dar previsiones sobre el negocio adicional que podrán conseguir con el remodelado El Sadar, pues la Covid-19 “hace que cualquier pronóstico pierda validez al día siguiente”. Eso sí, matiza: “Cada inversión está pensada para mejorar la cuenta de explotación”. Por lo pronto, ya han firmado a 20.400 socios para este año y cuando se pueda sacarán a concurso la explotación de cinco nuevos locales comerciales que se ubicarán en los bajos.

Canal enfatiza en el respaldo social que consiguió la remodelación integral del estadio, avalada en un referéndum en el que participaron el 75% de los socios. La propuesta ganadora, bautizada como Muro Rojo. La misma contempla aumentar el aforo, de 17.286 a 24.400 asientos, así como una importante renovación de los servicios a los aficionados y las estructuras internas. Y, en línea con las tendencias del mercado, un techo suficientemente amplio para proteger a los espectadores de la lluvia y dos grandes videomarcadores.

El club paga un millón fijo de amortización al año de deuda, con tres millones más si está en Primera División

Canal avanza que próximamente presentarán también un plan de mejoras para la ciudad deportiva de Tajonar, donde las inversiones estos años se han centrado en metodología y servicios. “Tiene unas posibilidades brutales”, asegura el directivo, sobre un complejo con siete campos de fútbol y 28 vestuarios en los que hoy reina el silencio ante la prohibición de entrenamientos no profesionales en Navarra.

Mientras, lo que sí tienen claro es que quieren ser un campo de pruebas para la tecnología, y este año han ganado un concurso abierto por Telefónica para desarrollar unas espinilleras inteligentes, capaces de recopilar más de cuarenta métricas para analizar el rendimiento de los futbolistas. “Queremos ser pioneros en innovación”, defiende, como uno de los retos de Tajonar.

En su caso, la ambición en el medio y largo plazo es conseguir que Osasuna pueda volver a recuperar la propiedad del estadio y la ciudad deportiva, entregados al Gobierno de Navarra para cancelar la deuda tributaria que generó la junta previa a la llegada de Sabalza. “Ese debe ser el objetivo final”, concluye.

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