La Penya cierra su annus horribilis y mira hacia el futuro con el reto de mejorar sus ingresos. El club de la ACB cerró 2020-2021 con unas pérdidas de 2,18 millones de euros, que se suman a los 822.000 euros con los que cerró el ejercicio anterior. Los números rojos acumulados en los dos años marcados por la pandemia han sido compensados ya por Scranton, su accionista mayoritario, en la ampliación de capital cerrada en abril. Ahora, el club se lanza a maximizar sus ingresos tras cerrar su acuerdo con The Music Republic, dueño del Primavera Sound, adelantado por 2Playbook, para la explotación del Palau Olímpic.

“Nuestro plan ha tenido un paréntesis de una temporada y media en la que la Covid-19 ha pasado factura y, aunque es evidente que no podemos estar contentos por el resultado, en otros aspectos ha sido positivo”, explica a este medio Juan Antonio Morales, presidente del Joventut de Badalona.

El directivo se refiere, por un lado, a la decisión del club de no pactar reducciones salariales ni aplicar expedientes de regulación temporal de empleo (Erte) a sus trabajadores. “Hemos elegido asumir el esfuerzo y no negociar ni reducciones, ni otros pagos con proveedores”, admite. Por otro lado, el club ha sido capaz de no retrasarse con el calendario de pagos pactado con Hacienda para cancelar su deuda.

La Penya redujo sus compromisos pendientes de pago con la Administración en 1,1 millones de euros en 2020-2021, y ya sólo le restan por devolver 1,4 millones de euros. “Tener un club saneado y cumplir los compromisos es lo que nos da credibilidad para abordar cualquier proyecto”, destaca Morales. A estos 1,4 millones de pasivo tributario se añaden aún 2,3 millones de euros más que ha aportado Scranton mediante préstamos. Una parte corresponde a una línea de crédito para hacer frente a los pagos necesarios en la operativa diaria del club; la otra, la financiación necesaria para acometer las obras realizadas en el Palau Olímpic, de un millón de euros.

La Penya ya solo debe a Hacienda 1,4 millones y la deuda interna con Scranton vía préstamos

El pabellón será, precisamente, la punta de lanza para generar un mayor volumen de ingresos a futuro. El negocio de la Penya retrocedió un 27% interanual en 2020-2021, hasta 2,88 millones de euros, provocado por la caída en la venta de abonos, las taquillas y la actividad en días de partido. “No podemos reducir más gastos si queremos tener un equipo competitivo (tercero en Liga Endesa y Eurocup), así que la única vía es aumentar los ingresos”, subraya.

Para gestionar el negocio de conciertos y eventos en el Olímpic, el club ha cerrado un acuerdo con The Music Republic, empresa propietaria del Primavera Sound. La explotación comercial del recinto, eso sí, recaerá de forma íntegra en el Joventut. “Tenemos experiencia en el baloncesto, no en la industria de la música y el entretenimiento, y ellos nos pueden ayudar a nivel técnico”, explica Morales.

El club ya ha fichado una nueva persona para su departamento de ticketing en esta nueva etapa. Por ahora, Morales no ofrece cifras sobre la previsión de ingresos de la temporada 2021-2022, ya que, al tratarse de nuevos negocios, no tener patrocinador principal y que la incertidumbre aún afecta severamente a los conciertos y el aforo, “no se puede ajustar”. El año antes de la pandemia, la cifra de negocio de club acarició los 5 millones de euros.

Pese a todo, esta misma semana el Olímpic acogerá su primer concierto y en enero llegará el segundo si no hay nuevas restricciones. Sobre la mesa también pende la venta de los naming rights del pabellón. “Hemos tenido contactos preliminares y hay interés, pero se necesita demostrar un histórico de asistencia y eventos, así que tenemos que ir desarrollando el negocio primero”, sostiene Morales.

La Penya fija tres pilares para aumentar ingresos: conciertos, naming del pabellón y title rights

Más complicada se antoja la venta de los title rights del equipo en ACB y Eurocup. La Penya lleva tres temporadas sin patrocinador principal, lo que genera una merma de ingresos importante, de aproximadamente unos 700.000 euros, equivalente a la que genera cada temporada por abonados. El club ha rechazado en anteriores ocasiones malvender este activo para no rebajar su precio, aunque el directivo subraya que “es difícil encontrar empresas cuyo centro de decisión esté en España y que tengan capacidad para asumir esta inversión, porque el importe en la ACB es elevado”.

La Penya, de hecho, compite esta temporada con más rivales que hace dos años por vender los title rights. En 2019-2020 era el único participante de la Liga Endesa sin explotar este activo. Tras la pandemia, también lo buscan Gran Canaria e incluso Unicaja, que por primera vez se abrió a un tener un copatrocinador principal.

A la espera de conocerse si se producen renovaciones, esta temporada también finalizan los contratos de Coosur Real Betis, Urbas Fuenlabrada, BitCi Baskonia y Real Madrid. En un escenario de competencia mayor, como ya ha sucedido en LaLiga, las ofertas varían y de ahí que la Penya se lance a la explotación de su pabellón como principal palanca de crecimiento.

Finalmente, en 2021-2022 el club se anotará ingresos extraordinarios de la Generalitat y el Consejo Superior de Deportes (CSD) para mitigar el impacto de la Covid. A falta de saber cuánto recibirá del Gobierno catalán, el club de Badalona se llevará 452.266 euros del CSD, el octavo con mayor importe en la ACB. Este importe equivale a algo menos de un 50% de lo que obtenía por matchday (taquilla, abonos y otras actividades en día de partido) antes de la pandemia.