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May Peus: “Más allá de otros países, hemos de reivindicar aquí que el deporte de invierno existe”

El recién reelegido presidente de la Real Federación Española de Deportes de Invierno afronta su tercer mandato con el objetivo de acercarse a los deportistas amateurs e inspirarse “en las federaciones que lo hacen bien a nivel nacional e internacional”.

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May Peus espera prolongar las líneas estratégicas que se han ido poniendo en marcha a lo largo de la última década en la Real Federación Española de Deportes de Invierno (Rfedi). Tras diez años, su objetivo es seguir impulsando una federación más sostenible, que fomente la formación y asuma un papel central en la organización de competiciones tras el fracaso de la candidatura para los Juegos de Invierno 2030. Si bien considera que “hemos perdido una gran oportunidad”, reconoce que han actuado con prudencia y manteniéndose al margen durante todo el proceso de formación del proyecto. La entidad ha dado grandes pasos para digitalizar su estructura y apunta a incrementar la aportación de los patrocinadores en un 50% durante los próximos años. Otro de los retos será acercarse a los deportistas amateurs “despertando en ellos un sentimiento de pertenencia”.

 

¿Cuáles son los planes de la Rfedi en este nuevo mandato?

Básicamente, hemos trazado unas líneas estratégicas que marcan nuestro plan maestro. Además de poner en valor todo lo que hemos hecho en los últimos ocho años, hemos redactado un estudio sobre las tendencias de las federaciones deportivas copiando a las que lo hacen bien tanto a nivel nacional como internacional. Contamos con cinco pilares estratégicos. Por un lado, los más clásicos se centran en fomentar la excelencia deportiva con la organización de eventos, la formación y la cadena de valor. Para el primer caso teníamos la vista puesta en los Juegos, pero ahí se nos ha desilusionado el proyecto. Aun así, seguimos trabajando en traer eventos internacionales a España. En el caso de la formación, es importante que la gente que trabaja como técnico tenga un horizonte claro, que no solo haya un perfil de entrenador amateur. También, estoy orgulloso de haber potenciado la figura del director técnico español. Ahora los directivos técnicos de cada una de las seis disciplinas son españoles. A parte, hay que tener en cuenta la salud económica de la federación y ver dónde están las oportunidades para captar recursos económicos. A ello hay que añadirle el área de inclusividad, sostenibilidad y solidaridad.

¿Cómo puede afectar el hecho de no albergar los Juegos de Invierno 2030?

Todo empezó por una demanda real de los deportes de invierno de traer unos Juegos a la cordillera pirenaica.  El COI quería hacerlo, pero es necesario socios para ello. Y estos socios se habían encontrado. Yo estaba convencido que era una candidatura con muchas posibilidades de ganar. Se adaptaba a la agenda 2020 del COI, que busca que los Juegos sean una representación del territorio y que se aprovechen las instalaciones de países cercanos como sucedía con el salto de trampolín, el bobsleisgh, el skeleton y el lunge, de modo que no se construyan instalaciones si no es necesario. Esto lo teníamos, con una gran marca como es Barcelona. Todo se ha torcido por unos malos entendidos o falta de acuerdo. Esto ha mermado la ilusión del deportista y de los diferentes estamentos de los deportes de invierno.

¿Este fracaso cómo impacta en la Rfedi?

Como aún no había acabado de nacer, hemos sido prudentes. Sabíamos que hasta que no se hiciera oficial y se presentara la candidatura, debíamos mantenernos al margen. Han tenido más protagonismo las federaciones autonómicas que las nacionales en todo este proceso. Creo que es un tema que nos ilusionaba mucho, pero en el que fuimos capaces de mantener la euforia. Hemos perdido una gran oportunidad, si hubiera acuerdo para la candidatura ahora nos estaríamos reuniendo en Madrid o Barcelona con el COE para preparar los próximos años.

El 70% de los ingresos de la federación procede de las instituciones. ¿Qué debe hacer la Rfedi para disminuir esta dependencia?

Sobre todo, nos hemos marcado un plan de estudio del ecosistema de tendencias que hay a nuestro alrededor. Tenemos grandes oportunidades para desarrollar el deporte y captar recursos. Tenemos una gran masa de gente de gente que ha ido a vivir a los valles y las montañas y más mujeres federadas. En definitiva, el deporte se practica más. Hemos detectado una tendencia de práctica hacia los deportes en la montaña y la generación joven consume más deporte. Lo más importante es poder, de alguna manera, ubicar a la Rfedi en el centro del ecosistema de la nieve y establecer una relación con el deportista que no entiende porqué federarse. Todo el conjunto de los stakeholders del deporte de nieve como estaciones o patrocinadores, tenemos que reivindicar en el mundo que en España hay montaña y nieve. Para ello buscamos acuerdos con escuelas y establecimientos. Evidentemente, la aportación de las instituciones es fundamental.

Una de las opciones puede ser la organización de competiciones. En 2021 se acogieron un 25% más que en el 2019. ¿Qué previsiones hay para 2022? ¿Se albergarán pruebas de la Copa del mundo y de la Copa de Europa?

Este año tenemos prevista una prueba internacional de Copa del mundo de snowboard Cross en Sierra Nevada en marzo y una Copa OPA de esquí de fondo que la tenemos designada a España, pero todavía no sabemos en qué estación la vamos a hacer. En cuanto a competiciones internacionales (FIS), tenemos varias dentro del circuito que suman más de 15 pruebas. Evidentemente, se está trabajando en el plan estratégico para los próximos cuatro años en poder albergar otras pruebas de nivel. En cuanto a la actividad estatal, que sería el calendario Rfedi, yo creo que vamos a estar alrededor de la cantidad de pruebas que hicimos en 2021, que fue muy elevado ya que al estar ya fuera de pandemia y debido a las buenas condiciones de nieve que hubo en el país, se hicieron alrededor del 95% de las competiciones.

En cuanto a patrocinios, ¿cómo vais a trabajar para cerrar acuerdos con empresas privadas? ¿Cuánto podrían llegar a significar los ingresos por patrocinio?

Hay algunos que nos dan aportación económica finalista para desarrollar deporte que son los principales: Audi, Iberdrola y Movistar. Luego hay una gran cuantía que son en especies. La aportación de los patrocinios a los recursos de la Federación es de alrededor de 800.000 euros. El objetivo para los próximos años es crecer el 50% en este ámbito. Otro de los objetivos es intentar atraer a micro patrocinadores cuyas aportaciones vayan a los deportistas y ayudar al desarrollo de los programas.

¿Cómo se trabaja para competir con federaciones con muchos más recursos como la francesa o la italiana?

Mas que competir con ellos, debemos reivindicar internamente en el país que el deporte de invierno existe. La concurrencia competitiva nos exige tener buenos resultados para que nos llevemos una parte importante del pastel de las subvenciones, y eso solo lo lograremos con buenos resultados deportivos, buena gestión, desarrollo de nuevas tecnologías... Evidentemente, nos gustaría acercarnos a las federaciones con más recursos. Nosotros tenemos un presupuesto de alrededor de 4 millones, mientras que hay algunas que tienen 10 veces más como Italia, que está con el ojo puesto en Cortina 2026, Francia, Eslovenia, Alemania, Austria o Suiza. En España hemos de reivindicarnos para ser más fuertes.

“Queremos despertar en la gente el sentimiento de pertenencia. Que quieran ser socios y ser parte de nuestro equipo”

¿Qué papel puede tener la digitalización en el desarrollo y crecimiento del deporte de nieve en España?

En este aspecto nosotros hemos hecho en los últimos años una gran transformación. Antes estábamos casi en el analógico. Ahora ya disponemos de herramientas de gestión en la periodificación de gastos, contamos con una intranet para las pasarelas de pagos para competiciones, inscripciones... Hemos hecho una gran transformación y seguimos haciendo procesos constantes, como la creación de herramientas para entrenamientos. Por ejemplo, los deportistas trabajan con velocímetros para comprobar donde han tenido una desaceleración en una bajada, pero para garantizar su buen uso deben familiarizarse con este tipo de tecnología.

En los últimos años se han creado dos Casa España en Saas Fee y en Val di Fassa. ¿Qué se busca con estas iniciativas? 

Son los campamentos base que hemos tenido en Europa que es dónde entrenan el 90% de los equipos para los campeonatos internacionales. Se tuvo que crear durante el verano por un tema de optimización de recursos. El cojín económico nos permite descentralizar más. Es una manera de preparar la formación sin que sea una carga.

¿Qué planes tenéis para seguir atrayendo más gente hacia los deportes de invierno y aumentar el número de licencias?

Queremos despertar en ellos el sentimiento de pertenencia. Que la gente quiera ser socio, que quiera ser parte de nuestro equipo. Lo lograremos con héroes como Lucas Eguibar, Queralt Castellet, Quim Salarich y estando cerca de las competiciones populares, como la Marcha Beret o el Trofeo Jesús Serra, entre otros. En estas competiciones compite un público amateur, y la gente debe ver que estamos ahí ofreciéndoles un servicio. Además, en este apartado trabajamos estrechamente con Atudem. Por otro lado, a nivel de marca en 2019 creamos SpainSnow con el objetivo de internacionalizar nuestra federación y que en el extranjero se supiera que en España hay nieve.

“Con la línea Eco Rfedi, debemos trabajar para mantener el medio ambiente, buscando la eliminación de la huella de carbono en todos los proyectos”

En cuanto al deporte femenino, ¿en qué situación está el deporte de invierno en España?

Es un tema generacional, ya que este deporte no tiene ni ha tenido ningún tipo de discriminación en cuanto a premios ni nada parecido. Te das cuenta cuando llegas a la federación de que en nuestro deporte las mujeres siempre han competido en las mismas condiciones. En el caso de ahora estamos viviendo unos años en los que hay mejores resultados de hombres, pero no podemos olvidar que tuvimos un equipo de mujeres de mucho nivel. Fueron oportunidades generacionales que salieron muy bien. Ahora tenemos a Paula Fernández Ochoa liderando el programa Mujer y Nieve y alrededor del 40% de las fichas en España son de mujeres.

¿Qué se hace para garantizar la sostenibilidad del entorno en un deporte que depende de ello?

Hemos creado un nuevo departamento liderado por Cristina Fenche con el objetivo de convertirnos en una federación Climate Positive, un área muy potente que ha empezado a crear la federación internacional para eliminar la huella de carbono. Ya se han hecho pasos al respecto como dejar de utilizar un producto químico en el enceraje de las tablas de esquí, algo que se ha eliminado a nivel europeo. También se trabaja para que las máquinas quitanieves sean hibridas y los telesillas sean eléctricos y sin generar deshechos. Con la línea Eco Rfedi, debemos trabajar para mantener el medio ambiente, buscando la eliminación de la huella de carbono en todos los proyectos. Debemos ser conscientes que nuestro deporte requiere del frío y las precipitaciones.

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