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Las carreras populares y su nueva marcha tras la Covid: ni tan virtuales ni tan masivas

Los organizadores de las principales pruebas del calendario español, como la San Silvestre Vallecana o la Maratón de Valencia, confían en la vacuna para volver a acoger corredores amateur en 2021, pero avisan: “no sobrevivirán todas las carreras”.

caixabank

Jabier Izquierdo / Patricia López

Pasada su particular línea de meta, los organizadores de las principales carreras populares que se desarrollan en España respiran hoy un poco más. Toman aire ante la noticia de la llegada de los primeros cargamentos de vacunas contra el Covid a nuestro país. Más allá de la lógica satisfacción por el avance sanitario, es la única fórmula que tienen de poder volver a desarrollar carreras que reúnan a decenas de miles de atletas, de poder volver a poner a España en el primer plano del mapa internacional de carreras populares y garantizar su viabilidad. Todo ello con presupuestos que van de uno a cinco millones de euros. ¿Cómo se han adaptado a la organización de una carrera en plena pandemia? ¿Qué han aprendido de esta situación completamente extraordinaria? ¿Las carreras virtuales han llegado para quedarse?

“Este año era el mejor de nuestra historia. Le habíamos dado una experiencia diferente para los runners, cambios en la salida... Pero, finalmente, tuvimos que cancelarla”, se lamenta Jordi Roquer, director general de SevenMila, la empresa organizadora de la Cursa dels Bombers. Tras lograr ubicarla como una de las citas deportivas más importantes del calendario runner barcelonés, en 2020 se tuvo que suspender por la pandemia: “Teníamos más de 4.000 inscritos y hacerla con un formato muy limitado suponía crear un agravio comparativo, nos parecía injusto. Así que, conjuntamente con el Ayuntamiento de Barcelona -propietaria del evento-, se decidió suspender”. Volverán en octubre de 2021.

En el mismo escenario se encontró el Maratón de Barcelona. Organizada desde 2006 por RPM-Mktg, la prueba de resistencia también ha dejado correr una edición en su palmarés a causa de la pandemia. Sin embargo, sí que se pudo correr. ¿Cómo? Desde casa. “Hicimos una carrera virtual con más de 14.000 corredores”, destaca a 2Playbook Juan Porcar, presidente de la empresa organizadora. “No fue una sustitución, fue añadir una opción a esa gente que no podía encontrarse; para que pudiera reunirse de alguna manera”, agrega.

El dirigente de RPM, empresa que también organiza la Media Maratón de Barcelona o la Titan Desert, entre otros eventos deportivos populares, apuesta por dejar este soporte virtual: “Esta alternativa digital es algo que hay que mantener como un complemento para la promoción de la carrera”.

Algo más abajo siguiendo por la costa mediterránea, Valencia se ha convertido en la capital del running español y, en este 2020, en un halo de esperanza para esta industria. En el caso de su maratón, ya una de las doce mejores carreras de todo el planeta según World Athletics, no pudo colgar este año el cartel de no hay billetes. No hubo 25.000 runners corriendo por las calles junto al Turia a causa de la pandemia. En su lugar, la Sociedad Deportiva Correcaminos, organizadora del evento, se centró en una prueba élite.

Juan Botella (Maratón Valencia): “Nueva York puede parar un año o dos, pero nosotros teníamos claro que había que correr en 2020”

“No podíamos perder un año. Cuando asumimos en primavera que la pandemia iba a producir un impacto casi meteórico en las carreras populares, tuvimos claro que no podíamos quedarnos con los brazos cruzados. Valencia lleva años trabajando en esta carrera, en hacerla crecer. Nueva York, como una de capital mundial, sí puede parar uno o dos años, pero nosotros teníamos claro que había que correr”, desgrana Juan Botella, gerente de la SD Correcaminos.

El resultado fue un éxito rotundo en marcas (se batió el récord del mundo de Media maratón -prueba hermana que se corre ese mismo día-, entre otras muchas plusmarcas más), y de repercusión: 177 canales de 140 países diferentes retransmitieron el evento.

Eso sí, Botella lamenta la falta de atletas populares, después de colgar el cartel de no hay dorsales (25.000) en la edición anterior.  “No perdíamos la esperanza en el primer semestre de que la situación epidémica mejorarse y pudiera darse que participaran algunos atletas populares”, reconoce el dirigente.

Al ser imposible acoger una cita masiva, Valencia decidió crear también un maratón virtual. Sin embargo, “la virtual nunca puede sustituir la experiencia de la prueba real”, apunta Botella. En 2021 la organización seguirá ofreciendo una versión virtual “porque hay un objetivo público interesado”. “Pero lo que habrá que analizar en el futuro es si resulta interesante mantener estas carreras cuando ya haya desaparecido el Covid”, reflexiona.

 

“Hay una superpoblación de carreras y, por desgracia, todas no van a resistir la crisis”

El gerente de la SD Correcaminos reconoce asimismo que “por desgracia, no todas las carreras van a sobrevivir a la crisis del coronavirus”. Justifica su vaticinio con la previsible caída de patrocinios, un importante sustento para las pruebas, que, además, no serán tan masivas como hasta ahora, según Botella. “Se viene una época complicada y habrá una selección natural de carreras. Los patrocinadores están pasando por dificultades y todos sabemos que las empresas lo primero que reducen cuando pasan dificultades es la partida para marketing y patrocinios”.

En su caso, el Maratón de Valencia cuenta con la “inestimable” ayuda de Juan Roig, dueño de Mercadona, que apadrina desde hace años la prueba a través de la Fundación Trinidad Alfonso. Una de las máximas del empresario es convertir a Valencia como capital del bienestar social a través del deporte, y precisamente, la salud será algo primordial en el futuro de las pruebas: “El patrocinador va a ser más selectivo. El demostrar que puedes organizar carreras en condiciones seguras será un pasaporte para los organizadores”, asegura Botella.

 

Una San Silvestre Vallecana diferente

En este momento no podemos concertar a miles y miles de personas”, afirma el gerente del maratón valenciano. Otro gran maratón, el de Barcelona, se descartó en 2020: “Era imposible gestionarlo con el máximo de garantías sanitarias. No podíamos hacer un test en dos días a 18.000 atletas”, explica Porcar, que confía en realizar la prueba en 2021 trasladándola a finales de año, al 7 de noviembre, concretamente.

Esta incertidumbre afecta a todas las citas populares. Y entre ellas, ahora que llega Navidad, ninguna más reconocida que la San Silvestre Vallecana. Su organizador, LastLap, ha apostado por hacer una carrera diferente en este 2020. Sólo habrá 500 atletas, en vez de los 42.000 de 2019, y será más internacional. A sus organizadores la pandemia les cambió la estrategia “de un día para otro”, apunta a 2Playbook Diego Muñoz, director general de la promotora.  “Toda la amplísima programación de eventos que teníamos para la temporada se vino abajo y hubo que reconstruir uno a uno todos los proyectos”, lamenta.

En su caso, el aprendizaje de estos meses sin carreras lo recoge de “nuestro sensacional equipo”, y destaca que, “en el futuro habrá mucha influencia de lo aprendido en esta época”. Entre tanto aspecto positivo, Muñoz se queja de un punto clave para todos los organizadores, las administraciones públicas locales: “Nuestro sector ha sido olvidado totalmente y tratado como actividad totalmente prescindible”.

En definitiva, los organizadores prefieren mirar hacia adelante, aprender de los kilómetros recorridos durante estos últimos meses, y ver la luz al final del túnel. “Ahora sí que se ve que, poco a poco, vamos saliendo de ésta. No va a ser de un día para otro, pero evidentemente el 2021 va a ser muy liberador en las restricciones y en la presión de la pandemia. La vacuna nos ayudará a salir poco a poco y a afrontar una segunda mitad de año muy cercana a la normalidad. Y habiendo hecho bien los deberes durante este tiempo duro, creo que llegaremos con mucha fuerza para retomar todo lo que se quedó a un lado”, apostilla Muñoz.

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