El desbarajuste del fútbol francés continúa. La LFP, gestora del la Ligue-1 y la Ligue-2, ha acudido a los tribunales de París para asegurarse de que beIN Sports cumple su contrato, por el que debe abonar 332 millones de euros anuales a cambio de la retransmisión de dos partidos por jornada.
Se trata de un movimiento protector, ya que un juez de Nanterre falló antes que el canal catarí sólo podría exigir compensaciones a Canal+ por rescindir la sublicencia de los derechos si iba a la guerra judicial con la competición, a la que reprochan la fuerte devaluación del precio de los derechos.
La audiencia judicial está programada para el viernes por la mañana, según L’Equipe. Allí, la competición espera obtener garantías de que cobrará lo acordado y el 5 de agosto se realizará el pago previsto de 56 millones de euros.
El foco de conflicto está en la adjudicación a Amazon del lote de ocho partidos al que renunció Mediapro. El precio acordado han sido 250 millones de euros por temporada entre 2021-2022 y 2023-2024, mucho menos que los 332 millones que marca el contrato de beIN con la Ligue-1 y que sublicenció a Canal+ por sólo dos partidos por jornada, si bien son los más importantes.
En todo el ciclo, la liga francesa preveía ingresar 1.989 millones de euros, pero ahora quedan en el aire esos 332 millones de euros de Canal+ y, quién sabe, si los 30 millones de euros anuales de beIN Sports por el pequeño lote de dos partidos de Ligue-2 adjudicado por la LFP.
La llegada del gigante norteamericano del ecommerce será la antesala de una revolución en el fútbol francés. Con un agujero de 269 millones de euros en 2019-2020 a causa de la Covid-19 y otros aspectos, la LFP aprobó recientemente la reducción de clubes a 18 equipos en la Ligue-1 a partir de 2023-2024.
