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Redes sociales y 5G: la fórmula de la ACB para ‘salvar’ 20 millones de impacto económico en la Copa

El torneo del K.O. dejó en Málaga un impacto económico récord de 25 millones de euros el año pasado. Pese a que la edición de este año no contará con público por la pandemia, las instituciones madrileñas han apostado fuerte por ser la sede de la Copa.

copa del rey acb 2021

La Copa del Rey es el evento por excelencia de la ACB. Su formato de competición, la convivencia entre aficiones y el interés mediático que capta lo han convertido en uno de los principales torneos cortos del continente, pero también en un gran atractivo para las ciudades organizadoras. Se trata de una cita que deja anualmente más de 20 millones de euros en impacto económico directo e indirecto, y que este año será casi nulo por la pandemia. Pese a todo, la competición ha logrado innovar para sacar el máximo rendimiento a la Copa.

La última edición que se celebró en Madrid fue en 2019, y fue la que menor impacto económico dejó en una ciudad en las últimas siete temporadas, con 20 millones de euros. La media en este período está por encima de los 21 millones de euros. El récord lo ostenta Málaga 2020, con un impacto de más de 25 millones, superando su anterior registro: 21 millones en el año 2014, según los estudios que la asociación ha publicado.

Por encima de la media también han estado las dos ediciones celebradas en Las Palmas de Gran Canaria en los últimos años. La primera, en 2015, fue consecutiva al Mundial de baloncesto, ya con el pabellón nuevo del club, y dejó un impacto de 24 millones de euros en la región, el segundo mejor registro tras Málaga 2020. La segunda cita, en 2018, alcanzó los 21,5 millones de euros en impacto.

La edición de 2021 en Madrid tendrá un asterisco en ese apartado, aunque no por ello ha dejado de despertar el interés entre las diferentes ciudades. Prueba de ello ha sido la unidad entre el Ayuntamiento y la Comunidad para celebrar la Copa en el WiZink Center, que pese a la Covid-19 cerró 2020 como el recinto con mayor asistencia del mundo por primera vez en su historia, por encima incluso del Madison Square Garden.

 

La gran incógnita ahora es cómo generar el mayor impacto posible sin la concentración de los miles de aficionados de ocho ciudades distintas y sin las activaciones físicas, que son uno de los platos fuertes cada año en la Copa. Eso se conseguirá, principalmente, a través de la audiencia televisiva y las campañas en las redes sociales.

En el ámbito digital la ACB ha apostado por potenciar su propia app para activar entre los aficionados y, como cada año, con el juego de fantasy SuperManager, que tendrá una edición específica para la Copa. Asimismo, la Copa del Rey será tendencia en TikTok e Instagram, una ventana para atraer a las nuevas generaciones a través de contenidos en directo desde diferentes lugares de la ciudad y otras experiencias que complementen el directo.

En el el audiovisual, la Copa se volverá a ver en 115 países, aunque el grueso de la audiencia se concentra en España, donde Movistar tiene los derechos en exclusiva. En el torneo de 2020 todos los partidos superaron los 100.000 espectadores de media, mientras que el duelo por el título congregó a 309.000 aficionados frente a la pantalla. Este año, además, también estará disponible en la OTT Movistar+ Lite para llegar a más gente.

Eso sí, ni siquiera que el equipo local, el Unicaja, llegara a la final contra el Real Madrid sirvió para acercarse al tirón que generan los duelos entre madridistas y culés. Las finales entre Barça y Madrid de los dos años anteriores, 2018 y 2019, reunieron a 437.000 y 530.000 espectadores, respectivamente. Ahora bien, excluyendo El Clásico, la del año anterior, entre Valencia Basket y Real Madrid en 2017, atrajo a 389.000 espectadores, 80.000 más que en 2020.

Las finales entre Madrid y Barça son las que mejores datos de audiencia generan y en 2019 superaron el medio millón de espectadores

Con independencia de las audiencias, la Copa se ha convertido en uno de los bancos de pruebas favoritos de Telefónica para innovar la escena audiovisual. El año pasado vistió marquesinas con códigos QR para potenciar artistas locales y escuchar curiosidades de baloncesto, e incluso colocó micrófonos a algunos jugadores durante el calentamiento. Este año, en plena expansión de la red 5G de Telefónica, el operador apostará por realizar su primera emisión utilizando esta tecnología en las 30 horas de directo que ha programado.

El acuerdo con Movistar+ va más allá del mero socio audiovisual, ya que también es patrocinador oficial de la ACB y el espónsor principal de la Copa junto a Unicaja. La entidad bancaria ha renovado su acuerdo este año tras tomar el relevo de CaixaBank como patrocinador específico del torneo en Málaga 2020.

La ACB volverá a apostar por un formato de uniformidad en los patrocinadores, en el que todos lucirán con fondo negro y letras blancas para evitar la saturación en el espectador. El éxito del modelo fue avalado por las marcas meses después, ya que mantener la homogeneidad visual era el único requisito de la liga para dar visibilidad a los socios de los clubes en la sede burbuja de Valencia y concluir 2019-2020.

Los equipos, además, podrán contar con un máximo de 65 abonos, que únicamente podrán ser destinados a profesionales, no puestos a la venta para el público. Son pases para los trabajadores del club, socios institucionales o patrocinadores que acuden para desempeñar diferentes trabajos y realizar el networking habitual de la Copa.

Los 65 abonos profesionales es el máximo acordado con el Consejo Superior de Deportes (CSD), aunque fuentes del sector indican que ninguno se aproximará a esa cifra. De estos, hasta 15 pases los suministra la ACB de forma gratuita a los clubes, mientras que el resto suponen un coste adicional para la entidad y normalmente se utilizan para invitar a instituciones y patrocinadores.

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