La ITF apuesta por el talento interno para dirigir el ente rector del tenis mundial. La Federación Internacional de Tenis ha nombrado consejero delegado a Kelly Fairweather, hasta ahora director de operaciones del organismo. Su objetivo es ejecutar el plan estratégico hasta 2024, que sienta las bases del crecimiento económico del organismo y de este deporte, que espera cerrar 2030 con 120 millones de jugadores en el mundo.
Con su nombramiento, la ITF crea el cargo de consejero delegado, cuyas funciones históricamente han recaído sobre el presidente. De este modo, David Haggerty delegará en Fairweather, su mano derecha durante los últimos años, y dejará de estar al frente del día a día ejecutivo de la organización que seguirá presidiendo. Se ha buscado desdoblar funciones para “garantizar un equilibrio aún mayor de poderes y de responsabilidad en el liderazgo”, apunta la ITF en un comunicado.
Ex director deportivo del Comité Olímpico Internacional (COI), Fairweather se incorporó a la Federación Internacional de Tenis en 2017 con el fin de impulsar el crecimiento del organismo. Ahora, lo dirigirá y estará al frente de las cinco divisiones clave que componen la ITF: presidencia; integridad y jurídico; grandes eventos y estrategia deportiva; circuitos, y finanzas, tecnología y personal.
La Federación Internacional de Tenis entró en pérdidas en 2020, con unos números rojos de 6,9 millones de dólares y unos ingresos totales de 35,5 millones, un 60% menos que en 2019, que evidencian la relevancia que ha ganado el torneo en su negocio. La suspensión de la Copa Davis provocó un roto de 30 millones de dólares (24,6 millones de euros) en los ingresos de la Federación Internacional de Tenis.