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Alejandro Agag es el fundador de la Fórmula E.

Agag logra avales a la Fórmula E: los accionistas elevan su financiación a 175 millones de euros

Alejandro Agag ha logrado que los dueños de la gestora del Mundial de coches eléctricos apoyen financieramente un proyecto que en 2018-2019 redujo sus pérdidas a 10,6 millones de euros. La facturación alcanzó los 161 millones de euros, un 21% más.

Seis carreras en Berlín durante la primera quincena de agosto. Este es el formato por el que ha optado la Fórmula E para intentar completar una temporada, la 2019-2020, en la que debía acercarse un poco más al objetivo de abandonar los números rojos. La gestora de la competición ya logró reducir a un tercio las pérdidas en 2018-2019, pasando de 26,4 millones a 10,6 millones de euros, y sabe que cuenta con el apoyo de sus máximos accionistas hasta alcanzar el break even. Sólo en el último año aportaron 175 millones de euros a través de un préstamo, según ha podido saber 2Playbook.

La competición creada por Alejandro Agag asume en sus últimas cuentas anuales que “la solvencia de la compañía depende del apoyo de la matriz”, donde destacan Liberty Global y Discovery Communications como principales accionistas con cerca del 40% conjuntamente. Agag, yerno del expresidente del Gobierno José María Aznar, se ha ido diluyendo tras las sucesivas inyecciones de capital de los últimos cinco años, y hoy su participación ronda el 3%, según la tabla de accionistas desvelada por The Telegraph hace un año.

Con la perspectiva de acariciar pronto la rentabilidad, el empresario español y los accionistas decidieron que él diera un paso al lado para convertirse en presidente y centrarse en la relación con socios comerciales, ciudades anfitrionas y la FIA. De este modo, la operativa quedaba en manos de Jamie Reigle, que asumía la dirección general tras haber liderado el negocio de Los Angeles Rams de la NFL y haber pasado una década en el área comercial del Manchester United.

Este cambio en la gobernanza se producía un año después del intento fallido de Agag por recuperar el 100% del grupo con una oferta de 600 millones de euros que fue rechazada. Hoy sí todos vislumbran el negocio futuro del Mundial de coches eléctricos. “Al principio, la Fórmula E tuvo muchas dificultades financieras, por lo que la serie necesitaba inversores, pero definitivamente, sin Alejandro, el proyecto no existiría actualmente”, recordó entonces Marco Parroni, director general de Julius Bär, el primer patrocinador que tuvo la competición.

Hoy, la eléctrica ABB es el socio principal y es el que da nombre al campeonato, estando un nivel por encima del banco suizo y Michelin, que es el socio técnico. La larga lista de alianzas comerciales la completan TAG Heuer, DHL, BMW-i, Saudia, Allianz, Bosch, Heineken, Enel, Hugo Boss, Modis, Antofagasta Minerals y Moët Chandon. Su progresiva llegada en estos años es la que explica que la facturación se disparara un 21% en 2018-2019 y ya doble a la de 2015, con 161,53 millones de euros.

Los accionistas de la Fórmula E aportaron 175 millones de euros a través de un préstamo sólo en el último año 

La empresa dejó de definir claramente a qué correspondía cada partida de ingresos en 2017, cuando atribuyó 46,9 millones a patrocinio, 18,8 millones a derechos de televisión y otros ingresos relacionado con la carrera, y 28,6 millones a cobros por la licencia de cada promotor y la refacturación de servicios a los equipos participantes en sus pruebas. Sin embargo, ahora sólo refleja tres epígrafes difíciles de discernir qué incluye cada uno.

El primero se refiere a los ingresos por promoción de la carrera, que mejoraron un 5,6% interanual, hasta 99,5 millones de euros. En esta partida, según fuentes de la industria, es donde se incluyen los contratos de patrocinio y los acuerdos con los países e inversores que pagan por llevar los grandes premios a sus respectivas ciudades. La otra partida, la de ingresos por servicios y relacionados con las pruebas, donde están los derechos de televisión y refacturación a equipos, se disparó un 51%, hasta 56,1 millones. La facturación por otros conceptos se dobló, hasta 5,9 millones de euros.

Junto a la fidelización de patrocinadores por el concepto premium de Agag, otro de los motivos del fuerte crecimiento del negocio es la llegada de países como Arabia Saudí. El país ha hecho una importante apuesta por atraer competiciones deportivas a su territorio, como la Supercopa de España de fútbol o la Titan Desert, y lo está logrando gracias a importantes ofertas económicas. Allí se disputaron las dos primeras pruebas del ejercicio, para después saltar a Santiago de Chile, México DF y Marrakech (Marruecos). Ahí es donde se paró la temporada de acuerdo con la Federación Internacional de Automovilismo (FIA).

Si las condiciones sanitarias lo permiten, en 2020-2021 se recuperará cierta normalidad en el calendario con una docena de pruebas, la mayoría ya confirmadas a la espera de algunas homologaciones de los trazados. Los monoplazas eléctricos arrancarán en Santiago de Chile y de ahí pasarán a México DF, Arabia Saudí, Sanya (China), Roma (Italia), París (Francia), Mónaco, Seúl (Corea del Sur), Berlín (Alemania), Nueva York (EEUU) y Londres (Reino Unido).

En cuanto a los equipos, Agag ha logrado que hoy los principales fabricantes de automóviles compitan de forma directa. Audi, BMW, DS Automobiles, Jaguar, Mahindra, Mercedes-Benz, Nissan y Porsche están presentes en un equipo, con la importancia que eso tiene a efectos de captar aficionados y marcas. De momento, sus citas ya han logrado superar los 400.000 espectadores en las gradas y los 411 millones de telespectadores en televisión.

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