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Menos clientes, pero más jóvenes y comprometidos: la tasa de uso del ‘gym’ se eleva tras la pandemia

El perfil de abonado a un centro deportivo se ha rejuvenecido y ahora acude más veces al club que antes de la pandemia, aunque los directivos del sector afirman que es cuestión de tiempo volver a niveles de uso pre-Covid.

gimnasio mascarilla estados unidos

La crisis sanitaria ha tenido un impacto negativo en numerosos KPIs de las cadenas de gimnasios, pero si hay un indicador que se ha visto reforzado tras la pandemia, ese ha sido el del promedio de visitas al club. Tras la cuarentena, con los gimnasios ya abiertos y alrededor de un 50% menos de clientela, los abonados acudieron más a la instalación. Ocurre en buena parte de los complejos deportivos de España: la cadena 24 horas Infinit Fitness ha pasado de tener un promedio de dos accesos semanales a 3,1; Supera ha pasado de entre dos y tres accesos a casi cuatro a la semana, mientras que los clientes de DreamFit han elevado su asistencia de 1,9 veces por semana a 2,3 accesos.

La conclusión es clara: “Hemos perdido un número muy importante de clientes, entre un 40% y un 50%, y sin embargo tenemos la sensación de que los gimnasios están llenos”, asegura el presidente de la cadena low cost, DreamFit. “Hemos notado un uso más intensivo de nuestras instalaciones que antes de la pandemia”, resalta Roberto Ramos, cofundador y consejero delegado de BeOne.

El motivo principal es que el abonado que se ha mantenido en el club es el más joven, con un hábito de entreno más recurrente, mientras que los más veteranos, que acudían al club con menos frecuencia que los jóvenes, se han dado de baja.  Además, “la oferta de ocio ha caído y el fin de semana viene más gente que antes, por lo que ahora promediamos más accesos”, afirma el director de operaciones de Infinit Fitness, Javier Pérez.

No es un fenómeno que sólo ocurra en España. En Dinamarca, Sats ha detectado un aumento del 10% en las visitas por cada abonado respecto a 2020 y, en comparación con 2019, la mejoría es de 2%. La mejoría en sus clubes de Helsinki respecto a antes de la pandemia ha sido del 10% y en Suecia, donde los gimnasios no cerraron durante la pandemia, el número de visitas ha vuelto a niveles de 2019 y se sitúa 14 puntos porcentuales por encima de 2020.

Los clientes de DreamFit acuden al gimnasio 2,3 veces por semana, por las 1,9 veces que asistían al gimnasio antes de la pandemia

Lo mismo ha ocurrido con la británica The Gym, que asegura que “el ratio de satisfacción de los abonados es significativamente superior respecto a antes de la Covid-19; ahora cada abonado viene 1,5 veces por semana, por la tasa de 1,1 que promediaron en abril y mayo de 2019”. Hasta ahora, uno de los indicadores que más se ha resentido es el número de clientes, si bien en Reino Unido la situación se está empezando a normalizar. De hecho, la low cost PureGym ya tiene en de vuelta a sus gimnasios en Reino Unido al 97% de los clientes que tenía en 2019 y ha notado que quienes acuden al club en grupo lo hacen con más frecuencia que antes de la pandemia.

¿Cómo está siendo el back to the gym en España? El perfil es más joven que antes de la pandemia, más fiel a un estilo de vida activo y más fan del entreno de musculación. “Se da un uso más intensivo de la instalación porque el perfil de socio que ha vuelto trata de recuperarse tras un periodo de inactividad y porque es un perfil más comprometido con su vida activa”, desgrana Roberto Ramos.

“La media de edad de los socios ha disminuido unos cinco años; ahora apenas rozamos los 40 años”, asegura Tim Devereaux, director general de Anytime Fitness Iberia, que recalca que “el uso ha aumentado porque hay menos clientes y menos muestra representativa de abonados que paguen y no usen el club”. Es decir: los que se han quedado están más fidelizados, y los que se han dado de baja tienden a ser el perfil de abonado que pagaba y no acudía a entrenar. “También se han borrado los que iban a clases colectivas, los principiantes y las personas más mayores”, añade Cecilio. 

La situación en Claror, gestora de centros deportivos concesionales enfocados a un público familiar, es distinta. “Dato en mano, la media de accesos versus 2019 ha caído de 1,2 usos por persona y semana a uno”, admite Carlos Cano, director ejecutivo. “Teníamos la percepción de que venía más gente, pero los datos demuestran que no es así y confirman algo que ya intuíamos: se acabó subvencionar la cuota y no venir, porque nuestros usuarios vienen, aunque sea una vez cada dos semanas”, recalca.

Las limitaciones a las actividades de ocio y el hecho de que los abonados más mayores y menos fieles se hayan dado de baja, ha elevado el número de accesos por abonado a los gimnasios

El directivo asegura que los clientes están volviendo al club poco a poco, siendo los de mayor edad los más rezagados, y los jóvenes los más constantes. Las restricciones, como entrenar con mascarilla, no han ayudado a la rentrée, favoreciendo que los usuarios opten por entrenarse al aire libre e interiorizar otros hábitos deportivos.

Como el resto de los operadores, Claror está centrada en fidelizar, y Cano admite que el hecho de ser centros familiares ayuda a retener clientes, aunque también provoca que la tasa de acceso y el ingreso medio sea menor. “A su vez, la fidelización es más alta porque si un miembro de la familia se da de baja, al otro le sale más caro venir, así que suelen mantener el abono familiar”, afirma.

Pero, además de las familias y los jóvenes, ¿cuál es el perfil de socio que ha elevado la asistencia promedio al club? “Hemos notado que durante todo este año nos ha aguantado mejor en el centro aquel cliente que entrenaba en la parte de fuerza”, apunta Pérez, de Infinit Fitness. “Han seguido con nosotros los más body trainers, los más adeptos; los espacios del club que más se utilizan son la zona de peso libre, dirigido y el área funcional”, corrobora Rafa Cecilio, de DreamFit.

Los directivos admiten que es cuestión de tiempo recuperar la vieja normalidad, aunque no será inminente. Buena parte de los directivos del sector sitúa en octubre el inicio de la recuperación de esta industria, que empezó a ganar clientes en marzo. “No será rápido, llevará un tiempo”, recalca Cecilio. “Será complicado llegar al 100% de los socios que teníamos antes de la pandemia así que tendremos que aportar más valor añadido y entrenamiento personal para elevar el ticket medio”, sostiene Pérez, de Infinit Fitness.

Más optimista se muestra Supera, una de las principales cadenas de centros concesionales de España. “La tasa de uso volverá a niveles pre-Covid a medida que evoluciona la administración de vacunas y el factor miedo deja de condicionar nuestra actividad”.

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