El BM Granollers aspira a retomar una nueva normalidad esta temporada. Tras tanta inestabilidad en el deporte -y en la sociedad- durante las últimas dos campañas, en el club de balonmano catalán son todavía comedidos, pero reconocen un entusiasmo por la vuelta del público y la estabilización de su operativa diaria. Y es que la entidad cuenta con 30 equipos, además de una fundación, con la que promueve este deporte en la comarca del Vallés Oriental, próxima a Barcelona. “Si podemos completar sin sustos la temporada, prevemos volver a niveles pre-Covid, con un ligero superávit”, apunta su presidente, Josep Pujadas, a 2Playbook.

En el plano profesional, su equipo de Asobal contará con un presupuesto de 930.000 euros y ha renovado a su patrocinador principal, Fraikin, hasta 2024, con una ligera mejora respecto al último contrato. En total, contando la inversión en cantera y el resto de actividades, esta temporada contará con unos recursos de 1,7 millones de euros para financiar su actividad.

“Parece que para esta temporada la situación es ligeramente mejor respecto a temporadas pasadas, pero mantenemos todas las medidas sanitarias”, recuerda el presidente. El ticketing y abonos copan apenas un 20% del presupuesto del club, con una masa social de 1.500 personas.

Por tanto, la mayor parte de los recursos económicos del Granollers proviene de los patrocinios. Ahí, el primer puesto lo tiene Fraikin, empresa de renting de vehículos industriales. Pero la lista del conjunto vallesano la componen otra decena de socios comerciales como KH-7, Spar, CaixaBank, Agbar o Reckitt. “La merma ha venido más por las pequeñas colaboraciones o patrocinios, que han caído por el cierre al público del pabellón la pasada temporada”, lamenta Pujadas. Como socio técnico se mantiene la marca danesa Hummel, que tiene un contrato al que todavía le restan varias temporadas.

Para incrementar estos márgenes, y por ende los presupuestos de los clubes de Asobal, el presidente del Granollers solicita una Ley del mecenazgo. Esta histórica reivindicación del deporte español, “en esta situación que vivimos sería muy beneficiosa”, asegura el dirigente. “En los países donde se ha activado, se ha demostrado que se obtienen más recursos. El caso francés es el más cercano y el mejor para explicar su éxito”, agrega.

La influencia de la Granollers Cup en el club: 5.000 jugadores

Más allá del equipo Asobal, y del femenino de élite, que compite también en la máxima categoría, en la División de Honor, el BM Granollers es uno de los clubes referente en el balonmano nacional por su trabajo en cantera y por la promoción del deporte de base con eventos y actividades que realiza vía club y su propia fundación.

Entre ellos, destaca la Granollers Cup, un torneo internacional que abarca desde la categoría alevín hasta junior, y que antes de la pandemia llegó a acoger hasta 300 equipos y 5.000 jugadores durante la semana de torneo. “Si ahora podemos recuperar en las próximas ediciones una cifra de 4.000 participantes, esto puede suponer un retorno importante para el club en cuotas, merchandising del club que ponemos a la venta…”, destaca Pujadas.

La rentabilidad del club este año pasará por poder completar en calendario todas estas actividades que tiene en marcha o proyectadas. Por la caída de estos eventos del programa, entre otros aspectos, la entidad cerró 2020-2021 con unas pérdidas de en torno a 100.000 euros.

Otra de las patas del club es su cantera. “Por desgracia, en el último año perdimos a un 10% de los jugadores y jugadores por la inestabilidad e inseguridad que creó la pandemia”, lamenta el presidente granollerense, cuyo club contaba con, aproximadamente, 440 fichas antes de la Covid. De cara a esta temporada, el objetivo es recuperar los niveles prepandemia.