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Supera paga la factura energética: sube pérdidas hasta 9,6 millones en 2022 pese a vender un 39% más

La gestora de instalaciones deportivas incrementó sus números rojos por el alza del precio de la luz, en un año en el que ingresó más de 40 millones de euros. Las pérdidas desde que estalló la pandemia se elevan a 25,9 millones de euros.

Supera centro deportivo

Supera recupera parte del negocio perdido durante la pandemia, pero la crisis energética aún le impide vislumbrar la rentabilidad. La cadena de gimnasios controlada por el fondo Portobello perdió 9,68 millones de euros en 2022, un 12% más que el año anterior. Desde el estallido de la pandemia, la compañía arrastra unos números rojos de 25,9 millones de euros entre 2020 y 2022.

Ello, pese a que mejoró su facturación en un 38% interanual, hasta 40,1 millones de euros. Así se desprende de las cuentas no auditadas de la compañía a las que ha accedido 2Playbook, las cuales muestran que la cifra de negocio mejoró un 51%, hasta 39,3 millones. El resto de ingresos de explotación disminuyeron un 82%, hasta los 548.000 euros.

El fin de las restricciones para frenar el avance de la pandemia, y especialmente la caída de las mascarillas en los espacios interiores, ayudaron a aumentar los ingresos en el primer año desde el estallido de la Covid-19 en el que los gimnasios españoles no tuvieron que sufrir cierres. Se desconoce con cuántos abonados cerró el último año, si bien en comparación con 2019 los ingresos aún están un 17,4% por debajo.

Pese a facturar más que en 2021, los números rojos empeoraron porque los costes aumentaron a un mayor ritmo. A la espera de conocer el detalle de todos los gastos de explotación, el incremento del precio de la energía fue el principal culpable de que esta partida, que también incluye alquileres, cánones y reparaciones, se disparase un 39% interanual, hasta 15 millones de euros. Hoy, la gestora gallega gasta 5 millones más en estos servicios que en 2019.

 

Fruto del incremento de los costes energéticos, Supera se vio obligada a cerrar las piscinas y demás zonas de agua de una docena de centros deportivos en marzo de 2022. Se vieron afectadas las instalaciones menos eficientes a nivel energético, que vieron como la factura de gas y electricidad se triplicó.

La mayoría se reabrieron dos meses después, en mayo, aunque cuatro tuvieron que esperar algunos meses más. En el caso de Ayora y Abastos, en Valencia, la reapertura de sus piscinas se demoró hasta finales de agosto, una vez que la cadena pactó con el Ayuntamiento de Valencia el pago de los sobrecostes energéticos que se generasen en ambas concesiones, que llevan más de tres años caducadas.

La crisis energética incluso llevó a la compañía a dejar de operar una de las instalaciones, el Complejo Deportivo Rías do Sur, de Pontevedra, donde aún le quedaban 14 años de concesión. La compañía se anotó un deterioro de 1,7 millones por dejar de operar esta instalación, cuya propietaria, la Fundación Rías do Sur, recuperó la gestión para permitir el acceso a los equipos deportivos que la utilizaban. De momento, eso sí, sus piscinas no estarán abiertas al público en general hasta que encuentren una nueva gestora.

La realidad es que los otros gastos de explotación ya representan un desembolso mayor que el de personal. El gasto en plantilla creció un 18% en 2022, hasta 14,9 millones de euros, aunque se quedó lejos de los 20 millones destinados en 2019 por los distintos Ertes que la cadena aplicó el año pasado tanto en aquellos centros donde hubo cierres de piscinas como en los que empezaron el año con limitaciones en sus servicios. A medida que se fue recuperando la actividad en sus instalaciones, los empleados recuperaron su actividad. A aprovisionamientos se destinaron 6,3 millones de euros, un 70% más que en 2021, por el coste de los materiales utilizados en los centros que la compañía tiene en fase de obras.

Las ventas de Supera aún están un 17,4% por debajo que en prepandemia 

El incremento de las ventas totales, aunque a doble dígito, aún deja a Supera lejos de sus niveles previos a la crisis sanitaria. Los más de 40 millones de euros que facturó la gestora en 2022 representan un 82% de la facturación récord que consiguió en 2019, cuando alcanzó los 48,2 millones de euros. De hecho, los ingresos totales de 2022 suponen volver a cifras de 2015, cuando la cadena gallega facturó 39 millones de euros.

Hasta la pandemia, Supera había aumentado sus ventas año a año, con 2013 como una única excepción. Mientras que entre 2014 y 2019 había acumulado más de 13 millones de euros de beneficios, el agujero económico ya se eleva a 26 millones de euros en los tres años desde el estallido de la pandemia.

De momento, se desconoce qué compensaciones podría recibir por cada una de sus concesiones administrativas, pues la legislación aprobada por el Gobierno en 2020 le da derecho a exigir a los ayuntamientos un resarcimiento parcial por la caída de ventas a causa de los cierres forzados durante el Estado de Alarma.

Pese a las dificultades a las que la compañía ha tenido que seguir haciendo frente en 2022, cerró el año con ebitda positivo en 2,8 millones de euros una vez descontadas las amortizaciones (7,6 millones) y los gastos financieros (6,5 millones). La deuda financiera neta es de 99 millones de euros, que se elevaría a 116,7 millones de euros si se contabilizan los cánones a pagar a las administraciones. Así, el ratio de deuda neta equivale a 29,8 veces su ebitda, según los ratios ofrecidos por 2Playbook Intelligence, la unidad de inteligencia de mercado de 2Playbook, que incluye las cuentas de las principales cadenas de gimnasios y un mapa de instalaciones deportivas en España.

 

Supera tiene comprometidos 69,1 millones de euros a largo plazo con sus bonistas, a los que debe un millón con vencimiento en menos de un año. Estos cerca de 70 millones de euros forman parte de la emisión de bonos con las que se refinanció la emisión lanzada en 2015, lo que convierte a estos inversores institucionales en los principales acreedores de Supera.

Por otro lado, con las entidades de crédito tiene contraída una deuda de 23,8 millones con vencimiento a largo plazo y otros 9 millones de euros a corto. La mayor parte de esta deuda bancaria corresponde al préstamo recibido por parte de Cofides en 2022. Supera fue una de las cuatro gestoras de gimnasios que pudieron acceder a esta financiación. En concreto, obtuvo 15 millones de los 49,5 que se repartieron entre BeOne, Altafit y Llop Gestió.

El pasado año, Supera reforzó su posición en Oviedo con la puesta en marcha de un centro de 7 millones de euros en el centro comercial Gran Bulevar El Vasco. También creció en Portugal, donde se adjudicó su noveno proyecto y, a la espera de construir otros seis equipamientos, ha comprometido una inversión de 80 millones de euros.  

Tras su última apertura en Oviedo, en la que invirtió 7 millones de euros, gestiona 46 centros deportivos en España y dos más en Portugal. En territorio luso tiene otros siete en proceso de obras y concesión de licencias para empezar a construirlos en Braga, Oporto, Coimbra, Seixal, Lisboa, Vila Nova de Gaia y Barreiro. Este último, en el que la compañía invertirá 7 millones de euros, abrirá en los próximos días. La siguiente inauguración prevista es la de Telheiras, programada entre finales de 2023 o principio de 2024.

Para acometer este ambicioso plan de aperturas en el mercado luso, la empresa firmó un préstamo de 17,5 millones a través de Duma, la sociedad creada en 2018 para pilotar su desembarco en Portugal. El crédito lo suscribió hace justo un año con Rothschild, tal y como adelantó 2Playbook. El plan de expansión de Supera en el mercado luso para por contar con 17 centros deportivos. En ese país facturó 4,2 millones de euros en 2021, un 15,8% de la cifra de negocio que movió la compañía.

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