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Los millennials y Z, los ‘wellness victim’ de una industria que mueve 1,6 billones de euros al año

El 60% de los estadounidenses que se ejercitan en un gimnasio afirman que su club es un componente clave en su rutina de entrenamiento, por el 50% que aseguran que el fitness es fundamental en su identidad.

Claror Sardenya sala de fitness

La industria del wellness y el fitness tiene la oportunidad de crecer al calor de dos generaciones que jamás han estado tan predispuestas a invertir en su salud y bienestar. Se trata de los millennials y los zeta, los grupos de edad con menor poder adquisitivo del mercado, pero a su vez los que de manera más clara han situado el deporte y el wellness en su cesta de la compra. Más de un 25% de los millennials estadounidenses y más de un 20% de los centennials apuntan a que han gastado más en bienestar en 2023, mientras que la media de todas las generaciones se sitúa por debajo, según un informe de la consultora McKinsey.

El fitness se ha posicionado como el tercer servicio de la industria del wellness en el que más estadounidenses invirtieron en el último año. Aunque al sector gimnasios le superan industrias gigantes como la cosmética y el de la salud y los medicamentos, su lugar en el ranking de consumo está por encima del sector de la nutrición, la industria del sueño o el mindfulness.

Todos ellos, con el fitness subiendo al podio, conforman un negocio que mueve 1,8 billones de dólares (1,7 billones de euros) al año en todo el mundo, según McKinsey. Es un 20% más que en 2020, y apunta a seguir creciendo entre un 5% y un 10% anual en los próximos años gracias a que las nuevas generaciones están consumiendo más que nunca para sentirse mejor y tener buena salud.

Interés de compra de servicios de wellness por categoría y generación. Fuente McKinsey and Company
Interés de compra de servicios de wellness por categoría y generación. Fuente McKinsey and Company

Un informe de la consultora elaborado a partir de encuestas a más de 5.000 consumidores revela que el 82% de los estadounidenses consideran que el bienestar es una prioridad en su vida cotidiana, por el 73% de los británicos o el 87% de la población de China. El 58% de los estadounidenses priorizan más el wellness ahora que hace un año. Pero, ¿cuáles son las tendencias que definen al sector y movilizan el capital de los inversores que quieren consolidar sus posiciones en una industria tan lucrativa?

“Hoy los consumidores ya no se limitan a probar las tendencias del wellness esperando que les ayuden. Ahora se preguntan: ¿qué dicen los datos científicos al respecto?”, afirma Mckinsey. En otras palabras: la oferta seducirá a la demanda en tanto que ofrezca servicios probados y respaldados por la ciencia. El uso de datos emerge como must transversal al resto de tendencias que marcarán a este sector en 2024.

En el ámbito deportivo ello tiene un impacto favorable en las empresas de wearables y biomonitorización. Samsung acaba de lanzar un anillo inteligente que apunta a rivalizar con Oura. Se trata de dispositivos que ya no sólo miden la intensidad del entrenamiento, sino los niveles de azúcar en sangre, los picos de cortisol o la temperatura corporal, ofreciendo a los entrenadores y nutricionistas información de valor para personalizar su rutina deportiva y dieta. Hasta un 75% de los encuestados aseguran estar dispuestos a probar un wearable en el futuro. ¿La oportunidad? Utilizar la inteligencia artificial para ofrecer un servicio efectivamente personalizado.  ¿El reto? La privacidad y seguridad del usuario, pues el 30% de los consumidores afirman que utilizarían un wearable sólo si los datos se comparten exclusivamente con ellos.

Entre tanto uso de la tecnología, ¿qué papel juega el club deportivo en el itinerario de bienestar del usuario? Los datos apuntan a un impacto relevante. Alrededor del 50% de los estadounidenses que van al gimnasio afirman que el fitness es fundamental de su identidad, una tendencia es aún más marcada entre los consumidores más jóvenes: el 56% de los zetas le otorga una prioridad muy alta a entrenar, frente al 40% de los consumidores estadounidenses en general. Es más, en torno al 60% de los estadounidenses afirman que su gimnasio es un componente clave en su rutina de entrenamiento, un porcentaje similar a los que afirman que siempre intentan sacar un rato para ejercitarse.

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