Surne Bilbao Basket apuesta por la cautela y la continuidad para su proyecto. Pese a los cambios en la parcela deportiva, el equipo arranca 2022-2023 invicto y con un presupuesto similar al del año pasado, en torno a 3,5 millones de euros. La proyección es volver a cerrar el curso en beneficios, algo que ya se logró la campaña pasada pese a la limitación de aforos.
“Hemos vuelto a ser muy cautos con el presupuesto. Somos algo más optimistas y nos hemos marcado como objetivos volver a los niveles prepandemia en ticketing y abonados y seguir sumando más patrocinadores, que es donde creemos que tenemos un mayor margen para crecer en ingresos”, explica a 2Playbook Isabel Iturbe, su presidenta.
Bilbao Basket ha logrado cerrar su campaña de abonados con más de 4.000 socios, que ascienden a 4.200 contando los compromisos con empresas. “Estamos en dinámica positiva desde el año pasado y eso es importante, porque el motor que mueve la asistencia son los resultados deportivos”, asegura. El objetivo es acabar la temporada con una asistencia media por encima de las 8.500 personas en Miribilla, en niveles prepandemia.
“Es cierto que podríamos crecer más en abonos, pero cuando los resultados van bien, siempre tenemos unos ingresos por venta de entradas significativos”, argumenta Iturbe. “También es cierto que hemos pasado por una época difícil entre la limitación de aforos y los cambios constantes de horarios, ya que nosotros hasta entonces siempre jugábamos los domingos por la mañana, y los aficionados aún están adaptándose”.
El ticketing y la venta de abonos ya aporta un tercio del presupuesto total, con más de un millón de euros. Es de los clubes que más ingresos logra por esta vía, sólo superado por otros Euroliga como Valencia Basket o Baskonia, y en niveles similares al Gran Canaria. El patrocinio, las subvenciones y el reparto de ACB y Fiba aportan los otros dos tercios del presupuesto.
Este mismo año Bilbao Basket reforzó su equipo comercial con el objetivo de sellar más acuerdos que permitieran elevar el gasto. Lo afrontan con la tranquilidad de tener a Surne, su title sponsor, atado hasta 2026. Eso sí, el patrocinio privado aún no alcanza un tercio del presupuesto, muestra del margen que el club tiene por delante para crecer en esta parcela.
Por otro lado, los bilbaínos siguen adelante con su hoja de ruta para devolver su histórica deuda. La previsión es limpiarla definitivamente en un máximo de cuatro temporadas. Hoy la deuda asciende a cerca de dos millones de euros. El año pasado se logró una refinanciación a medio plazo para capear mejor la crisis de la Covid-19 y minimizar su impacto sobre el presupuesto anual.
El pago incluye la deuda con la Hacienda de Bizkaia, los créditos solicitados al Gobierno vasco, similares a los ICOs estatales, y otros compromisos con Caja Rural de Navarra, con un plazo de devolución hasta 2027.
Finalmente, desde este año Bilbao Basket ha trasladado desde este año sus entrenamientos a Artxanda. El Ayuntamiento de Bilbao comprometió una inversión de ocho millones de euros para reactivar la zona, de los cuales 2,47 millones se destinan a ampliar y reacondicionar el pabellón deportivo. La finalización de las obras será en agosto de 2023 y contará con un espacio exclusivo para el club, que será el principal inquilino de las instalaciones.
