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Colombia

Colombia: entre Bodytech y SmartFit, así es el cuarto mayor mercado del fitness latinoamericano

Los datos de Ihrsa revelan que el mercado colombiano del fitness se contrajo años antes de la pandemia. Hasta 2019, esta industria movía más de 370 millones de dólares y cerca de un millón de clientes.

Colombia es el cuarto mayor mercado del fitness en Latinoamérica, una región donde la industria de los gimnasios aún tiene un amplio margen de crecimiento. El país con mayor penetración de los gimnasios en la sociedad es Brasil y apenas roza el 5%, mientras que los cafeteros ocupan la cuarta posición del ranking con apenas sólo un 2% de su población inscrita a un centro deportivo. El idioma, que podría haber favorecido la entrada de operadores españoles en el continente, no ha surgido el efecto que sí existe entre los mercados anglosajones. Son varias las cadenas de gimnasios españolas que apuntan a que es un mercado atractivo, aunque con limitaciones: la tasa de bancarización es de sólo el 87,1%. Es decir: casi un 13% de los adultos no tiene cuenta corriente, por lo que los gimnasios, junto a otros sectores, facturan cobrando en efectivo y no domiciliando los recibos, que es el modelo que impera en la mayoría de países desarrollados.

De ahí que en un país que cuenta con 51,2 habitantes, menos de un millón de personas esté inscrita a un gimnasio. Se estima que habían 1.752 clubes antes de la pandemia. En total, esta industria movió un negocio de 376 millones de dólares (360 millones de euros), según los datos recabados por 2Playbook para el último capítulo de la serie La vuelta al mundo por los 20 mayores mercados del fitness, elaborado con el apoyo de Matrix.

Según el Estudio sobre el mercado de gimnasios y centros de acondicionamiento en Colombia (2018-2021)”, de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), la pandemia causó estragos en la industria del fitness. De hecho, hasta marzo de 2021 solo se habían alcanzado un 50% de los ingresos y un 75% de los clientes que los gimnasios tenían en enero de 2020, según el informe elaborado por la Superintendencia de Industria y Comercio de Colombia (SIC).

El mercado colombiano del fitness está dominado por la cadena colombiana Bodytech y la brasileña SmartFit. La primera es uno de los grandes operadores de Latinoamérica, suma 25 años de experiencia en el sector, y desde sus inicios se ha presentado como un club médico-deportivo. Ello se traduce en un servicio que trasciende a la actividad física, y que abarca servicios de fisioterapia, medicina y nutrición. El modelo ha dado resultado y lo ha replicado en Perú y Chile, lo que le ha llevado a sumar 150 instalaciones en tres países, tras sumar a su accionariado en 2019 al fondo de inversión estadounidense L Catterton, conocido por invertir en empresas del sector del lujo.

En cierta medida, Bodytech ha marcado el camino a otros operadores colombianos, que incluso operando en el segmento low cost ofrecen servicios vinculados a la medicina deportiva, como es la fisioterapia o la nutrición. Esta propuesta de servicio premium contrasta con la de la brasileña Smartfit, que ofrece una propuesta más básica y a un precio menor. La cadena ha obtenido buenos resultados, a tenor del fuerte crecimiento que ha experimentado en Colombia, donde ya opera 142 centros con tarifas que parten de 59.900 pesos colombianos (menos de doce euros al mes). En 2021 decidió reforzar su apuesta en el país cafetero y adquirió Action Fitness, que contaba con 17 instalaciones.

En el territorio también operan players locales como Fit For All, Stark o Fitness29. For For All tiene cinco instalaciones de bajo coste con cuotas parecidas a las de Smart Fit. Eso sí, consigue elevar su tíquet medio ofreciendo servicios no incluidos en la cuota, como son evaluaciones médicas, fisioterapia, nutrición, alquiler de campos de fútbol sala, así como escuela de fútbol y de boxeo para el público infantil. Stark no se queda atrás y, por un precio algo más elevado (16 euros al mes), sus siete clubes de Bogotá ofrecen entrenamiento personal, medicina deportiva, fisioterapia y nutrición. Todos ellos han crecido en un país donde también operan centros independientes en barrios, al tiempo que los complejos residenciales han incorporado espacios de fitness de uso comunitario.

 

El sedentarismo, una batalla y una oportunidad

La industria del fitness puede ser una aliada en la lucha contra la inactividad física y en favor de los hábitos de vida más saludables y sostenibles en la sociedad. Se estima que en Colombia el sedentarismo le cuesta al país 958 millones de dólares (922 millones de euros) al año, de los que 728 millones de dólares (700 millones de euros) corre a cargo de la sanidad pública, según un informe de Bodytech. Es un gasto en salud que podría destinarse a otros fines si las personas cumplieran con el mínimo de actividad física de 150 minutos a la semana que recomienda la OMS.

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