Publicidad

Baloncesto, el ‘deporte rey’ entre las mujeres que acelera la carrera hacia la profesionalización

La Selección femenina ha cosechado éxitos y leyendas como Amaya Valdemoro, Laia Palau o Elisa Aguilar. La Liga Femenina goza actualmente de la mejor salud deportiva y financiera de los últimos años y ultima la firma de su segundo convenio colectivo.

España preparación Eurobasket femenino 2023

Plata en el Mundial de 2014 y los Juegos de Río 2016. Bronce en los Mundiales de 2010 y 2018. Nueve medallas en Eurobasket, con tres títulos en 1993, 2013 y 2017. Todas en categoría absoluta, más las de categorías inferiores, que solo en el verano de 2022 sumaron otras tres platas y un oro. España ha tenido jugadoras históricas como Amaya Valdemoro, tres veces campeona de la WNBA, Laia Palau, o Elisa Aguilar, capaces de marcar a toda una generación, y las jóvenes que llaman a ser futuros talentos generacionales, como Raquel Carrera. El baloncesto femenino encara un momento clave en su profesionalización en España, es el deporte de equipo con más medallas en el país (y podría sumar otra más en el europeo que arranca hoy), y es la disciplina con más federadas, con 130.644. 

El número de mujeres federadas ha crecido un 12% desde 2007, según los datos del CSD. Es el único deporte en España que supera las 100.000 licencias femeninas. Sólo se acerca montaña y escalada, que a falta de conocer los datos de 2022, ya estaba a punto de rebasar esta cifra con la pandemia. El fútbol, por ejemplo, nunca ha alcanzado las 80.000 fichas de mujeres, según se explica en el marco de la serie Baloncesto y negocio: las claves de dos décadas de éxitos, elaborado por 2Playbook con el apoyo de CaixaBank.

Fue en 2019 cuando el CSD creó el programa Universo Mujer, que desde su constitución cuenta con la declinación Universo Mujer Baloncesto. El programa, que va por su tercera edición, pretende profundizar en la dimensión social y cultural del deporte y promocionar e incrementar la participación femenina en todos los ámbitos de la industria deportiva. Ofrece importantes beneficios fiscales a las empresas colaboradoras y realicen una aportación a título de donativo. En el marco de esta promoción destacan el Circuito Plaza 3x3 CaixaBank, que cuenta con un 35% de participación femenina. 

El trabajo en la base y proyectos como Universo Mujer han convertido a España en una fuente inagotable de talentos y medallas. De hecho, el medallero es mucho mayor si se incluyen las categorías inferiores, desde la sub-20, hasta la academia de iniciación, uno de los últimos proyectos puestos en marcha por la FEB. En estos campus es donde se reúne a cientos de jugadoras de entre 11 y 15 años para realizar sesiones de trabajo, tecnificación y las primeras rutinas de lo que significa una concentración nacional. En el verano de 2022 lograron medalla de plata la sub-16 y sub-18 en el Eurobasket, sub-17 en el Mundial y la de oro en el Europeo sub-20 de Hungría. 

En estas categorías es donde la FEB comienza a inocular el ADN que ha marcado a las selecciones masculina y femenina para ganar una medalla tras otra desde inicios del siglo XXI. Y ese es el objetivo final: crear una pirámide que alimente las competiciones domésticas y culmine con los éxitos deportivos de las selecciones absolutas, que a su vez generarán un retorno a la federación con más ingresos comerciales

CaixaBank es una de las marcas que más ha apostado por su desarrollo. Desde que firmó como patrocinador de la FEB hace más de diez años apostó por lucir en el frontal de la camiseta de la Selección femenina, mientras que con la masculina está en la trasera. Ha apoyado programas de formación, a las categorías inferiores y ha permitido a la FEB realizar más acciones de promoción, marketing y giras gracias a su apoyo económico para elevar la visibilidad y el interés de los fans.

También ha abierto el camino para otras como Civitatis, que ha firmado este año con la FEB y centrará su acuerdo en el Eurobasket femenino de 2023, donde España busca sumar su décima medalla en un europeo tras un lustro de sequía. El torneo se emitirá en Teledeporte, que emite todos los partidos de la Selección femenina y un encuentro por jornada de Liga Femenina. El resto de la liga se retransmite en Twitch, Twitter y la OTT de la FEB de forma íntegra y gratuita. 

El círculo trazado por el baloncesto español ya ha recibido la atención de otras federaciones europeas, que acuden a España a estudiar el modelo de formación y la estructura de competiciones. En el caso de las femeninas, sufrieron un importante cambio en plena pandemia. La FEB lanzó la LF Challenge, actualmente la segunda división, como parte del plan de profesionalización de la modalidad, de manera que haya un escalón previo y ese trabajo para mejorar las condiciones de las jugadoras no sólo incluya a la Liga Femenina Endesa. 

La LF Challenge surgió como nexo entre el baloncesto de élite (LF2), y el profesional (Liga Femenina Endesa). Hasta entonces, el salto entre categorías era muy amplio, tanto por el desarrollo de la estructura de los clubes, como por volumen de presupuestos. La Challenge se ha consolidado en sólo dos años, en los que los equipos que buscan el ascenso ya tienen presupuestos que rondan los 500.000 euros, el doble de lo que tenían cuando la LF2 era la segunda división.

El presupuesto medio en Liga Femenina Endesa ya supera los 800.000 euros, según datos extraídos de 2Playbook Intelligence, la unidad de datos e inteligencia de mercado de 2Playbook. Se debe, principalmente, a Valencia Basket, que se consolida como el club con más inversión, con 2,5 millones de euros de presupuesto anual para disputar la Euroliga. También a recién ascendidos como el Barça CBS y Hozono Global Jairis, que debutaron con presupuestos superiores a 600.000 euros. 

Se espera que el presupuesto medio aumente en 2023-2024. Baxi Ferrol, que logró el ascenso directo a la máxima categoría, espera alcanzar los 700.000 euros, una cifra que hasta entonces estaba reservada casi en exclusiva para equipos que disputaban Eurocup. La competición podría superar así a Asobal y Lnfs, muestra del potencial comercial y del interés creciente de los aficionados por el baloncesto femenino. 

En la misma línea se muestra Santi Rey, presidente de Baxi Ferrol: “Sabemos que los clubes españoles podríamos hacer plantillas más competitivas con más gasto en salarios, pero si una jugadora es profesional, debemos tratarla como tal, y en vez de subir salarios para captar estrellas, debemos crear un ecosistema que permita a todas ellas ser profesionales. No podemos exigir que entrenen mañana y tarde, jueguen los fines de semana y viajen y no darles seguridad en sus contratos, en los desplazamientos o en otras circunstancias. Este es el camino que estamos siguiendo”. 

Sobre la mesa está actualmente la firma del convenio femenino entre clubes y jugadoras. Será el segundo en la historia del baloncesto femenino, tras el acordado en 2007 y que estuvo vigente sólo una temporada. Se espera que se desbloquee en las próximas semanas y cuenta con la implicación de todos los organismos. CSD y FEB actúan como garantes y mediadores. Todas las partes han ido de la mano en las negociaciones con el objetivo de mejorar el ecosistema para clubes y jugadoras. 

Este podría ser un paso clave para ser la quinta liga considerada como profesional por el CSD, una consideración legal que solo tienen LaLiga, ACB y, desde 2021 y 2022, Liga F y Asobal, respectivamente. “Hemos trabajado todos de la mano en el modelo de gestión, en el marco que más nos favorece a todos. El baloncesto femenino ha sido la liga con más grado de profesionalización desde hace años. Ser o no considerados liga profesional es una etiqueta, el trabajo es para que los clubes sean sostenibles, aumentar el valor comercial de la liga y mejorar las condiciones de las jugadoras”, asegura Cayetano Pérez, presidente de Spar Uni Girona. 

Otra parte fundamental del crecimiento del baloncesto femenino y del salto en los presupuestos son los patrocinadores. Gracias a ello se ha recuperado a jugadoras que en su momento tuvieron que emigrar a otros países, como Alba Torrens, Cristina Ouviña, Silvia Domínguez o Anna Cruz, entre otras. No sólo se ha frenado el éxodo, sino que hoy la liga capta más talentos europeos y de la WNBA que elevan su nivel competitivo. 

Publicidad

Publicidad