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El dueño de San Pablo Burgos inyectará hasta 800.000 euros para cubrir el golpe de la pandemia

Félix Sancho, que tiene el 99% de las acciones, asumirá las pérdidas generadas entre 2021 y 2022. El agujero, de más de dos millones, se ha rebajado a una horquilla de entre 400.000 y 800.000 euros por los ingresos de ganar dos BCL.

Hereda San Pablo Burgos 2021 2022. ACB Photo   J Bernal

Hereda San Pablo Burgos ha sido el club de la ACB más afectado por la pandemia. Las razones son claras: dos tercios de sus ingresos dependen directa o indirectamente del ticketing y, con casi 10.000 espectadores de media por partido, lidera la competición en número de abonados y asistencia. La entidad burgalesa cerró 2020-2021 en pérdidas y prevé volver a repetir números rojos esta temporada. Su presidente, Félix Sancho, cubrirá ese agujero económico generado estos dos años, que, a falta de cerrar el actual ejercicio, estará en una horquilla de entre 400.000 euros y 800.000 euros.

“La estabilidad está garantizada tanto por los recursos propios con los que cuenta el club, como por mi propio compromiso de asumir el déficit”, explica Sancho a 2Playbook. El presidente cuenta con el 99% del capital y descarta realizar una ampliación entre terceros.

Las pérdidas se compensarán a través de préstamos participativos a título personal de Sancho. Es una fórmula que también utilizan otros equipos donde sus socios capitalistas también tienen una influencia directa en el día a día, como Río Breogán o Valencia Basket.

La merma de ingresos procede principalmente de la venta de abonos. Hereda San Pablo Burgos logró cerrar 2019-2020 con un beneficio de 631.774 euros, y mitigó el impacto de la Covid-19 la temporada anterior al mantener a sus socios. En lugar de optar por la devolución del importe, ha utilizado los fondos como tesorería, lo cual implica dejar prácticamente a cero el presupuesto por ticketing y abonos para 2021-2022 como compensación.

“Los socios nos han financiado anticipando el abono, así que el golpe real vendrá este año”, admite Sancho. “Más que por el resultado financiero, es por los problemas de tesorería que nos genera, y porque, además, es un año en el que los resultados deportivos no han acompañado, y hemos tenido que invertir más para reforzar la plantilla”.

El presupuesto para este año es el más alto en su historia, con más de 4,8 millones de euros. “No tenemos deudas con proveedores, personal ni instituciones, estamos totalmente saneados, y si asumimos este déficit es por una situación excepcional y sabiendo que esa deuda es únicamente interna”, asegura. “Siempre hemos trabajado por entender el club como una empresa y ser económicamente sostenibles. Y ahora entendemos que, por la situación que ha venido, hay que asumir este esfuerzo para seguir cuidando el producto que hemos construido”.

De momento, el golpe será menor gracias a los éxitos deportivos. Burgos levantó el trofeo de campeón de las dos últimas Basketball Champions League (BCL), embolsándose dos millones de euros en total. Tras impuestos y primas a jugadores, el club se ha anotado un ingreso neto extraordinario de 1,2 millones de euros, que se utilizaron en las dos primeras temporadas impactadas por la Covid-19.

De momento, Sancho deja en el aire las previsiones de cierre para 2021-2022. La hoja de ruta dependerá de amarrar la permanencia en las próximas jornadas. También los precios sobre los abonos o el patrocinio, con la renovación de Hereda sobre la mesa. La compañía finaliza contrato al final de esta temporada, aunque ambas partes señalan la buena relación y apuntan a la continuidad de su alianza.

Por otro lado, Burgos ha logrado fidelizar al resto de partners comerciales o sumar nuevos socios. “Casi 10.000 personas van al pabellón, no hay ningún otro evento o entidad capaz de movilizar y concentrar a tanta gente con esta recurrencia, y eso también lo saben las marcas, porque tienen una ventana que no van a lograr de otra forma”, subraya.

La estrategia de Burgos, de hecho, ha sido ampliar el número de patrocinadores locales, con aportaciones fijas y relaciones a largo plazo, para no depender de una única empresa. “Si se nos cae un patrocinio rápidamente podemos reemplazarlo, y aun perdiendo alguno de los principales, nunca nos hará un roto tan importante como para ponernos en un aprieto. Siempre podemos reaccionar rápido y compensar siempre la entrada de ingresos y no tener la necesidad de rebajar los precios cada vez que hubiera una necesidad, pero también nos obliga a seguir cuidando mucho el producto para que el aficionado venga al pabellón”.

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