“Comenzamos a trabajar en esta temporada con el pitido final del partido en Badajoz”, asegura Jon Larrea, presidente de la SD Amorebieta. El club que gobierna logró el pasado mayo el ascenso a LaLiga en el Nuevo Vivero, un estadio que podría acoger, prácticamente, a todos los habitantes de este pueblo del interior de Bizkaia. Con apenas 20.000 habitantes, Amorebieta disfruta de tener a su club en el fútbol profesional y, muy pronto, tendrá que tomar una decisión trascendente para la entidad. Sus 1.200 socios tendrán que decidir si convierten al club en Sociedad Anónima Deportiva (SAD) ahora que su presupuesto ya se aproximará a los 7 millones de euros.
Esta transformación, obligatoria por la Ley del Deporte, “la votaremos a mediados de noviembre”, avanza Ibon Olalde, director general del club, a 2Playbook. Antes, la junta directiva ya ha aportado a su masa social toda la información respecto al plan de conversión y la convocatoria de una asamblea extraordinaria en la que se discutirá y se tomarán las decisiones correspondientes.
Una votación que, eso sí, tiene sus asteriscos: el Gobierno ya ha avanzado en el borrador de la nueva Ley del Deporte su intención de eliminar la obligatoriedad de conversión en SAD de los clubes profesionales. “Este modelo de participación ha demostrado su ineficacia a raíz de las múltiples crisis que han sufrido las Sociedades Anónimas Deportivas desde el año 1990”, se recoge en la exposición de motivos de la norma.
El CSD permite competir dos temporadas en LaLiga incumpliendo el capital social mínimo requerido -4,7 millones en el caso del Amorebieta y los clubes recién ascendidos para 2021-2022-, por lo tanto, ¿podría llegar a tiempo el club vizcaíno a la entrada en vigencia de la nueva Ley? Es muy probable que sí, siempre que el Gobierno cumpla con los tiempos previstos, que pasan por la aprobación de la norma por parte del Consejo de Ministros antes de final de año.
“Tenemos que ir dando ya los pasos hacia el cambio”, apunta su presidente, Jon Larrea, en referencia a la transformación en SAD
En los despachos, la entidad ha pasado este verano de ser una entidad “familiar”, como tantas otras hay en la Primera Rfef -la histórica Segunda B-, a contratar un director general, fichar un director adjunto y alquilar oficinas. En definitiva, “a profesionalizar el club”, apostilla Larrea.
“La primera ola la hemos surfeado, ahora vienen otras cuestiones”, apunta el presidente. ¿Y cuáles son estos retos? El primero y más inmediato, el proceso de transformación en SAD: “Tenemos que ir dando ya los pasos hacia el cambio”.
En la formalización de unos estatutos sociales se pueden incluir diferentes opciones de participación en el club, para controlar mayorías o atomizar el capital social, como sucede, por ejemplo, en la Real Sociedad, que cuenta con un tope del 3% por accionista. Larrea reconoce que “todavía es pronto” para valorar si su junta directiva, formada por once miembros, continuaría en esa nueva sociedad anónima deportiva.
Club convenido del Athletic e ‘inquilino’ en Lezama
Uno de los primeros retos que afrontó el Amorebieta con su ascenso al fútbol profesional fue la elección de un campo de fútbol para sus partidos como local. Su estadio, Urritxe, con capacidad para 1.300 espectadores, era demasiado pequeño y carecía de algunos servicios de obligado cumplimiento para la gestora de la competición.
“Nuestra primera opción, y la peleamos, fue Urritxe, pero cuando supimos que no podría ser, teníamos claro que queríamos Lezama. Desde el Athletic Club fueron todo facilidades”, asegura Larrea, que se muestra agradecido con la junta de Aitor Elizegi por su ayuda al club.
Cabe destacar que el Amorebieta es club convenido del Athletic. “Es un orgullo para nosotros”, apunta Larrea, que no ve como un perjuicio la suma de clubes vascos que hay en LaLiga: “Al contrario, saben de nuestra situación, y nos ayudan en todo lo posible”.
En este plan de crecimiento a medio y largo plazo del club, en caso de permanencia en el fútbol profesional, una de las inversiones que están en la hoja de ruta de la actual junta es la construcción de un nuevo estadio. Por ahora es más un “deseo” que un proyecto, pero el presidente de los azules es consciente de este hándicap y reconoce que la obra debería comenzar de cero: “Urritxe no tendría posibilidades de ir haciendo mejoras. Habría que hacer algo integral”.
Presupuesto de 6,7 millones para 2021-2022
Otro de los puntos que se llevará a votación en la próxima asamblea de los azules es el presupuesto para 2021-2022. Unas cuentas que han recibido un pequeño aumento en los últimos meses y que, en caso de ser aprobados por los socios, permitirán al club afrontar su estreno en LaLiga con una previsión de ingresos de 6,7 millones de euros, un 5% más de lo anunciado en verano. El pasado curso, la entidad asumió unas pérdidas de 244.000 euros por la ausencia de ingresos y un aumento de los gastos por el play-off.
La televisión será el gran impulso del presupuesto, que también crecerá ostensiblemente por el lado del gasto. Más concretamente, por el de la plantilla, por el convenio de salarios mínimos que tienen que preservar los clubes de LaLiga.
En cuanto a los patrocinadores, el Amorebieta ha firmado este verano a un nuevo main sponsor: Sidenor, empresa siderúrgica local que apoyará al club esta temporada como patrocinador principal. El club mantiene también acuerdos comerciales con Beotibar, Lointek, Kappa -su socio técnico- y, desde este curso, también con CaixaBank, que pone un pie en el fútbol profesional vizcaíno como banco oficial de los azules.
En la ejecutiva del club, a Olalde le acompaña en este primer año del club en el fútbol profesional, Aritz Esteban, nuevo director adjunto de la entidad, con experiencia en el área de relaciones institucionales de LaLiga.
