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Los fondos asaltan el deporte americano: 3.500 millones invertidos en comprar franquicias

Dyal, Arctos, Sixth Street y ahora Ares se han posicionado como los nuevos socios estratégicos de equipos de la NBA, NHL, MLB y MLS. La única que no permite la entrada de fondos es la NFL.

NBA Curry Doncic 2021 2022

“Somos fervientes creyentes de que el valor de los activos en la industria está creciendo”. Así defendía este año Jordan Solomon, cofundador de Arctos, la ofensiva del fondo por entrar en el negocio de las franquicias de las ligas estadounidenses. Y es que, en un momento de gran volatilidad e incertidumbre en los mercados, el deporte y el negocio que genera se ha convertido en un refugio para inversores. Desde que las grandes ligas permitieron la entrada de este perfil de inversores, su apuesta ya se sitúa en torno a 3.500 millones de dólares (3.522 millones de euros).

A principios de 2022 la inversión ya superaba los 2.000 millones, según PitchBook. Desde entonces se han seguido cerrando nuevas operaciones o se han desvelado otras nuevas, como la presencia de Arctos en seis franquicias de la MLB; la entrada de Sixth Street en los San Antonio Spurs de la NBA por 1.200 millones de dólares; o de nuevo Arctos debutando en la NHL con el 10% de los Minnesota Wild por 67,5 millones y los Minnesota Wild.

Todo ello mientras se prepara el desembarco de otro gigante, Ares Management. El ya segundo accionista de referencia del Atlético de Madrid ha creado un fondo especializado en deporte y entretenimiento con el que ha levantado 3.700 millones de dólares y que busca oportunidades en el fútbol europeo y la NHL, entre otras disciplinas. Además, también invirtió 150 millones en el Inter Miami CF de la MLS.

La liga norteamericana de hockey hielo ha sido la última en abrir sus puertas a los fondos. De ahí que sea un territorio aún virgen y que presenta más oportunidades que ligas como la MLB o la NBA, donde ya hay un fuerte despliegue de este tipo de vehículos inversores. Cada liga ha aplicado sus propias reglas a la venta de capital de franquicias a los fondos. La norma más común es que no se permite colocar más de un 30% y un único fondo no puede disponer de más de un 20%.

Su entrada responde a varias necesidades estructurales. La primera, la necesidad de conseguir una inyección económica directa en plena crisis de la Covid-19. La pandemia ha acelerado su presencia, pero las ligas ya llevaban años preparando el terreno. La segunda, con el valor de las franquicias disparado en la última década, solo fortunas milmillonarias pueden mantener ya los costes de comprar y mantener una franquicia. El acceso se ha limitado y eso significa que los pequeños inversores no pueden desprenderse de sus paquetes accionariales.

Ahí es donde entran Arctos, Ares, Dyal Capital, RedBird y otros fondos. “El valor de las franquicias ha escalado y las estructuras de capital de los clubes son cada vez más complicadas. La idea de tener un fondo que sea un inversor pasivo en esencia nos ayuda para facilitar estas transacciones”, explicó en 2019 Rob Manfred, comisionado de la MLB, cuando se aprobó la medida.

En la misma línea iba Adam Silver, su homólogo en la NBA. La liga de baloncesto incluso creó su propio fondo junto a Dyal para centralizar la compra de paquetes accionariales minoritarios que no se pudieran colocar en el mercado privado, con tal de dar liquidez a unos accionistas históricos necesitados de hacer caja aprovechando las altas valoraciones. La NFL, de momento, es la única que no permite la entrada de fondos.

También influye la legislación estadounidense, que permite deducciones de impuestos por una norma conocida como “Roster Depreciation Allowance (RDA)”. Es decir, un propietario, total o parcial, de un club deportivo, puede depreciar casi la totalidad del precio de compra y retrasar el pago de impuestos en base a los ingresos generados.

Pero, ¿qué es lo que más atrae a los inversores? Principalmente, la seguridad del negocio de las ligas. Cuentan con contratos a largo plazo con marcas y socios audiovisuales, que en los nuevos ciclos se han renovado al alza. “Tienen un negocio fuerte y recurrente”, explicaba Solomon desde Arctos. De ahí que sean un refugio frente a la incertidumbre macroeconómica global.

El valor medio de las franquicias de las cinco grandes ligas (NFL, NBA, MLB, NHL y MLS) se ha multiplicado por cuatro en una década, hasta 2.304 millones de dólares de media en 2021. Además, al ser ligas cerradas, no están expuestos a descensos o clasificaciones a competiciones como la Champions que tensionen o hagan saltar por los aires los planes de negocio, como en el fútbol europeo.

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