LaLiga confía en que sus clubes recuperarán rápidamente el pulso económico, sobre todo tras el anuncio de que los estadios podrán reabrir al 100% desde este fin de semana. El Real Betis también es optimista sobre su sostenibilidad económica a medio y largo plazo, e incluso en 2021-2022 ya espera cerrar con un beneficio neto de 1,4 millones de euros. Sin embargo, EY pone en cuestión que su rentabilidad vaya a ser suficiente para compensar todas las bases imponibles negativas activas, según el informe de auditoría al que ha accedido 2Playbook.
La firma de servicios profesionales ha introducido una salvedad a las cuentas verdiblancas por esta cuestión, después de que la dirección aún mantenga 9,36 millones en activos por impuesto diferido. En opinión del auditor, “considerando la actual situación de pandemia por Covid-19, no parece probable que el grupo disponga de ganancias fiscales futuras que permitan su aplicación por la totalidad del importe”.
El Betis empezó a activar estos beneficios fiscales futuros en 2015, año desde el que el resultado neto medio ha rondado los 2,75 millones de euros, según se desprende de sus cuentas anuales anteriores. Fuentes de la industria consideran muy severa la salvedad de EY, pues la legislación da hasta 18 años para compensar estos beneficios fiscales, y LaLiga estima que la normalidad llegue ya en 2022-2023.
Otras fuentes consultadas sostienen que las dudas del auditor se fundamentan en la dependencia del club de Heliópolis de las plusvalías por traspasos. La entidad ha ingresado 130 millones de euros entre 2017-2018 y 2020-2021 por este concepto, con una media anual de 32,5 millones sobre los que se ha fundamentado la rentabilidad de los últimos ejercicios. De hecho, incumplir los objetivos de ventas el último año es parte fundamental para entender los números rojos de 36,75 millones con los que se cerró la última temporada.
Las ganancias previstas para 2021-2022 también dependen de que se alcancen 30,3 millones de euros con la salida de futbolistas. De este importe, la dirección ya se ha asegurado casi la mitad con la venta de Emerson Royal, además de otros dos millones por la venta de Junior Firpo al Leeds United por parte del FC Barcelona. Es decir, que en el mercado de invierno o el próximo junio aún deberá formalizar algunas salidas más para cuadrar cuentas y cumplir con su previsión de ingresos.
El presupuesto contempla una facturación total de 144,33 millones de euros, de los que 111,3 millones de euros se corresponden a la cifra de negocio más alta de su historia si cumple. De este importe, algo más de la mitad se corresponde a los derechos de televisión, con 66 millones de euros, mientras que el área comercial rozará los 16 millones, tras un verano en el que se ha sumado a Finetwork como patrocinador principal y se han firmado varias alianzas regionales.
Además, el hecho de haberse clasificado para la Europa League se traducirá en 15,58 millones de ingresos por competiciones, si bien se desconoce qué porcentaje se corresponde a la previsión de venta de entradas en taquilla. Superada la cifra de 50.000 socios, la entidad verdiblanca espera que las cuotas de estos y los abonados aporten 13,75 millones, en línea con el último año que disputó competiciones europeas (2018-2019).
Por el lado del gasto, la proyección es que los gastos de personal escalen a 87 millones de euros, siendo el año en el que más dinero destinará al pago de nóminas. Ahora bien, ese aumento de seis millones respecto a 2020-2021 se verá neutralizado por las amortizaciones, que bajarán a 29,1 millones de euros tras un par de veranos en los que las inversiones en nuevos jugadores se han moderado; en 2019-2020, esta partida tocó máximos con 38,8 millones.
La dirección también buscará la contención de costes en la operativa diaria del club, con la previsión de que estos gastos se sitúen en 19,3 millones. De este modo, los gastos de explotación bajarían por debajo de los 20 millones de euros anuales por primera vez desde 2017-2018.
