Ocho años han pasado desde que el ascenso del CB Canarias a la ACB, una victoria a la que sucedió un intenso verano de gestiones para convertirse en sociedad anónima deportiva, reunir capital para pagar el canon de ascenso y poner a punto un pabellón que debía contar con al menos 5.000 localidades. Esa cifra hoy se queda corta para atender la demanda de abonados y seguidores que en circunstancias normales y sin pandemia se darían cita en el Pabellón Santiago Martín. De ahí que el club esté en conversaciones con el propietario del recinto, el Cabildo insular, para aumentar el aforo hasta 7.000 localidades, según ha podido saber 2Playbook.

El diálogo con la Administración empezó mucho antes de que la pandemia estallara, cuando el equipo promediaba un 95% de ocupación jornada tras jornada. La instalación cuenta con capacidad para 5.100 personas, y la ambición del equipo de sus dirigentes es alcanzar los 7.000 asientos. De ahí que el Cabildo haya estudiado ya varias propuestas: sumar 1.000 localidades, incorporar 1.500 butacas, o subir la apuesta a 1.900 asientos, que es la opción más probable.

En cualquier caso, lo que parece claro es que cualquier ampliación pasará por sumar entre uno y dos millares de localidades, según aclara Félix Hernández, presidente del club. “El Cabildo insular tiene claro que hay que aumentar la capacidad, no sólo para nosotros, sino para organizar otros eventos internacionales”, afirma. De momento, no hay ni inversión ni proyecto definido, pero sí que existe voluntad por parte de la Administración.

“Se tanteó la opción de hacer una ampliación mayor, pero eso conlleva cerrar el recinto durante un año y es algo que se ha descartado”, afirma. El interés del Cabildo radica en que alcanzar las 7.000 butacas permitiría tener más números para adjudicarse eventos deportivos nacionales e internacionales, como la Copa del Rey o la Final Four de la Basketball Champions League.

El presupuesto de Iberostar Tenerife es de 6,3 millones de euros en 2020-2021, un 9,5% menos que el año pasado

Más allá del deporte, el Cabildo planea ganar aforo para celebrar otro tipo de espectáculos, pues en la actualidad el Santiago Martín es el recinto más grande de Tenerife, y consideran que se queda algo pequeño. Pese a la voluntad del sector público, el presidente del Iberostar Tenerife reconoce que “la pandemia ha cambiado las prioridades”, al menos a corto plazo. A largo, las necesidades están claras, y Hernández está por la labor de justificar esa inversión: “Esperamos que en cuanto volvamos a la normalidad encadenemos un par de temporadas con aforo completo para justificar que la isla necesita esta ampliación”, señala.

Los números de Iberostar Tenerife son claros. Hasta un 20% de su presupuesto en una temporada sin pandemia procede de la venta de abonos y entradas, lo que equivale a 1,3 millones de euros. “Llenar el recinto al 90% nos permite alcanzar ese 20%, y si ganáramos aforo podríamos hacer que la taquilla y los abonos representaran hasta un 25% de nuestro presupuesto”, describe. De lograrlo, uno de cada cuatro euros del negocio generado por el club procedería “directamente de nuestros aficionados, y no de las competiciones y los patrocinadores”, recalca, consciente de la capacidad de ingresos de la entidad mejoraría con un aforo mayor.

El club no pone fecha a la ampliación, consciente de que el pabellón es de titularidad pública y la entidad es un inquilino sin capacidad para decidir. Hernández reconoce el contexto económico y social provocado por la pandemia no ayuda, puesto que la Administración está volcada en dar soluciones a la crisis, pero a su vez admite que el club puede aumentar los precios de las entradas y los abonos para mejorar sus ingresos. “Siempre hemos optado por tarifas asequibles, pero si tras la pandemia alcanzamos el 100% de la capacidad, es posible que ajustemos el precio”, confiesa.

El club promedió un 95,5% de asistencia de aficionados al pabellón hasta que estalló la pandemia

Iberostar Tenerife ha conseguido esquivar las pérdidas en 2019-2020, una temporada que se vio interrumpida por la Covid-19. Su reanudación en fase burbuja en Valencia permitió a la entidad salvar buena parte de su negocio, aunque los ingresos por matchday cayeron. Finalmente, el club cerró el año con unos ingresos de 6,97 millones de euros y un beneficio de 85.360 euros.

“Los jugadores, la plantilla no deportiva y la dirección hicieron sacrificios para reducir los gastos; eso, unido a la continuidad de los patrocinadores, nos permitió cerrar el año en equilibrio”, detalla. El resultado antes de impuestos fue de 259.266 euros, lo que permitió a la entidad cerrar su séptimo ejercicio consecutivo en positivo.

El 82% de su negocio provino de la publicidad y el patrocinio, una partida que se desglosa en tres categorías: la publicidad local y estática en el pabellón, que representa un 12,8%; el patrocinio principal, que supone un 37% de la mano de Iberostar, las marcas turísticas de Tenerife y de Canarias, así como el Ayuntamiento de La Laguna y el Grupo Disa, y otros seis copatrocinadores, que aportan un 32%. Es esta última categoría se incluye el reparto económico de la ACB, compuesto por los ingresos audiovisuales y el patrocinio de Endesa, KIA y 888Sport.

Descontado el 82% de patrocinio y competiciones, el 18% restante procede de la taquilla y el abono, un porcentaje que en 2020-2021 caerá hasta el 6% si el equipo puede abrir el pabellón a los aficionados en la segunda vuelta. En lo que va de temporada, el club no ha facturado por abonos ni matchday. De ahí que el presupuesto para 2020-2021 caiga hasta 6,3 millones de euros, un 9,5% menos que el año anterior.

El desafío en 2020-2021 es finalizar la temporada en positivo, una previsión que el club mantiene pese a definir un escenario pesimista por la ausencia de público en las gradas. El gasto en personal se elevará a 3,1 millones de euros y representará el 55% del gasto total. “Este año no haremos sacrificios, pero sí hemos ajustado los gastos al jugar a puerta cerrada y gastar menos en el mercado de fichajes”, recalca Hernández.