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L’Orange Bleue compromete 2 millones para abrir cinco gimnasios propios en Madrid

El gigante galo del fitness usará un préstamo bancario para duplicar su estructura en España este año. En paralelo a su expansión, la compañía busca diversificar su negocio exportando su metodología de entrenamiento y de formación.

L'orange bleue

L’Orange Bleue retoma su plan de expansión en España, donde prevé duplicar su red de centros este año. La cadena francesa de gimnasios, que opera cuatro instalaciones en Barcelona, Valencia, Castellón y Málaga, pondrá en marcha cinco clubes propios en Madrid entre octubre y diciembre, según ha podido saber 2Playbook. Tres de ellos ya están firmados, mientras que los otros dos son proyectos muy avanzados que sólo están pendientes de firma. La compañía, que invierte de media unos 300.000 euros por gimnasio, financiará esta expansión a través de un préstamo bancario de 2 millones de euros. L’Orange Bleue, que es rentable desde su creación, en 1996, logró serlo también en 2022 tras facturar 156 millones de euros en Francia y España. De cara a este año, prevé crecer hasta 180 millones de euros.

Por ahora, sólo el centro que gestiona en Barcelona es propio, mientras que los otros tres operan bajo licencia. “Madrid es un mercado potente, y entrando con cinco clubes de golpe nos posicionamos como marca”, explica a 2Playbook José Nercellas, director general de L’Orange Bleue. De esta forma, la cadena pasará a operar nueve gimnasios en el país. Su expansión no terminará aquí, ya que la compañía ve “potencial” para alcanzar 200 gimnasios en los próximos cinco años en España, un mercado en el que están creciendo con fuerza Basic-Fit, que también opera en el segmento de bajo coste y suma más de 100 locales, y Synergym, que cuenta con más de ochenta instalaciones. A ellas se suman VivaGym y Altafit con gimnasios low cost.  

De cara a 2024, la previsión de la compañía es sumar una decena de centros más con licencia de marca y algunos propios más. La cadena aterrizó en España en 2017 y abrió su último centro en Málaga el año pasado. “Estudiaremos distintas posibilidades de ubicaciones, parte de los centros serán nuevos, pero si surge la oportunidad de alguna compra tanto de centros independientes como de pequeñas cadenas también lo analizaremos”, comenta Nercellas. La cadena también busca crecer en Francia, donde tiene 380 centros deportivos. “Creemos que tenemos el potencial de doblar el parque actual de gimnasios ahí”, sostiene el directivo, que augura una “concentración de marcas en el mercado, ya que el cliente cada vez busca más marca y confianza”.

“A medida que vayamos adquiriendo más cuota de mercado, cada vez costará menos vender la marca”, amplía. Este año prevé abrir 40 clubes en Francia, mercado donde el 95% de los centros funcionan con licencia de marca. Más de la mitad de estos, un 55%, pertenecen a inversores que gestionan más de un centro de la cadena.

La cadena, que busca locales de entre 550 metros cuadrados y 750 metros cuadrados, basa su propuesta en actividades dirigidas, acompañamiento al cliente y espacios para el entrenamiento de fuerza. Nercellas asegura que las clases son uno de los puntos fuertes de la cadena, que ha desarrollado una metodología de entrenamiento propia que ha registrado con la marca Yako y que le permite formar a sus propios entrenadores, que imparten alrededor de 50 clases presenciales por semana.

L’Orange Bleue, de hecho, no sólo aspira a crecer a través de nuevos gimnasios, sino que la empresa busca diversificar su negocio sacando mayor rendimiento a su know how en la prestación de servicios. Por un lado, está estudiando la fórmula para expandir Yako más allá de sus clubes, de forma que pueda venderse a otros gimnasios tanto de Francia como del extranjero.

La empresa tiene su propia academia de entrenadores con esta metodología y en Francia ya dirige cinco centros educativos. Los cursos anuales que ofrece la compañía proporcionan el diploma homologado por el Estado francés que resulta imprescindible para poder ejercer como entrenador de fitness en el país galo. L’Orange Bleue intentará exportar este modelo de centro formativo a España en los próximos años.

La compañía prevé cerrar el año con 400.000 socios en los cerca de 400 gimnasios que tiene en los dos mercados donde se encuentra, lo que representa una media de unos 1.000 abonados por centro. En España, donde el año pasado facturó entre uno y dos millones de euros, la media es algo inferior, de unos 850 inscritos por club, de forma que da servicio a algo más de 3.400 socios en el país. “Estamos en cifras récord dentro de la empresa a nivel de abonados y esperamos batir este récord a finales de año”, suma Nercellas.

La compañía renovó su propuesta el año pasado para “elevar la percepción del cliente”. “Ofrecimos una imagen más familiar, con mejores acabados y un estilo más depurado, para que los clientes nos perciban como su segunda casa. Buscamos proximidad, acompañamiento y seguimiento”, amplía el directivo. La compañía también ha puesto el foco en la digitalización, potenciando especialmente las redes sociales, para renovar el acercamiento de los usuarios a su servicio.

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