El Gobierno de España devuelve la patata caliente de la asistencia de público a las ligas profesionales a las comunidades autónomas. Después de un año en el que ha dictado los movimientos en este asunto, el Ejecutivo ha anunciado que serán los gobiernos autonómicos quienes definan en qué porcentaje de público podrá acceder a los partidos de LaLiga y la ACB.

Ante los medios, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha destacado que “volvemos a la normalidad en cuanto a la afluencia de público a los estadios”. La máxima responsable de las medidas de prevención contra la Covid no ha especificado si el aforo será completo, pero la cesión de las competencias abre la posibilidad a que algunas regiones acepten que los clubes puedan colgar el cartel del sold out desde la primera jornada de competición.

“Es una gran noticia, ya estamos llegando al final del túnel”, ha afirmado el presidente de LaLiga, Javier Tebas, a Marca. Y no es para menos, puesto que la ausencia de la afición ha aflorado una notable crisis en muchos equipos de la élite.

Resta por ver también qué obligaciones se fijan por parte de las autonomías para acudir a los estadios y pabellones, puesto que con el avance de la vacunación en todo el país la relajación de las medidas ha sido general. Darias ha puntualizado, eso sí, que la mascarilla no será obligatoria en aquellos espacios al aire libre en los que se certifique la distancia de seguridad de 1,5 metros entre personas. Esto podría beneficiar a los aficionados al fútbol, pero no así a los seguidores de los equipos de la Liga Endesa, que deberán mantener las mascarillas al tratarse de un espacio cerrado.

El momento de recibir la noticia es perfecto para los clubes, que prevén que haya entre un 50% y 70% de público en sus estadios desde el arranque de la próxima temporada. Ahora podrán anticipar una partida de ingresos por ticketing y abonos que ha mermado sus cuentas en las dos últimas campañas; especialmente, en la 2020-2021.

El golpe en el fútbol de Primera y Segunda División

La reapertura de algunos estadios en las últimas jornadas de la última liga apenas sirvió para solucionar el agujero de ingresos en el área de ticketing de los clubes. En el caso de LaLiga, a mitad de curso se pidió a los equipos un ajuste extra de 285 millones de euros asumiendo que no habría público, aunque la pérdida total de ingresos durante la pandemia por matchday fue de 165 millones en 2019-2020 y 683 millones en 20202-2021.

En cuanto al baloncesto, la ACB no ha dado a conocer de cuánto fue el impacto económico de disputar casi toda la temporada sin público en las gradas, pero el negocio de la venta de entradas y abonos generó 33,4 millones de euros a los clubes de la ACB en 2018-2019, según datos del Consejo Superior de Deportes (CSD).