CrossFit liquida su filial en España. La compañía especializada en entrenamiento de cross-training ha puesto punto y final a las operaciones de la sociedad que creó en marzo de 2018, cuyo objeto social era prestar servicios de entrenamiento, formar a entrenadores, organizar eventos deportivos y la venta de bienes y materiales publicitarios asociados a la marca estadounidense.

Con la extinción de la sociedad CrossFit HQ Spain, han sido cesados todos los administradores solidarios: la directora de asociados, Kathryn Leigh Glassman; el consultor y ex director financiero de Crossfit, Matthew Lee Holdsworth; el ex director de operaciones de la marca, Bruce Edwards Tomlin, Francesc Cabot Seto, y Maria Boren Teran, según la información facilitada por el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme).

Que se haya liquidado la filial no implica que la compañía deje de operar. De hecho, la empresa arrancó el año con 488 boxes operados por su red de asociados, que cada año pagan 3.000 dólares de canon y han realizado los cursos de formación pertinentes para operar un club e impartir los entrenamientos.

La compañía fundada por Greg Glassman no opera con franquiciados, sino con afiliados. A diferencia de las franquicias, donde la central puede llegar a asumir parte de la inversión, apoyar la financiación de los inversores e idear campañas de marketing en conjunto, los box de CrossFit operan con una licencia y la marca no destina recursos económicos a apoyar a los afiliados.

De hecho, CrossFit sólo tiene un club en propiedad en el mundo; el resto son asociados, un modelo que da más libertad al inversor, que puede elegir el nombre del gimnasio e incorporar servicios adicionales, siempre que se comprometa a abonar el fee anual y a formarse en el modelo CrossFit para garantizar que el entrenamiento se imparte siguiendo los estándares pautados por la marca.

La marca CrossFit está valorada en más de 4.000 millones de dólares

La compañía cambió de manos en junio de 2020, cuando el empresario Eric Roza adquirió la empresa y asumió el cargo de consejero delegado. Reebok, que ha sido socio durante la última década, rescindió de manera prematura el acuerdo, por el que era su proveedor técnico y daba nombre a los CrossFit Games. Ahora el naming lo explota Nobull.

Valorada en 4.000 millones de dólares (3.361 millones de euros) según Forbes, la empresa también factura a través de los cursos de formación que permiten impartir la disciplina. El de nivel 1 cuesta 1.000 dólares y es el que permite a un inversor abrir un box, de modo que por esta vía la empresa ha facturado, como mínimo, 15 millones de dólares (12,6 millones de euros) a través de los más de 15.000 clubes afiliados que tiene en el mundo. Sólo a través de los fees anuales factura 45 millones de dólares (37,8 millones).

Otra de las líneas de negocio de la empresa son los CrossFit Games, el principal evento de la compañía, al que se pueden inscribir los mejores 700 participantes del mundo, previo pago 150 dólares. Además, están las Open Series, que en los últimos años (antes de la pandemia) tuvieron 400.0900 inscritos y, previo pago de 20 dólares (16,8 euros), han generado un negocio de alrededor de ocho millones de dólares al año.

Un box de CrossFit puede contar con entre 200 metros y 1.000 metros cuadrados, con una inversión que oscila entre 75.000 euros y 250.000 euros, en función del estado del local y las obras de adecuación. La empresa comercializa bonos mensuales cuyo precio varía en función del número de sesiones que se contratan, aunque también tiene una cuota de acceso ilimitado. Los precios en España oscilan entre 50 euros y 120 euros, si bien hay boxes premium donde la tarifa se eleva hasta 200 euros al mes.