El fitness español teme quedarse fuera del reparto de 300 millones de euros de los fondos europeos

La Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones Deportivas se reunirá con la secretaría de estado para el Deporte para reclamar la introducción de los operadores privados como destinatarios de las ayudas, enfocadas a clubes, torneos y federaciones.

Cuando el Gobierno anunció el reparto de 300 millones de euros procedentes de los fondos NextGenerationEU al deporte en el ciclo 2021-2023, el fitness vio una oportunidad. Numerosos operadores confiaban en que estos recursos fueran un paquete de estímulo para incentivar inversiones para hacer más sostenibles y digitales los centros deportivos y la gestión de los mismos. Otros, previeron entrar en un bucle burocrático. Lo que muchos no podían prever es que el sector privado de los gimnasios quedaría al margen de dichas ayudas, como se desprende del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia al que ha accedido 2Playbook. Sobre todo, cuando el documento defiende que este proyecto busca “promover la inversión privada para impulsar la recuperación económica”. Desde el CSD aseguran que “va a haber fondos europeos para estas compañías”, aunque se canalicen a través de la administración autonómica o local.

El componente 26 del plan de recuperación contempla 300 millones de euros a repartir hasta 2023 en tres áreas: digitalización del sector del deporte, transición ecológica de las instalaciones deportivas y plan social del sector, centrado en la internacionalización de esta industria mediante la atracción de competiciones internacionales. El proyecto definido por el Gobierno enumera una serie de ayudas ejecutadas a través del Consejo Superior de Deportes (CSD) que beneficiarán principalmente a las administraciones públicas, entidades locales, organismos sociales sin ánimo de lucro y federaciones deportivas. Pero se olvida del sector privado, salvo excepciones: el plan de transición ecológica de instalaciones reconoce a los hoteles públicos y privados, aunque no a los gimnasios no municipales.

Aunque desde el CSD subrayan a este medio que estas ayudas también beneficiarán a las entidades privadas que lo soliciten, el componente 26 del plan de recuperación ha sorprendido al sector, que insiste en que no se sienten identificados como receptores de tales subvenciones pese a que el mismo plan reconoce que busca “promover la inversión privada para impulsar la recuperación económica”. Ahora, la patronal del fitness teme que algunos proyectos de actualización de equipamientos y nuevas construcciones dejen de ejecutarse, especialmente en un momento en que los operadores entraron en la crisis fuertemente endeudados y han tenido que capear el temporal de la Covid-19 procurando cuidar su situación de tesorería.

“Tenemos claro que cumplimos los requisitos que pide Europa, pero lamentamos que sólo se haya tenido en cuenta a los centros deportivos municipales de gestión directa. Los operadores están dispuestos a invertir, y estas ayudas estimularían esa inversión”, aseguran a este medio fuentes del sector.

Este organismo es el que está trabajando para defender los intereses del sector ante las administraciones, y está en conversaciones constantes con el CSD para conseguir que el sector del fitness esté entre los beneficiarios de este paquete de ayudas de la Unión Europea. “Queremos que puedan acceder a estas ayudas pequeñas y grandes gestoras de instalaciones; por parte de los operadores va a existir inversión, pero necesitan ese estímulo en un momento complicado como el actual”, apuntan.

Las principales cadenas de gimnasios del sector han dejado de facturar más de 40% de su negocio en 2020, según un informe elaborado por BDO, aunque la Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones Deportivas (Fneid) eleva esta pérdida de ingresos por encima del 60% desde el estallido de la pandemia. En las próximas semanas, esa asociación volverá a reunirse con el CSD para intentar que se reconozca al sector privado como beneficiario.

Sólo teniendo en cuenta las necesidades del clúster gallego del deporte, se aspiraba a lograr hasta 40 millones de euros de los fondos europeos, según un proyecto encargado a la consultora BDO. La voluntad es que el sector atrajera hasta 200 millones si se sumaban nuevos operadores, pero ese importe ya coparía dos terceras partes de la ayuda disponible total. “Es un importe exiguo, sabiendo el impacto positivo que tiene este sector y la importancia de la sostenibilidad”, afirma Pelayo Novoa, socio de BDO y persona al frente de este trabajo de asesoramiento al clúster gallego del deporte.

Gabriel Sáez, presidente ejecutivo de GO fit, aseguró en un encuentro organizado por BDO durante la semana pasada que “los gimnasios somos elementos fundamentales en la sostenibilidad porque generamos gente saludable y el Gobierno debería invertir en el deporte como ecosistema y decididamente en apoyar esta industria porque somos un benefactor de la sociedad”. En el mismo encuentro, Juan del Río, consejero delegado de VivaGym, el principal grupo de gimnasios de la Península Ibérica por volumen de centros, se muestra pesimista: “Son una carga burocrática y creo que no tendremos acceso a los Next Generation”.

La patronal nacional de los gimnasios asume que el importe de los fondos europeos de los que dispone el CSD no cambiará, pero desea hacerlo extensivo al sector privado. Sólo fruto del interés suscitado entre los gimnasios que desean invertir en sus instalaciones, Fneid estimó que la inversión privada en equipamientos podía alcanzar los 500 millones de euros destinados a hacer más eficientes energéticamente los centros, así como digitalizar los procesos de gestión y los servicios que se ofrecen. “Cumplimos los criterios que la Unión Europea reconoce, como es la sostenibilidad y la digitalización”, justifican las fuentes del sector consultadas por este medio.

En paquete de ayudas al sector deportivo identifica como benefactores a las administraciones públicas y a las federaciones

Si bien la patronal no ve las subvenciones como una condición sine qua non para estimular la inversión, reconocen que el sector está por la labor de financiar buena parte de estas actuaciones. “Nos encantaría que en algunos casos los fondos aportaran el 50% del importe, pero sabemos que con un menor porcentaje ya se ayudaría a fomentar esa inversión”, añade.

Incluso el Gobierno recoge esta cuestión como uno de los objetivos de este plan al reconocer que muchas de las medidas prevén “una importante participación del sector privado como generador de nuevos planes e inversiones y como colaborador en la ejecución de los mismos”.

De los 300 millones de la UE, 146,5 millones irán al plan de transición ecológica de las instalaciones, 75,6 millones al de digitalización, y 77,8 millones al plan social del sector. El primero está pensado para las entidades titulares de las instalaciones deportivas públicas, es decir, los ayuntamientos; las federaciones deportivas; las entidades locales y poblaciones rurales, y las instalaciones hoteleras públicas y privadas. El objetivo de este paquete es crear nuevas instalaciones de energías renovables para que sean eficientes, así como la digitalización.

El segundo plan supone principalmente en desarrollo de aplicaciones de software, está pensado para inyectar recursos en el CSD, la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte, las comunidades autónomas y entidades locales, y las organizaciones deportivas entre las que se reconocen las federaciones y los centros públicos de medicina del deporte.

Por último, el plan social del sector tiene como objetivo de la inversión a las federaciones, clubes femeninos, entidades privadas y públicas y mujeres deportistas, así como titulares de instalaciones deportivas, esta vez sí, privadas y públicas. Sin embargo, en este plan no se incluirían los gimnasios, sino los complejos privados que realicen reformas sostenibles e inclusivas que ayuden a mejorar la visibilidad del deporte femenino y el desarrollo de proyectos de igualdad. Y, más allá de apoyar campañas de visibilización, también se busca renovar equipamientos con vistas a albergar grandes competiciones deportivas, como estadios y pabellones. De ahí que el sector del fitness tampoco se vea reflejado en este plan, aunque sí podría fomentar la inversión de los clubes de LaLiga y la ACB, entre otros.

Todo ello, en un momento en que las cadenas de gimnasios han realizado fuertes inversiones en digitalizar sus servicios, lanzar plataformas de emisión de contenidos por streaming y bajo demanda, con el fin de dar la opción a sus clientes de entrenar fuera del club, especialmente en tiempos de confinamiento. Un informe del proveedor de clases dirigidas Les Mills apunta a que el 59% de los abonados a gimnasios prefieren combinar el entrenamiento presencial y online, y el 80% apunta a que seguirá entrenando desde casa tras el confinamiento. De ahí que la ofensiva digital de los centros de fitness trascienda a la gestión y abarque ofrecer un servicio omnicanal que requiere de inversión en innovación.

 

Los gimnasios y las federaciones juegan un papel clave para fomentar la actividad física

Según la Encuesta de Hábitos Deportivos elaborad por el CSD en 2020, la práctica deportiva por libre y en los gimnasios ha ganado peso. Tomando como referencia únicamente el grupo que se ejercita semanalmente, la tasa de practicantes con licencia deportiva en vigor ha caído desde 2010. Aquel año, la tasa era del 16,4%; en 2020, del 13,6%. Esta caída contrasta con el incremento de españoles que practican actividad física. En 2010 era un 37% y en 2020 un 54,8%.

El porcentaje de atletas que entrenan cada semana en asociaciones y clubes deportivos ha caído del 12,7% al 12,4% en cinco años, mientras que quienes lo hacen en los gimnasios ha crecido del 17,6% al 21%. Tanto las mujeres como los hombres prefieren el club de fitness al club deportivo, aunque ellas son mayoría en el gimnasio, con un 21,8%, por el 20,2% de ellos.

Por ejemplo, en diez años, el fútbol ha pasado de copar el 8% de los practicantes a sólo contar con un 5%; en ese mismo periodo de tiempo, el senderismo ha pasado del 1,8% a representar un 8,9% de los españoles que hacen deporte cada semana. Lo mismo ha ocurrido con el ciclismo, la gimnasia, el running, la musculación y las clases dirigidas (actividad física con música). La gimnasia ha pasado de representar el 12,5% de los practicantes semanales, a concentrar el 21,9% y ser la disciplina más elegida en tan sólo diez años.

 

El deporte, una industria que mueve 39.117 millones de euros en España

El sector encaraba un 2019 que debía suponer su cuarto año consecutivo de crecimiento, tras avanzar un 9,4% interanual en 2018, hasta 15.691,34 millones de euros, según el INE. De este importe, un 36,7% (5.853 millones de euros) correspondió a clubes deportivos, especialmente los de LaLiga y ACB, que generaron un 9,2% más respecto al año anterior. Las tiendas de artículos deportivos, por su parte, generaron 4.988 millones de euros en 2018.

También venía creciendo con fuerza el número de gestoras de instalaciones deportivas y gimnasios, donde conviven desde clubes de golf o tenis, a grandes complejos concesionales y centros privados. Las cadenas de gimnasios volvieron a crecer tras un 2017 a la baja por la presión de precios de los low cost, ya que en 2018 vendieron un 4,1% más, hasta 682,24 millones de euros. Las gestoras, por su parte, crecieron a un ritmo idéntico, hasta 2.437 millones de euros. Es decir, tras los clubes (entre los que se incluyen los profesionales y las empresas de artículos deportivos, las gestoras de instalaciones deportivas y gimnasios suponen el principal generador de negocio de esta industria.

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