FirstVision va a liquidación. La compañía, que en su día estuvo acelerada por Telefónica y estaba participada por algunos atletas, echa finalmente el cierre tras no lograr alcanzar los objetivos marcados hace dos años. Su plan era alcanzar el break even en 2019 y alcanzar acuerdos al máximo nivel con organismos como la Fifa para implantar su tecnología en el medio plazo.

La empresa trató de hacerse un hueco en el deporte de élite a través de una innovadora propuesta tecnológica. FirstVision incorporaba una pequeña cámara en las camisetas para tratar de ofrecer al espectador una nueva perspectiva del juego. Tras una serie de experiencias piloto en Euroliga, Bundesliga y la EHF Champions League de balonmano, el desarrollo del proyecto no terminó de cuajar entre las principales instituciones deportivas.

En aquel entonces FirstVision trató de subirse a la ola de aperturismo tecnológico en el fútbol. El Mundial de Rusia incorporó por primera vez el sistema de videoarbitraje, al igual que otras competiciones, que también aceleraron en materia de innovación en las retransmisiones, estadios y otros factores.

Para dar gas a la segunda fase de su proyecto FirstVision cerró una ronda de 200.000 euros en 2018. Tras esta operación Roger Antúnez renunció como consejero delegado con el objetivo de buscar un perfil más institucional que ayudara a cerrar acuerdos al más alto nivel y aportara experiencia en la industria, algo que no fue posible.

En total la empresa llegó a levantar más de medio millón de euros, incluidos los 135.000 euros a través de un crowdfunding en el que Andrés Iniesta y Serge Ibaka actuaron como embajadores de la marca a cambio de acciones. La mayoría de los títulos aún estaba en manos de Antúnez y los socios fundadores José Ildefonso, Dani Carrillo, David Abajo e Ilya Kissin.