LaLiga pone cifras al golpe económico que supondría un cambio en las competiciones europeas de clubes que vaya orientado a blindar la presencia de las grandes potencias. La entidad presidida por Javier Tebas ha hecho público hoy un estudio, encargado a Kpmg, que cifra en 1.691,1 millones de euros la caída de los ingresos de los clubes españoles que no son Real Madrid y FC Barcelona; hoy, los únicos que mantienen su apoyo a la Superliga junto a la Juventus.
Dicho de otro modo, la caída de ingresos sería del 57,9% si se toman como referencia los presupuestos de 2022-2023. Incluyendo a los blancos y blaugranas, la caída se contendría en el 50,1% y 1.662,6 millones. En caso de que el campeonato nacional se viera desplazado a jugar entre semana, porque el fin de semana lo ocupa la nueva competición, el golpe oscilaría entre 1.799,9 millones y 1.866,9 millones de euros, en función de si se mete a los dos partidarios de la Superliga.
¿Por qué? Porque el estudio estima que Barça y Madrid sí aumentarían su negocio si se aceptan las perspectivas planteadas por A22, la promotora participada por Anas Laghari (Key Capital) y John Hahn (ex Providence); en concreto, sumarían 310 millones extra respecto al escenario real de hoy. Y eso abriría una brecha difícil de salvar, pues su ventaja en términos presupuestarios pasaría de doblar en facturación al Atlético de Madrid a contar con seis veces más de recursos.
La estimación del estudio calcula que el Atleti pasaría de 373 millones a 138 millones de euros en ingresos si finalmente saliese adelante un torneo al cual renunció tras adherirse de inicio. Es un mazazo muy similar al del resto, pues clubes que hoy superan holgadamente los 100 millones de facturación, como Sevilla FC, Real Sociedad, Valencia CF, Athletic Club, Villarreal CF y Real Betis pasarían a moverse en una horquilla de ingresos de entre 40 millones y 53 millones de euros. A excepción de Elche CF y Rayo Vallecano, ligeramente por debajo, el resto se quedaría con unos presupuestos de entre 20 millones y 30 millones de euros, según las proyecciones de LaLiga.
“Con el modelo de la Superliga, lo que están haciendo es destruir el modelo con el cuál hemos crecido y, económicamente, centrar todos los recursos que generan la industria en Europa, sobre todo audiovisual, en estas competiciones (Champions, Europa League…) sobre unos sólo clubes; la brecha será terrible”, ha sostenido Tebas.
El dirigente ha comparecido en la sede de la CEOE para presentar los resultados del estudio, que ponían cifras a una reforma que A22 Sports Management insiste que no está definida. La promotora de la Superliga, de hecho, había organizado un encuentro previo a escasos dos kilómetros, en la sede del despacho Clifford Chance, para defender el diálogo sobre una reforma en la que ya renuncian a las plazas fijas, pero la cual no acaban de definir bajo el pretexto de abrir el diálogo.
De hecho, el estudio de Kpmg se basa en la propuesta de reforma que la ECA presentó en 2019, cuando la asociación de clubes europeos la presidía Andrea Agnelli, también expresidente de la Juventus tras dimitir esta semana por presuntas irregularidades contables. Aquel formato, ya rechazado por las ligas nacionales, establecía una pirámide de tres divisiones europeas que, si bien se basaba en la meritocracia, cuasi blindaba la presencia de las grandes potencias en la Champions League utilizando los coeficientes y desligando su continuidad en la misma de su rendimiento en el campeonato nacional.
Tomando ese escenario como referencia, la firma de servicios profesionales considera que los ingresos audiovisuales de LaLiga bajarían entre un 64% y un 69,2%, en función de cuándo se juegan los partidos (entre 1.203,7 millones y 1.301,5 millones menos). Esa menor exposición afectaría a los patrocinios, con un descenso de entre el 38,6% y el 41,8% (de 406,1 millones a 439,1 millones de euros menos). La recaudación por abonos caería en torno al 17% (entre 44,7 millones y 46,3 millones de euros menos), mientras que la taquilla es la que menos se vería perjudicada, con un golpe de entre 8,1 millones y 13,1 millones de euros (menos 6,7%-10,8%).
“La pérdida de ingresos y de valor se produce, no sólo en el caso de que las ligas domésticas se vean dañadas; se producirá incluso contando los posibles mayores ingresos que pudiera traer la Superliga”, ha recordado José Guerra, director de operaciones estratégicas de LaLiga. Y la razón no es otra que la evidencia de que operadores de televisión y marcas patrocinadoras ya han dejado claro que los presupuestos para invertir en derechos deportivos no son infinitos, por lo que la aparición de una nueva competición obligaría a una redistribución de partidas.
Dicho de otro modo, cualquier incremento incluido en las proyecciones de A22 procederá casi en su totalidad de los recursos que hoy estas compañías tienen comprometidos con Uefa y demás ligas nacionales: 11.000 millones de euros en derechos de televisión que en los últimos tender se ha mantenido estable, pues las revalorizaciones en el extranjero han convivido con pequeños ajustes o moderados avances en los mercados domésticos, que es donde se concentra el grueso de la factura.
En este sentido, Guerra ha recordado que esta es una cuestión a la que los futbolistas no deberían ser ajenos. “De los ingresos adicionales de la Superliga, el 70% irá a parar a los futbolistas, pero esos jugadores de clubes top representan sólo el 5% del total de jugadores; el 95% restante verían drásticamente reducidos sus sueldos”.
“Cuando se toman decisiones, como ahora con el Mundial de Qatar, siempre se piensa en jugadores que compiten ahí. ¿Pero qué hacemos con el resto que no juegan? Nadie piensa en todos los demás, que también tienen salarios y cobran”, ha enfatizado Tebas sobre esta cuestión.
El tema de los jugadores es uno de los que mayor impacto podría tener a medio y largo plazo, pues LaLiga considera que no ofrecer suficientes plazas para las principales competiciones internacionales restaría atractivo a los clubes, facilitando que las grandes potencias capten antes el talento. “Eso reducirá la relevancia y la narrativa de las ligas domésticas, ya que diluirá el talento y eso hará los partidos menos atractivos”, anticipa la gestora del fútbol profesional español.
En su opinión, el valor de sus derechos por televisión podría acabar deteriorándose un 64% respecto a los 1.881 millones de euros que tiene garantizados actualmente. Es decir, que se perderían 1.208 millones, un agujero que podría ascender a 1.301,5 millones de euros si la Superliga o el formato alternativo que persigue A22 acaba ocupando el fin de semana, según las estimaciones de FTI Consulting. El golpe, según esta firma y LaLiga, afectaría sobre todo a los derechos en España, donde en el último concurso ya hubo un estancamiento y donde la ausencia de Barça y Madrid puede doler más. Como ejemplo, la Euroliga cobra más por sus derechos en Dazn que lo que cobra la ACB en Movistar+.
“Aquí se quiere construir un modelo de industria y de fútbol de Europa en el que manden los que más activos tienen. Es como si los bancos mandasen a los países. No podemos dejar el poder del fútbol en manos de los que más tienen: hay que buscar ese equilibrio entre los grandes, pequeños y medianos, y también una importante institución europea del deporte que es la Uefa”, ha defendido Tebas.