La industria del fútbol estrena gran campeonato este verano. El Mundial de Clubes arranca este fin de semana, alargando un mes más el ya congestionado calendario, pero también engordando la cuenta de ingresos de los 32 clubes participantes. La Fifa ha puesto sobre la mesa 2.000 millones de dólares (unos 1.800 millones de euros), un presupuesto prácticamente cubierto al 100% con patrocinios, broadcasters y taquilla, del que los equipos se llevarán el 50%. El campeón puede ingresar casi tanto como el ganador de la Champions League: en torno a 150 millones de dólares (136 millones de euros).
Este es el principal atractivo de la competición, aunque no el único. A los clubes –y futbolistas– también les interesa el eco mediático que puede generar el torneo en Estados Unidos a un año del Mundial de selecciones. Es un mercado estratégico para todas las propiedades deportivas y este nuevo torneo no hace más que acrecentar ese interés y puede ser una plataforma de visibilidad frente a nuevos patrocinadores. Para la Fifa, y para su presidente, Gianni Infantino, este proyecto es un viejo anhelo que tiene visos de quedarse con su periodicidad cuatrienal. Resta ver el éxito o no de la primera edición, pero el regulador apuesta fuerte por consolidarlo en un momento en el que quiere ser mucho más relevante en el ecosistema de clubes.
La Uefa y la Conmebol, hermanadas en muchos aspectos de gobernanza y promoción del fútbol, son vistas como amenazas para el organismo con sede en Zúrich. De hecho, ya cuentan con una joint venture al margen de la Fifa y crearon la Finalissima, un partido que enfrenta a la mejor selección de Europa y de Sudamérica, en un claro ejemplo hacia el resto de que sus respectivas confederaciones hoy agrupan a los principales países y equipos en términos de calidad e interés.
Para sumar a todo el ecosistema del fútbol, Infantino aseguró que “todos los ingresos generados por el torneo se distribuirán a los clubes participantes y a través de la solidaridad de los clubes de todo el mundo, ya que la Fifa no se quedará con un solo dólar. Las reservas de la Fifa, que están ahí para el desarrollo del fútbol mundial, permanecerán intactas”. El dirigente añadió que el evento será “una demostración de solidaridad que beneficiará a los clubes en general a una escala que ninguna otra competición lo ha hecho jamás”.
¿Quién paga el torneo?
El principal socio que ha encontrado la Fifa para su nuevo torneo está en la televisión. Dazn, en su estrategia de convertirse en la plataforma global del deporte, alcanzó un acuerdo con el regulador para quedarse con los derechos en exclusiva y en todo el mundo. Se estima que este contrato está valorado en 1.000 millones de dólares (unos 900 millones de euros). Como es habitual, la tenedora de los derechos ya ha sumado aliados para elevar la cobertura mediática y garantizar una ventana en abierto que multiplique las audiencias: en España e Italia, ha sublicenciado un partido por jornada a Mediaset; y en Estados Unidos, ha firmado acuerdos con TNT Sports, TelevisaUnivision y Fubo.
La otra mitad del presupuesto se debería completar con el negocio comercial, el matchday (incluyendo el hospitality, un aspecto muy fuerte en los eventos deportivos de Estados Unidos) y otras vías de ingresos, pero de menor tamaño.
Apoyo del fondo soberano de Arabia Saudí
El último patrocinio que ha firmado el Mundial de Clubes proviene de Arabia Saudí. Junto a Norteamérica, el país árabe es el gran aliado de la Fifa en los últimos años. El gigante norteamericano es estratégico por el alto potencial de crecimiento que la industria del fútbol ve allí, con lo que eso podría suponer en términos de negocio. La relación con Arabia Saudí, en cambio, tiene visos más cortoplacistas.
El país apuesta por diversificar sus inversiones con el deporte, en general. Y el fútbol ahí quiere seguir siendo el rey. Por ello, la Fifa ha aprovechado y ya le ha otorgado la sede del Mundial 2034. A cambio, Arabia Saudí promociona sus campeonatos y apoya a Infantino en sus nuevos proyectos. La petrolera saudí Aramco se ha convertido en el principal espónsor de la organización –con un contrato récord de 100 millones de dólares (93 millones de euros) anuales– y, para el Mundial de Clubes, se ha sumado PIF, el fondo soberano del país, y dueño, entre otros, del Newcastle United. Hace un año ya había aterrizado en el soccer, como patrocinador de todos los torneos de la Concacaf.
El resto de patrocinadores del torneo son, en su amplia mayoría, socios de la Fifa en sus Mundiales: Visa, Budweiser, Hisense, Lenovo, Coca-Cola y Qatar Airways. A ellos se ha sumado, una marca que se estrenará en el próximo Mundial de 2026: Bank of America.
El ‘bote’ del reparto y la incógnita de las gradas
La otra pata importante del negocio debería ser la venta de entradas y el hospitality. Al respecto, hay dudas sobre el efecto que tendrá. La Fifa ha insistido en que ha habido una gran demanda y que “la fuerte atracción internacional ha llevado a que aficionados de más de 130 países compren entradas”. Entre los mercados con más demanda figuran Estados Unidos, Brasil, Argentina, México, Alemania y Japón.
Sin embargo, el partido que abrirá el torneo, el Inter Miami-Al Ahly que se disputará en el Hard Rock Stadium de Miami, tenía decenas de miles de tickets a la venta todavía a falta de menos de una semana para el partido. Por ello, la Fifa rebajó hasta un 84% el precio de las entradas: algunas pasaron de costar 349 dólares (306 euros) a 55,75 dólares (49 euros). Y eso que es Miami, ciudad con gran influencia latina y que tiene a Leo Messi como un enorme reclamo internacional. La realidad es que existe una incógnita sobre qué imagen darán las gradas y el negocio que puede generar la Fifa en ellas.
Sea como fuere, Infantino ha prometido un bote de 1.000 millones de dólares a los clubes, que tendrán diferentes ingresos fijos, según su confederación y lo fuerte que sea su marca y prestigio. El fee por participar para los grandes clubes europeos superará los 38 millones de dólares (33 millones de euros), frente a los 3,6 millones de dólares (3,1 millones de euros) que se embolsará el Auckland City, el único representante de Oceanía.
A ello se sumarán los ingresos por rendimiento que consiga cada equipo. La final pondrá en juego 40 millones de dólares (35 millones de euros) para el campeón, con una también suculenta cifra de 30 millones de dólares (26 millones de euros) para el subcampeón. En la Champions League, y con los aumentos tras la renovación del formato, el Paris Saint-Germain (PSG) ganó 25 millones de euros con su triunfo en Múnich.
¿Qué legado económico y de servicios deja en Estados Unidos?
La Organización Mundial del Comercio (OMC) estima que el nuevo Mundial de Clubes contribuirá con 9.600 millones de dólares (8.795 millones de euros) al PIB de Estados Unidos. El estudio anticipa que el país recibirá a 3,7 millones de aficionados al fútbol desde el extranjero,
Asimismo, la Fifa ha prometido una inversión de 11 millones de dólares (9,9 millones de euros) para garantizar el legado social del torneo. El evento se disputará en once ciudades, con lo que, cada una de ellas, obtendrá algo más de 900.00 euros para para construir mini campos de fútbol y promover iniciativas comunitarias vinculadas al deporte.
Sobre Intelligence 2P
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