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Madrid y Barcelona, cara a cara: así se miden los grandes feudos del fitness

Las dos principales ciudades del país suman más de 1.700 gimnasios y reflejan dos modelos de desarrollo: la capital catalana con un legado olímpico y gestión concesional, y Madrid con un mercado privado y público en constante expansión.

Zona entrenamiento  ‘outdoor’ gimnasio CDM Cuatro Caminos Madrid

Madrid y Barcelona llevan décadas disputándose el papel de motores económicos, culturales y sociales de España. Concentran población, inversión y actividad empresarial, y ese protagonismo se refleja también en el sector del fitness, donde suman una oferta de más de 1.700 gimnasios, según datos extraídos de Intelligence 2P, la unidad de estrategia e inteligencia de mercado de 2Playbook. Mientras Barcelona ha construido su ecosistema a partir del legado olímpico de 1992 y una extensa red de infraestructuras públicas, Madrid ha apostado por la densidad urbana, la inversión privada y la creación de laboratorios de tendencias que atraen cadenas nacionales e internacionales.

La cita olímpica de 1992 transformó la fisonomía deportiva de Barcelona: se creó una extensa red de infraestructuras públicas que, combinada con un cambio cultural en la población, permitió el auge de la gestión de centros deportivos en régimen de concesión administrativa. La colaboración público-privada ha moldeado la estrategia de la ciudad, en la medida que ha vertebrado la oferta y ha condicionado el papel del sector privado. Casi todos los centros municipales se gestionan mediante concesiones a empresas privadas, y los nuevos concursos son en su mayoría renovaciones de contratos existentes. 

Barcelona cuenta hoy con 776 gimnasios o centros de fitness, un 6% de los cuales son concesiones municipales. En Madrid, los centros concesionales representan un porcentaje inferior, del 3,8%, aunque la oferta pública total es mayora la de la capital catalana. Si se tienen en cuenta los centros públicos de gestión directa del consistorio, el porcentaje se eleva hasta el 10%. En la capital española conviven 966 establecimientos, casi un centenar de ellos están bajo tutela del Ayuntamiento.

 

 

Madrid no vivió un impacto olímpico comparable, pero su elevada densidad poblacional y la planificación de barrios nuevos han convertido a la capital en un laboratorio de tendencias. La población de la capital española creció un 8,7% entre 2015 y 2024, hasta más de 3,4 millones de habitantes, lo que representa un aumento de cerca de 275.000 personas en una década. En el mismo periodo, Barcelona sumó 98.000 residentes, un 6% más, hasta 1,7 millones de habitantes. Es decir, que en apenas diez años la capital española ha absorbido prácticamente el triple de habitantes de los que ha sumado la catalana. Un incremento poblacional que no ha pasado desapercibido por los responsables de las principales cadenas, que han encontrado en Madrid un polo de atracción de inversiones de cadenas nacionales y extranjeras que ven en la ciudad una puerta de entrada a España y Europa.

Por tipología de gimnasios privados, Madrid se distingue por la fuerza de los centros low cost. La ciudad cuenta con 106 gimnasios de bajo coste, más del triple que en Barcelona (34). Los gimnasios low cost representan sólo un 4,3% de la oferta de la capital catalana, mientras que el middle-market (11,9%) y los concesionales (6,1%) ocupan un lugar intermedio. En la provincia de Barcelona las aperturas low cost se han concentrado en la periferia, adaptando su expansión a municipios con mayor capacidad de absorción y menores costes de alquiler. En Madrid, el segmento de precio más económico representa un 10,9% del total de la oferta, mientras que los clubes de precio medio, los que van desde los 35 a los 69 euros, suponen un 17,3% del total. 

La oferta boutique, mayoritaria en número en ambos casos, refleja diferencias culturales y de hábitos. En ambas ciudades conviven más de 550 estudios. En Barcelona, el yoga (representa un 37,4% de la oferta total de boutiques) y el pilates (19,6%) son predominantes, junto con entrenamientos especializados y programas de bienestar, mientras que los gimnasios de cross training, fitboxing o boxeo tienen menor presencia. 

Madrid ofrece un ecosistema más disperso: los centros de entrenamiento personal (representan un 19,8% sobre el total de boutiques) y los box de cross training o de fuerza (19,5%), predominan por delante de los negocios de yoga y pilates o entrenamiento funcional, apoyados por la llegada de operadores internacionales que buscan visibilidad en un mercado densamente poblado y con capacidad de gasto elevada. El fitboxing es otra de las modalidades en auge en ambos municipios, si bien está más presente en Madrid (10,4%) que en Barcelona (1,9%). 

 

 

Centralidad vs dispersión metropolitana

Madrid lidera la inversión concentrando la mayor parte de aperturas en la capital. Desde 2020, el 59% de los 336 gimnasios inaugurados en esta comunidad autónoma lo hicieron en la capital, mientras el resto se distribuye entre municipios como Alcobendas, Torrejón de Ardoz o Alcalá de Henares. La capital ejerce un efecto tractor sobre su área metropolitana, donde el crecimiento es más lento y homogéneo. En Barcelona, el escenario es diferente: sólo el 46% de los 178 centros abiertos en la provincia se han establecido en la capital. En Barcelona, el fitness está buscando más oportunidades en la periferia.

Y la previsión es que esta tendencia no cambiará a corto plazo, teniendo en cuenta las aperturas previstas en ambas regiones. En Madrid hay anunciadas 28, el 57% de las previstas en la provincia. En Barcelona, en cambio, capitalizará 22 de los 48 proyectos anunciados en la provincia, un 46%. El centro urbano de la capital catalana muestra mayor saturación: un gimnasio por cada 2.232 habitantes. En Madrid, el ratio es de un club por cada 3.652 personas. Por este motivo, la capital española aún continúa absorbiendo un gran volumen de centros, mientras que en la provincia de Barcelona, más de la mitad de las aperturas recientes se concentran en la periferia —Terrassa, Sabadell, L’Hospitalet, Badalona—. 

 

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Ello, a pesar de que el precio medio de la vivienda en Barcelona se ha incrementado a un ritmo mucho menor, del 64%, que en Madrid, donde se ha disparado un 113%, según datos del portal Idealista. En apenas una década, el metro cuadrado en Madrid ha pasado de ser 401 euros más barato que en Barcelona a ser 669 euros más caro: 5.758 euros en la capital española por los 5.089 euros por metro cuadrado de la catalana

En Madrid, el crecimiento que ha vivido la oferta de clubes ha más que cuadruplicado al incremento demográfico: el número de centros de fitness ha aumentado un 22,3%, mientras que la Comunidad de Madrid ha pasado de 6,7 millones a más de 7,1 millones de habitantes entre 2019 y 2025, un crecimiento del 5,5%.

Treinta años después del impulso olímpico, Barcelona ha alcanzado una fase de madurez donde la innovación y la expansión se mueven hacia la periferia. Madrid, en cambio, centraliza la inversión y marca tendencia, con un sector público aún en desarrollo, un sector  privado pujante y, en definitiva, un ecosistema que sigue creciendo a mayor velocidad que su población. Dos modelos distintos que reflejan cómo el fitness urbano se adapta a la geografía, la cultura y la economía de cada ciudad.

 


Sobre Intelligence 2P  

Intelligence 2P es la unidad de estrategia e inteligencia de mercado de 2Playbook, cuya plataforma de datos monitoriza en tiempo real el negocio de medio centenar de cadenas de gimnasios, para analizar y comparar el rendimiento anual de las compañías en sus distintas líneas de actividad.

La plataforma incluye un geolocalizador con más de 14.000 centros deportivos en España, Portugal, Italia y Francia, categorizados por cadena, ubicación, segmento de negocio, servicios y precios. Si quieres más información, contacta con nosotros en intelligence@2playbook.com.

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