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El Tribunal Supremo rebaja a 200.000 euros la multa a la ACB por el antiguo canon de ascenso

Los magistrados han reducido la multa de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia a la mitad. El caso se arrastraba desde 2015, cuando el CB Tizona denunció a la ACB por prácticas restrictivas al no poder cumplir los requisitos económicos.

ACB Balón 2022 2023

El Tribunal Supremo rebaja a la mitad la multa a la ACB por el caso de los ascensos. Los magistrados han reducido de 400.000 euros a 200.000 euros la penalización por “prácticas restrictivas”, según la sentencia. El caso empezó en 2015, cuando el CB Tizona, que había logrado el ascenso deportivo, denunció a la liga al no poder cumplir los elevados requisitos económicos de ascenso.

En aquella época fueron más clubes los que no pudieron hacer frente al ascenso. Junto al presupuesto mínimo, que entonces era de 2,3 millones, había que aportar otros 4,7 millones entre el canon de entrada y el valor de participación, inasumible para una gran parte de los clubes.

La ACB modificó esta regulación en 2017, año desde el que está vigente el fondo de regulación de ascensos y descensos, equivalente al valor de participación. Actualmente un club que sube a Liga Endesa abona 1,9 millones que se pueden repartir en cuatro temporadas y que, en caso de descenso, se devuelve en los mismos plazos.

Según el Supremo, modificar las condiciones “no exonera de responsabilidad a la ACB, pero debe tomarse en consideración para aminorar su responsabilidad, pues dicha Asociación pudo actuar durante ese tiempo en la confianza de que estaban actuando dentro de la legalidad”.

“Los propios miembros de la ACB excepcionaron el pago de la cuota de entrada y el fondo de regulación de ascensos y descensos a los miembros fundadores de dicha liga profesional”, continúa la sentencia. Es decir, que dicho fondo y el canon solo lo han abonado quienes subían a la liga, pero no los integrantes que ya estaban en aquel momento, generando la situación de desigualdad a la que se refiere el Supremo. Además, el Supremo estima que “un club necesitaba un mínimo de cinco temporadas en la ACB para amortizar la cuota de entrada impuesta”.

El Supremo señala que “al establecer unas condiciones económicas exigentes para el ascenso se beneficiaba claramente a los clubes que ya integraban la liga ACB, no solo porque se repartían el importe de esa cuota de entrada, sino también porque caso de que alguno de los equipos que tenían derecho al ascenso no lograse cumplir las condiciones económicas impuestas, el club mejor clasificado en plaza de descenso tenía la opción de permanecer en la Liga ACB”. De hecho, entre 2012 y 2016, de los diez posibles ascensos, solo lo lograron tres.

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