Saski Baskonia y Bilbao Basket ya no serán los grandes perjudicados de la ofensiva que prepara el Gobierno contra las casas de apuestas. El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha endurecido el proyecto de Real Decreto de Comunicaciones Comerciales de las Actividades del Juego, de modo que el veto a estas compañías no se limitará únicamente al nombre de los equipos. Ahora también se vetará su presencia en las equipaciones de juego, un veto que provocará un agujero de 80 millones de euros en el fútbol profesional español, según un memorando interno que circula entre LaLiga y sus clubes.
El borrador del proyecto, adelantado hoy por El País y El Confidencial, también suprime la libertad de que cada comunidad autónoma decida si puede haber presencia publicitaria en los recintos deportivos. Directamente se prohibirá, dejando a cero las opciones de visibilidad en los principales soportes publicitarios de cualquier equipo. Sólo se salvarán las redes sociales, excepto las de vídeo.
Se da la circunstancia que FC Barcelona, Real Madrid y Atlético de Madrid son los que más indemnes podrían salir, en tanto que sus activaciones con 1XBET, Codere y Bwin se centran sobre todo en entornos digitales. Eso sí, deberán retirarles los minutos de U televisiva que les tenían garantizados si la Comisión Europea (CE) acaba dando luz verde a los planes del Ejecutivo.
Por el contrario, la supresión práctica de este tipo de patrocinios principales se llevará por delante una parte importante de los ingresos comerciales de los clubes pequeños y medianos. ¿El problema añadido? En la industria no se intuye un sector que pueda suplir la inyección de recursos que garantizaban estas compañías, en tanto que su negocio es de los más dependientes de los aficionados.
El Gobierno había previsto permitir al menos la publicidad en las camisetas, extremo ahora prohibido
Sin ir más lejos, esta reforma daría al traste con los planes de Betway, que iba camino de convertirse en la casa con más clubes de LaLiga Santander en cartera. Hace semanas que negociaba hacerse con la camiseta del Sevilla FC y añadirla a una cartera en la que ya están Deportivo Alavés, Levante UD y CD Leganés. Su inversión anual rondaba los cinco millones, y de haber entrado el conjunto hispalense se habría ido a en torno a diez millones de euros por temporada.
El cambio legislativo también obligará a CA Osasuna a buscar un relevo para Kirolbet, algo a lo que ya le instaron sus socios compromisarios en la última asamblea. El Girona FC con Marathonbet, el Granada CF con Winamax, el Valencia CF con Bwin, el RCD Mallorca con Betfred o el Real Sporting con Interwetten también se verían obligados a salir al mercado en el peor momento. ¿La razón? Apenas unas semanas para el inicio del próximo curso, la duda sobre si se respetarán los acuerdos en vigor y una fuerte reducción de los presupuestos de marketing entre las marcas de gran consumo.
El golpe es menos duro, aunque también relevante, para la decena de equipos de LaLiga SmartBank que este año firmaron con William Hill para que su logo apareciera en la manga de la camiseta, complementando unos ingresos que no suelen superar el millón de euros por el frontal de la camiseta en la categoría de plata. Lo mismo sucede con LaLiga, que tiene contrato en vigor con Sportium.
El mero anuncio hecho hoy por el Gobierno también puede dar al traste con algunas de las negociaciones en curso, pues algunos ejecutivos consideraban que el borrador anterior les situaba en una posición de fuerza. Ante la prohibición de publicidad en televisión durante todo el día, las camisetas del fútbol y el baloncesto se convertían en el único soporte con visibilidad en horas punta del día entre los consumidores. Una apuesta, de momento, fallida.
