Movistar Estudiantes empieza a ver luz para cumplir sus obligaciones con Hacienda. El club de baloncesto ha renegociado un nuevo calendario de pagos con la Agencia Tributaria, con el que ahora sí espera limpiar su histórica deuda en las próximas cuatro temporadas. La mochila asciende hoy a 4 millones de euros de principal y otros 2 millones de euros en intereses, que se devolverán íntegramente, aunque con un nuevo compromiso para adaptar los pagos a la crisis provocada por la Covid-19 en el deporte.
“Nunca hemos pedido, ni lo haremos, que se nos perdone un solo euro, pero sí una situación más flexible y adaptada al nuevo escenario desde que llegó la pandemia”, explica a 2Playbook Fernando Galindo, presidente de la entidad. “Sabemos que se han dado facilidades a clubes y empresas, que se ha tenido sensibilidad con la situación; lo que no tenía sentido era mantener el mismo calendario porque entonces la situación era insostenible”.
La falta de acuerdo en ese momento es lo que encalló inicialmente que el equipo optara a las ayudas del Consejo Superior de Deportes (CSD) para hacer frente a la Covid-19. El Estudiantes no realizó el pago de 1,4 millones al Fisco hasta cerrar el nuevo calendario de pagos, lo que provocó que no figurara en los registros como organización al día con sus obligaciones tributarias. Finalmente se alcanzó la entente antes de cerrar 2021, lo que permitió que cobrara 371.622 euros.
Con el nuevo calendario, el Estu pagará un millón de euros anuales. Si se mantiene el mismo acuerdo, podrá devolver toda su deuda al finalizar 2024-2025. Lo que se ha excluido del nuevo calendario son los intereses, que suponían un añadido de 400.000 euros al año. Los 2 millones de euros en intereses se devolverán en un nuevo plazo a determinar a partir de 2025.
De esta forma, el club libera parte del presupuesto, que podrá destinar al gasto en plantilla u otros recursos. “Creemos que es un acuerdo satisfactorio para todos, porque tenemos mayor margen de maniobra para afrontar el futuro con más optimismo, y Hacienda va a cobrar íntegra la deuda”, subraya Galindo.
De momento, el club ya ha iniciado un proceso de reorganización de su estructura para adaptarse a la nueva etapa. “Queremos diseñar la nueva estructura de gestión operativa y deportiva, ser más eficaces, pero no es una tarea sencilla para una entidad con casi 75 años de historia”, indica. Este es el primer año que se trabaja con la dirección general y deportiva desdoblada, en manos de José Asensio y el exjugador Pancho Jasen, respectivamente.
Presupuesto para 2021-2022 y nuevos negocios
Movistar Estudiantes ha aprobado un presupuesto de 1,7 millones para esta temporada. El equipo de LEB Oro dispone de 1,3 millón de euros, mientras que en Liga Femenina Endesa la dotación es de 400.000 euros en gasto en plantilla. A estas partidas hay que sumar el presupuesto para cantera y la estructura del club y el pago de la deuda.
Pese al descenso, el presidente del conjunto de baloncesto asegura que “se ha mantenido el apoyo de los patrocinadores”. Es uno de los clubes con más presupuesto de LEB Oro junto con Leyma Coruña, Covirán Granada y Gipuzkoa Basket, mientras que en Liga Femenina está en el segundo rango, por detrás de Valencia Basket, Perfumerías Avenida y Spar Uni Girona, y en un nivel similar al de Lointek Gernika, que disputó Eurocup con el Estu.
Galindo destaca que en los últimos años han encontrado más dificultad para potenciar la base: “No es excusa, porque hemos hecho muchas cosas mal, pero es cierto que cada vez es más complicado rentabilizar la cantera”. “Siempre hemos tenido esa ventaja en los presupuestos, ya que el jugador de formación te permite invertir en otros fichajes, pero ahora el caché es distinto, la ficha es más alta y las cláusulas de salida más bajas, así que lo que antes compensaba con una venta a otro equipo, hoy tal vez ni cubre el coste de formación”, lamenta.
Galindo apela a la Ley del Deporte para regular y potenciar a los clubes formadores, aunque por ahora se desconoce cómo se trabajará. “Lo lógico es que a los equipos con más cantera se les ayude, porque eso también haría que otros clubes apuesten por la formación. Si no, es injusto colocar tantos recursos cada año a la cantera para no tener retorno mientras otros equipos solo posicionan sus recursos al primer equipo sin la base”, sostiene.
En paralelo, Estudiantes trabaja para desarrollar nuevas líneas de negocio vinculadas con la sostenibilidad y, sobre todo, la tecnología blockchain. El club presentará su estrategia en los próximos meses, con la que espera reforzar la capacidad de ingresos del área comercial y para activar con los aficionados.
El Estu, a pesar del descenso, ha ganado masa social este año, aunque Galindo explica el motivo: “El precio de los abonos disminuye de una categoría a otra; tenemos más abonados que antes de la pandemia, pero estamos generando menos ingresos por taquilla, así que el reto ahora es mantenerlos y buscar esos otros negocios para monetizar”.
A falta de saber cómo evolucionará 2021-2022, Movistar Estudiantes cerró el último ejercicio con un beneficio de 649.822 euros, aunque fuese por un ingreso contable relacionado con el descenso. El fondo de garantía de la ACB supuso un ingreso extraordinario de 1,95 millones, que se cobran en pagos de 490.000 euros en cuatro temporadas y se tienen que devolver en caso de ascenso.
Descontando este apunte, el resultado de explotación fue negativo en 573.668 euros, y la temporada anterior los números rojos se situaron en 740.666 euros. La entidad madrileña lleva en pérdidas, al menos, desde 2013-2014. En 2021-2022, además, podrá anotarse la ayuda extraordinaria del CSD y se prevé continuar en beneficios gracias a este ingreso y la reducción de gastos.
