Nikola Jokic, último campeón de la NBA, no jugará el Mundial con Serbia. Tampoco lo hará ninguna estrella con Estados Unidos, ni los lesionados Sabonis con Lituania o el albaceteño Lorenzo Brown con España. Tampoco estará la sensación Wembanyama con Francia, ni Joel Embiid, ni ningún argentino tras quedarse fuera al ser castigada por el conflicto Fiba-Euroliga y no poder contar con sus mejores jugadores en las ventanas clasificatorias. Un año más, el Mundial llega ensombrecido por la NBA y los Juegos Olímpicos, pero es la última carta que le queda a la organización para recuperar un negocio que antes de la pandemia rozaba los 160 millones de euros.
España afronta la cita como vigente campeona Mundial y de Europa, otro hito histórico para la Selección. Será de los pocos equipos que cuente con casi todos sus efectivos disponibles y sin renuncias voluntarias. El evento se podrá seguir en España en Teledeporte y la OTT de Fiba, y los principales partidos de España en La1.
Solo Estados Unidos, con cinco oros, supera a España en la actualidad. Brasil suma otros dos oros, la extinta Unión Soviética otros tres y Serbia acumula cinco, aunque las logró aún como Yugoslavia. Argentina cierra la lista con su triunfo en 1990. Ningún otro país ha levantado el título. En total, 32 selecciones se darán cita en Filipinas, Japón e Indonesia en la que será la cuarta edición de las últimas cinco que viaja a Asia: Japón 2006, Turquía 2010, España 2014 y China 2019.
El último Mundial de 2019 dejó una audiencia acumulada de 3.000 millones de telespectadores en todo el mundo y 1,5 millones de impactos en redes sociales, según la Fiba. Además, al pabellón acudieron un total de 800.000 espectadores, siendo el partido con más asistencia el que enfrentó a EEUU contra China, el anfitrión, con 18.000 personas.
La Familia copó un 46% de cuota de pantalla en España con la final, con 6,17 millones de personas viendo el partido completo y hasta 10 millones de personas conectadas en algún momento del encuentro entre la televisión lineal y la OTT de la federación, según datos de Fiba. El resto de partidos dejaron una audiencia media de 1,57 millones de espectadores, según datos extraídos por 2Playbook Intelligence a partir de los informes de Geca.
La Federación Internacional de Baloncesto no desglosa en su memoria anual la aportación económica que supone un Eurobasket o un Mundial. Sin embargo, según los últimos resultados publicados, la federación internacional logró unos ingresos totales de 108,2 millones de francos suizos (110 millones de euros) en 2017, cuando se organizó el último torneo europeo.
Los ingresos aumentaron hasta 152,4 millones de francos suizos (158,4 millones de euros) el año del último Mundial, en 2019. De estos ingresos, la división de 3x3 aporta en torno al 20%, según explicó su director general, Álex Sánchez, a 2Playbook. Es decir, unos 30,5 millones de euros. Se desconoce cuánto factura el organismo por otras competiciones como la Basketball Champions League o la Euroleague Women, gestionadas desde Fiba Europa.
La Fiba aún no ha publicado el informe completo del ciclo 2019-2022 para conocer la evolución de su negocio en la pandemia. A falta de conocer estos datos, en su informe de 2015 a 2018 se indica que el 65% de sus ingresos lo genera su actividad comercial, sin desglosar entre patrocinios y derechos audiovisuales. Otro 2% lo aportan los fees que cobra de las ciudades que organizan sus eventos y el 7% restante procede de los fondos que recibe del Comité Olímpico Internacional (COI).
