Publicidad

Biden vs Trump: 261.000 millones de dólares de negocio deportivo pendiente de las urnas

La industria apenas se verá afectada por el candidato que resulte elegido, a excepción del retail. Las grandes compañías de artículos deportivos, que movieron 153.100 millones de dólares en 2019 en el país, aún pagan la factura de la guerra comercial con

elecciones eeuu

Joe Biden o Donald Trump. Apenas faltan unas horas para conocer quién será el futuro presidente del país durante los próximos cuatro años, una cuestión clave en el ámbito socioeconómico, pero no tanto en clave deportiva. Estados Unidos es el mayor mercado del deporte en el mundo, con una cifra de negocio que superó los 261.170 millones de dólares (224.135 millones de euros) en 2019 sólo entre retail deportivo, fitness y competiciones profesionales.

Cuatro años atrás, cuando Trump tomó el testigo de Barack Obama en la presidencia, el deporte no experimentó ningún tipo de variación en sus previsiones de crecimiento en términos macroeconómicos. El principal reto de la industria aún es afrontar la crisis de la Covid-19, aunque el color político de la Casa Blanca tendrá incidencia sobre cuestiones como la igualdad racial y de género, cruciales en el deporte profesional, donde la mayor parte de los atletas son afroamericanos.

Tras más de una década de expansión económica, la economía estadounidense ha caído un 33% en el tercer trimestre a pesar del rebote de los últimos meses. La tasa de paro, que en septiembre se situó en el 7,9%, sigue al alza tras registrar el peor dato de la historia en abril, aunque la segunda ola de contagios por Covid-19, que ya ha obligado al segundo confinamiento en países como Francia, Alemania y Portugal, amenaza con poner en jaque la recuperación norteamericana.

Con la vista fija en el escenario de incertidumbre global, el deporte estadounidense mira a las elecciones a la presidencia de reojo. Sobre la mesa penden cuestiones como los impuestos sobre las operaciones corporativas y las grandes fortunas, clave en la compraventa de franquicias. Pero, sobre todo, la guerra comercial con China, que se tradujo en nuevos aranceles sobre las importaciones y un impacto directo sobre los retailers deportivos.

Los impuestos sobre las operaciones corporativas y grandes fortunas impactarán sobre el deporte

El retail, ante la guerra comercial con China

Estados Unidos es el mayor mercado de retail deportivo del mundo, con una cifra de negocio de 153.100 millones de dólares (131.388 millones de euros) en 2018, según los últimos datos de NPD. Su facturación equivale al 32,5% del sector a escala global, y aún se sitúa muy por encima de su principal competidor, China, que copa un 13% del negocio.

La guerra comercial entre ambas potencias comenzó en marzo de 2018, aunque no impactaría a la industria del deporte hasta un año después. La Administración Trump gravó con una tasa adicional del 25% las importaciones de calzado deportivo, que provocó la unión de las principales compañías. Nike, Adidas, Columbia y los grandes retailers del sector firmaron una carta abierta en la que calificaron la medida como “catastrófica”.

Según las estimaciones de los Distribuidores y Retailers de Calzado Deportivo de América (Fdra, por sus siglas en inglés), este impuesto tendría un coste de 7.000 millones de dólares (6.270,5 millones de euros) para los consumidores. Meses más tarde, en agosto de 2019, en plena escalada de tensión con China, Trump anunció un nuevo gravamen del 10% sobre las importaciones de productos con procedencia china.

¿Cómo se tradujo sobre los consumidores? De no haber logrado un acuerdo con China en enero de 2020 para iniciar la desescalada, los aranceles habrían repercutido en un notable aumento del precio de los productos deportivos. En otras palabras, casi la mitad de lo que se pagase por comprar material deportivo serían impuestos.

Desde la firma del último acuerdo entre las dos potencias no se han producido avances públicos sobre cuestiones como los aranceles. La victoria de Donald Trump podría suponer una línea continuista con la estrategia geopolítica de su Administración, negativo desde el punto de vista de los retailers. Joe Biden, por ahora, sí ha calificado los aranceles como “desastrosos” y ha asegurado que los eliminará, al menos parcialmente, en caso de salir elegido.

La guerra comercial con China ha marcado la Administración Trump 

La cuna del fitness busca esquivar un nuevo lockdown

No hay país en el mundo en el que operen tantos gimnasios, se dé servicio a tantos abonados ni el fitness genere un negocio tan elevado como Estados Unidos. Los operadores cerraron 2019 con una facturación de 35.000 millones de dólares (30.036 millones de euros), un negocio que caerá por el cierre de instalaciones durante los primeros meses de la Covid-19.

Seis grandes cadenas estadounidenses, entre las que destacan gigantes como 24 Hour Fitness y Town Sports, se han declarado en bancarrota. Entre marzo y septiembre se han dejado de facturar 15.600 millones de dólares (13.157 millones de euros) en ese país, donde se registraron 6.000 cierres temporales y hasta 2.616 clubes cerraron sus puertas para no volverlas a abrir, según Ihrsa, la principal organización internacional de centros deportivos y clubes de tenis.

El temor a un nuevo cierre es generalizado, especialmente después de que el candidato Joe Biden explicara en el último debate presidencial que no aboga por una nueva cuarentena en todo el país, pero sí por el cierre de gimnasios para contener el virus.

Ihrsa estima que el 25% de los centros dejarán de operar hasta finales de 2020 si el Congreso no aprueba un plan de rescate al fitness de 30.000 millones de dólares (25.303 millones de euros).  Es una propuesta presentada de manera conjunta por el congresista republicano Brian Fitzpatrick y el demócrata Mike Quigley para ofrecer al sector un fondo de contingencia para los operadores. De prosperar, se concederán subvenciones que cubran hasta el 10% de la pérdida de ingresos respecto al año anterior o hasta una caída de 10 millones de dólares (8,5 millones de euros) en la facturación

Estados Unidos es la primera potencia mundial en los sectores del fitness y el retail

El deporte profesional mira de reojo

El deporte profesional, con la NBA a la cabeza, ha sido uno de los grandes dinamizadores de las elecciones. El sindicato de jugadores de la liga norteamericana de baloncesto logró que los dueños de las franquicias abrieran los pabellones como centros de voto públicos, y que se permitiera lucir mensajes reivindicativos en las equipaciones y la pista de juego.

Más allá de la notoriedad pública, las grandes ligas apenas notarán un cambio en la Administración o la reelección de Trump. NBA, NFL, MLB, NHL y MLS han mantenido la curva alcista sobre sus previsiones de ingresos gracias a los contratos de patrocinio y televisión durante los últimos cuatro años, en los que además se han alcanzado cifras récord.

El negocio del deporte profesional en Estados Unidos generó 73.040 millones de dólares (62.682 millones de euros), según el informe Outlook for the sports market in North America through 2023, elaborado por PwC. A falta de analizar el impacto de la Covid-19 sobre la industria, el mayor golpe se lo llevará una de las dos principales partidas de ingresos: la venta de entradas y matchday.

Las grandes ligas generaron 19.551 millones de dólares (16.778 millones de euros) en 2019 por la recaudación en los estadios y la previsión era rebasar los 20.000 millones este año. Para la NBA, la liga que más ingresos obtiene a través de esta línea de negocio, jugar a puerta cerrada toda una temporada conllevaría dejar de facturar 4.000 millones de dólares (3.432 millones de euros).

La segunda pata que sostiene el negocio del deporte profesional estadounidense es la comercialización de derechos audiovisuales, que en 2019 se situó en 20.910 millones de dólares (17.944 millones de euros). Por ahora, las grandes ligas han logrado esquivar una caída en los cobros de las televisiones al finalizar la temporada y cubrir el número de partidos mínimos que garantizaban no indemnizar a los teleoperadores.

Ahora bien, las audiencias del deporte estadounidense se han desplomado en la NBA (mínimos históricos en las Finales), MLB y NHL (también con sus peores registros) y otros eventos como el PGA Tour y el Kentuck Derby de hípica. Eso se traduce en menos ingresos publicitarios para las televisiones, aunque se estima que a partir de 2021-2022, cuando las competiciones retomen su calendario habitual, la tendencia vuelva a su cauce.

Finalmente, el patrocino deportivo generó 17.865 millones de dólares (15.331 millones de euros) en 2019, según PwC. De cara a 2023 debía superar los 20.000 millones de dólares, aunque aún se desconoce qué impacto tendrá la Covid-19 sobre los presumibles recortes que las empresas acometerán en las partidas de márketing y esponsorización.

De nuevo, la presencia de Trump o Biden en la Casablanca no parece determinante, a excepción de la aprobación de una serie de incentivos fiscales o medidas que contribuyan a una recuperación rápida de la economía estadounidense algo que, por ahora, ninguno de los dos candidatos ha abordado.

Publicidad

Publicidad