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La NBA más europea: un negocio de 10.000 millones con una estrategia 360º para conectar con el fan

La liga norteamericana de baloncesto se ha puesto al nivel de la MLB en términos de negocio y en dos años actualizará sus contratos audiovisuales. Los jugadores europeos se han convertido en las principales estrellas.

NBA Giannis Antetokounmpo 2022 2023

La NBA se prepara para abrir el telón a la temporada oficial un año más. Al menos de los partidos de liga regular, porque el telón ya nunca se sube y gracias a su presencia en redes sociales ha logrado mantenerse en la conversación diaria incluso a pesar de no estar en juego. Hoy su negocio supera ya los 10.000 millones de dólares y se sitúa por primera vez al nivel de la MLB. La temporada 2022-2023 llega en el momento más dulce para la liga, que ha conseguido salir indemne incluso del escándalo de Robert Sarver, dueño del RCD Mallorca y forzado a vender los Suns por mala conducta con sus trabajadores.

Comprar una franquicia NBA en la actualidad tiene un valor medio de 2.580 millones de dólares. Se estima que el valor de los Suns está muy por debajo, y la última venta total de una franquicia fue la de los Utah Jazz a finales de 2020, por 1.600 millones de dólares.

En cuanto a la NBA como organización, esta aprovechó la campaña pasada, la del 75 aniversario, para dar un empujón definitivo a su negocio. Con los contratos audiovisuales blindados hasta 2024, la principal vía de crecimiento estaba en las licencias y los patrocinios. Early adopter de las redes sociales y ahora de nuevos productos digitales como los NFT, ha sido la liga que más negocio ha logrado generar. Además, en los últimos meses ha incorporado más socios como Sorare para seguir avanzando en web3.

Por otro lado, ha logrado renovaciones de algunos de sus principales socios comerciales, como Google. Además, se ha recuperado empuje en los ratings televisivos y se ha apostado por lanzar a escala global NBA TV tras presentar su OTT de contenidos en Estados Unidos, complementaria al League Pass. Será una nueva vía de monetización y que, de momento, se ofrece gratuita a nivel internacional con la compra del pase de temporada. 

En paralelo, ha reactivado las giras internacionales con una gran novedad: su acuerdo con Emiratos Árabes Unidos. Allí ha disputado sus dos primeros partidos de pretemporada y su efecto tractor ya ha empezado a atraer los ojos de otras organizaciones como la Euroliga, que buscan capitalizar un mercado emergente.

Además, gracias a su acuerdo con Fanatics, ha reactivado el plan de abrir tiendas físicas en ubicaciones clave. En abril dio el salto a París y meses antes lo hizo en Londres y Milán. Anteriormente también contaba con el NBA Café y tienda oficial en Barcelona, cerrados durante la pandemia. Ambos gigantes planean más aperturas, pero no han desvelado su hoja de ruta.

 

Una comunidad digital sin rival

La NBA ha conseguido construir en este tiempo la comunidad digital más grande del deporte. Solo en Twitter suma 40 millones de seguidores y ha entrado en el top-10 de marcas más seguidas del mundo, no solo deportivas. Solo en su perfil oficial en inglés casi cuadruplica los seguidores de LaLiga y supera los de otros gigantes como la Premier League, NFL o MLB. A estos hay que sumar las cuentas por cada mercado y los contenidos que discurren entre las franquicias y otros canales gracias a su ya famosa estrategia de liberalizar los vídeos.

La liga ha reforzado su departamento de DTC (Direct to Consumer), que ha ganado peso en su estructura. También ha realizado una fuerte inversión para rediseñar su app oficial de la mano de Microsoft. La NBA ha apostado por convertirla en el epicentro de su actividad y conexión con el fan y personalizar su experiencia. Además, ya no se centra solo en la emisión de partidos a través del League Pass, sino que juega un rol activo en la creación de contenido paralelo con producciones propias y colaboraciones con streamers.

No es casualidad que meses ante de lanzar su nueva app hubiera fichado a Gregg Winik como director de contenidos. Winik había sido productor ejecutivo del documental The Last Dance y ya había trabajado 16 años en NBA Entertainment, la filial que se encarga de todas las parcelas de entretenimiento y audiovisual.

Todos estos son argumentos para preparar el que se percibe como el gran salto. En 2024-2025 culminará el ciclo audiovisual de nueve años, que ha reportado 24.000 millones de dólares, el triple que el anterior. Ahora, con la NFL como punta de lanza, pero con MLB y NHL mejorando notablemente sus contratos con los operadores televisivos, la NBA se prepara para seguir sus pasos y dar definitivamente el sorpasso a la liga de béisbol en términos de negocio.

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