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Fit Jeff prepara su entrada en EEUU y aspira a alcanzar los 90 estudios en 2021

Pese a la pandemia, la cadena de estudios de clases dirigidas controlada por Jeff cerró 2020 con setenta contratos de franquicia firmados en España, Latinoamérica y Filipinas.

Fit jeff usuaria

El 2020 no ha sido un buen año en términos generales para el sector de deporte, pero, a pesar de la pandemia, algunos players han irrumpido en el sector y han aprovechado el confinamiento para poner la semilla de su crecimiento a futuro. Fit Jeff es una de ellas. La cadena de estudios de fitness especializada en clases dirigidas de yoga, pilates, entrenamiento funcional y alta intensidad ha cerrado 2020 con setenta franquicias firmadas en España, Latinoamérica y Filipinas. El objetivo en 2021 es ampliar su red hasta 300 socios y, si la Covid-19 lo permite, alcanzar los noventa estudios operativos, según explica a 2Playbook Diego Moya, director del vertical de fitness del grupo Jeff.

La compañía aspira a ofrecer un servicio de proximidad en los barrios mediante estudios de 100 metros cuadrados en los que no hay máquinas de fitness, sino una amplia parrilla de actividades dirigidas en grupos reducidos. “Lo que queremos es ofrecer la flexibilidad de entrenar en cualquier momento, ya sea en el club o desde casa, porque todas las sesiones se emiten en directo por streaming”, explica.

El entrenador interactúa con los usuarios que se entrenan desde casa del mismo modo que lo hace con quienes acuden a la sesión presencial. El siguiente paso es ofrecer una cuota de acceso multicentro, de modo que se pueda entrenar en cualquier instalación pagando un plus. Es algo que se pondrá en marcha cuando la red de Fit Jeff sea más amplia.

Ello dependerá de la captación de franquiciados y del ritmo con que se realicen las aperturas. La inversión para abrir un club es de 50.000 euros, un importe muy alejado de los 400.000 euros que precisan la mayoría de boutiques que operan en el mercado. “El franquiciado tarda entre 20 y 24 meses en recuperar la inversión”, detalla Moya. Los estudios cobran una cuota promedio de 45 euros al mes.

Los franquiciados pueden invertir en un vertical y desarrollar su negocio independientemente del resto, si bien algunos han empezado a poner en marcha varias marcas en locales anexos. Fit Jeff ya opera en España con dos franquicias y prevé abrir tresmás en Madrid y Valencia en el próximo mes, pero también tiene presencia Chile, Uruguay, Ecuador y México, aunque la empresa ha alcanzado acuerdos con inversores en todos los países de la región, con vistas a abrir instalaciones a lo largo del próximo año y alcanzar los noventa clubes.

Fit Jeff, que en 2020 ha captado a 70 franquiciados, espera contar con noventa centros operativos en 2021

Ya hay inversores que se han comprometido a abrir más de una instalación. Por ejemplo, el socio que ha abierto en el barrio de Polanco de Ciudad de México ha pactado poner en marcha un total de cinco clubes; el de Sevilla opera cuatro y un franquiciado de Valencia gestiona otros dos.

Ahora la compañía está trabajando en su entrada en Estados Unidos, mercado en el que el grupo crecerá con el resto de verticales. Este proyecto se ha acelerado en los últimos meses, después de que Jeff captara 17,5 millones de euros con el apoyo de firmas de inversión como All Iron Ventures, Alma Mundi Ventures, FJ Labs y el empresario Juan Roig.

Si la cadena entrara en Nueva York la inversión para abrir un club sería mayor, y tampoco descarta esa posibilidad si encuentra un socio con el que hacerlo. “Tendríamos que operar con un modelo más competitivo, con entrenadores muy conocidos y una estética distinta que haría que la inversión se doblara”, explica.

El modus operandi para irrumpir en Estados Unidos, donde el grupo ha abierto sede, es encontrar a los socios locales adecuados: empresarios, conocedores de la cultura y, a poder ser, del sector del fitness. “Podrían ser cadenas de gimnasios con un modelo distinto al nuestro o que operen en mercados diferentes”, afirma el directivo.

Moya afirma que el objetivo del modelo es que sea rentable para los franquiciados, lo que ha provocado que se optimizaran costes o se prefiriera abrir en vías y ciudades secundarias en lugar de hacerlo en los ejes prime de Madrid, Barcelona o Santiago de Chile. “Vamos a los barrios para ofrecer nuestros cuatro verticales, una cartera que se ampliará conforme encontremos nuevos socios que ofrezcan servicios que encajan con esa filosofía”.

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